El barrio en expansión, San Bernabé
TERRITORIO ESPECIAL
El joven núcleo, situado en la zona norte, está rodeado de parcelas abandonadas
Con unos 12.000 vecinos, está marcado por el 'boom' urbanístico en suelo arcilloso

Es uno de los barrios más extensos y con mayor presencia en superficie de Algeciras. San Bernabé ha sabido hacerse un hueco en el callejero popular de la ciudad pese a su corta edad. Más de 12.000 personas residen en un núcleo que nació hace alrededor de 25 años en la zona norte y cuenta con más de 3.000 viviendas, en su gran mayoría adosados.
La media de edad de los residentes ronda los 40 años. Destaca la presencia de gente joven, especialmente matrimonios con hijos. De ahí que el vecindario siempre en los últimos años haya empezado el curso escolar con problemas de falta de plazas de escolarización. Por lo general habitan familias de clase media acomodada y trabajadora.
San Bernabé se convirtió en un núcleo de expansión de la ciudad hacia el norte y el boom urbanístico pulverizó todas las expectativas de crecimiento levantando sin descanso numerosas casas y bloques en un corto periodo de tiempo. Es un barrio alto, de ahí las grandes vistas no sólo de Algeciras sino de la Bahía. Su cercanía a la autovía A-7 ha convertido sus terrenos colindantes en una oportunidad para las cadenas comerciales como el caso Eroski o Carrefour, que actualmente ocupa el supermercado del centro comercial Las Palomas. Los vecinos, además de este gran espacio referente para compras a nivel local, disfrutan de pequeños comercios, farmacias, tiendas de ropa, cafeterías y dos sucursales bancarias.
No hay que olvidar tampoco que San Bernabé es punto de encuentro para jóvenes y mayores por la gran variedad de establecimientos de ocio, copas y restauración que hay en las terrazas de Las Palomas. Incluso una discoteca ha llegado a tener el barrio, que condicionó la tranquilidad nocturna de muchos vecinos, y sin olvidar los multicines, que tanta vida ofrecieron antes de su cierre en febrero de 2005.
A pocos metros del barrio está la cárcel Botafuegos, que curiosamente sólo genera una molestia a causa de los inhibidores de frecuencia que afectan a veces a móviles y mandos a distancia. En el límite del vecindario también se ubica el cementerio nuevo. En San Bernabé además se encuentran las grandes instalaciones de Algesa y en el punto más alto un cuartel militar, llamado La Casita de las Palomas, que precisamente da nombre a la asociación vecinal que dirige desde hace once años Juan Carlos Moreno.
Los más pequeños acuden al colegio Blanca de los Ríos, que está en fase de ampliación para erradicar las prefabricadas, también hay una guardería concertada y el centro de educación especial Virgen de la Esperanza. Falta el instituto que en un futuro podría ubicarse en los aledaños de la avenida Oceanía, que sería el "famoso" instituto de Pajarete aunque no sea esa su localización. Hasta el momento las opciones públicas para Secundaria y Bachillerato están en los IES Isla Verde y Las Palomas.
El ambulatorio más cercano es el de San José Artesano. El presidente vecinal señala que aún aguarda una parcela junto a Liang Shan Po donde se valoró la construcción de un centro de salud.
Servicios
El autobús atraviesa el barrio pero la gran mayoría de los vecinos usa vehículo propio. Al situarse en la periferia la localización de la cárcel y el cementerio es una de las principales razones por las que es indiscutible el paso del autobús hasta el último rincón.
En el vecindario hay tres parques infantiles: en la plaza Picasso, Montepalma y en Mirasierra. La asociación vecinal ha solicitado dos más, uno de deportes estático y otro canino. Para ocio deportivo hay en la misma plaza Picasso unas pistas de zahorra para básicamente jugar al fútbol y aún están esperando unas canastas, aunque el suelo no sea el más adecuado. No piden nuevas pistas, simplemente que se mejora las que hay.
En cuanto a seguridad hay presencia policial pero no toda la deseada. "Todos queremos que paseen a pie los policías", explica Moreno. El barrio sufre de casos puntuales de vandalismo, pequeños robos en tiendas o botellones ilegales en la plaza Pangea.
Limpieza
San Bernabé le da un aprobado al área municipal que gestiona Luis Ángel Fernández. La rápida respuesta a las demandas es un hecho y tienen un compromiso formal además para que se empiece a desbrozar la semana que empieza. "Suciedad no se ve, sólo los fines de semanas", reconoce Moreno entendiendo que también la falta de civismo se hace más visible cuando no hay tantos operarios en la calle. Los vecinos sí piden el saneamiento del acerado.
Es a destacar también que el 100% de los contenedores, según la asociación de vecinos, funciona a la perfección. Cuando denuncian a Algesa algún problema en menos de 24 se trata de reparar.
Parcelas Abandonadas
El barrio todos los años sufre algún fuego urbano. Con un mapa sobre la mesa se observan numerosas parcelas y zonas verdes abandonadas, prácticamente el 50% públicas y el resto privadas. En algunos casos el riesgo de incendio es muy alto como ocurre en la plaza Pangea, visiblemente abandonada en cuanto a mobiliario y desbroce.
Hay un solar vallado en la citada plaza que pertenece a la Diócesis de Cádiz y Ceuta, cuyas ramas verdes sobrepasan los muros de dos metros de los patios de los vecinos llenando sus casas de insectos y sumiéndolos en un riesgo constante de incendio. La asociación entiende que el barrio está rodeado de campo y es imposible desbrozarlo en su totalidad, pero cuando lo solicitan para casos como la plaza Pangea se exige que al menos se desbrocen franjas como cortafuegos.
Hay otras parcelas, como la situada detrás del CEIP Blanca de los Ríos que pudo llegar a albergar hasta un velódromo y está abandonada. San Bernabé tiene una orografía muy complicada.
Terreno Arcilloso
San Bernabé está marcado por los terrenos donde se asienta, según arquitectos de arcilla expansiva lo que aumenta el riesgo de corrimiento. El boom urbanístico arrastró al barrio y en las zonas donde se construyó sin una cimentación adecuada los inmuebles o tienen fisuras o directamente tienen grietas que dejan ver grandes franjas entre los bloques, como ocurrió en Nueva Ciudad, que se construyó sobre un terreno inestable y las obras en una cota inferior para crear otros pisos provocó el deslizamiento. Cientos de familias tuvieron que ser realojadas durante un tiempo por el riesgo ocasionado, quedando inutilizados los garajes y la piscina.
Centro Cívico
El edificio situado en la plaza Picasso es la imagen de la lucha vecinal. En 2009 ya estaba el proyecto para su construcción en marcha a petición de la asociación de vecinos y en 2012 listo, pero sin inaugura. En julio de 2015 abrió sus puertas pero pasó, según los vecinos, "de centro cívico a dependencias municipales". Actualmente observan poco uso y casi inactividad, al menos considerando la que debería tener por la cantidad de población que lo rodea y teniendo un salón de actos y hasta un estudio de grabación.
A ello le suman que los vecinos apenas pueden darle uso al edificio los fines de semana y no entienden cómo un centro sociocultural puede tener horario de oficina. "No tiene la vida que se presupone que debería tener", apunta Morena añadiendo que también faltaría una cafetería como punto de encuentro.
La Casita de las Palomas sí dispone de su sede en él, pero es independiente y con acceso externo. En el edificio Bienestar Social ofrece sus servicios de atención y también acoge numerosos talleres de formación y juveniles.
Demandas
Uno de los principales caballos de batalla de la asociación vecinal está en el incivismo ciudadano por los excrementos caninos que se acumulan en aceras y parques. A ello se le suma la gran cantidad de perros sueltos. "Ya he tirado la toalla", reconoce Moreno al respecto, porque ni las multas a los dueños ni la conciencia ciudadana han provocado una mejoría en este aspecto.
El acerado también está muy deteriorado y sólo hay que dar un paseo por el barrio para descubrirlo al estar lleno de resaltos como si fuera una montaña rusa. Otro problema está en los alcorques, todos levantados por las raíces de los árboles.
En cuanto al asfalto hay quejas debido a los baches y grietas, como ejemplo la rotonda que conecta Nueva Ciudad con la carretera a Botafuegos que está llena de pequeñas fracturas. El origen está, según los vecinos, en que no se supervisan los trabajos de canalización que se ejecutan en la vía pública ya que las máquinas rompen las calles y luego se deposita el alquitrán para tapar las franjas dejando los desniveles. La asociación considera que debe requerirse o que se reasfalte todo el ancho de la calle o que las acometidas se hagan en el acerado y así se rehabiliten.
Moreno de hecho acusa a Urbanismo de la falta de control tanto de estas obras como de las parcelas privadas abandonadas tachándolo de gestionar con "indisciplina urbanística".
Como última demanda los vecinos piden la limpieza de la avenida Oceanía, que tiene una franja de dos kilómetros de setos que limita con el cortijo San Bernabé y suelta unas flores que manchan el acerado y los zapatos mientras crece con virulencia.
Historia
Los terrenos donde se asienta San Bernabé pertenecían al cortijo que da nombre al barrio. E n la zona simplemente había ganado de carne, no bravo, y bajaban por la cañada real que hoy atraviesa La Granja. Como curiosidad en el cuartel militar la Casita de las Palomas estuvo Alfonso XI con las tropas. Había un torreón, que aún mantiene su base, junto al que se hizo una vivienda de observación y un control.
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