El Rinconcillo: Un barrio de mar y cultivos

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El Rinconcillo se sitúa en el norte y limita con el río Palmones

El núcleo, con más de 4.000 vecinos, está marcado por su tradición marinera y su potencial turístico

1. Vista general de El Rinconcillo, desde la Ermita. 2. La zona de playa, más estrecha por el Botavara. 3. El parque del Torrejón, un enclave para avistamiento de aves.
1. Vista general de El Rinconcillo, desde la Ermita. 2. La zona de playa, más estrecha por el Botavara. 3. El parque del Torrejón, un enclave para avistamiento de aves. / Reportaje Gráfico: Jorge Del Águila

E s un barrio bañado por la playa pero con gran arraigo por la agricultura. Más de 4.000 personas residen en El Rinconcillo durante el año, pero esta cifra se dispara hasta, como mínimo, duplicarse cuando llega el verano. La población autóctona está envejecida, pero los jóvenes ya adultos criados en los recovecos del vecindario no han dudado en quedarse para rejuvenecerlo forjando sus propias familias.

En El Rinconcillo predomina la clase media trabajadora encontrando entre los vecinos desde agricultores a arquitectos, salvo casos muy puntuales de familias en paro. Cuatro vecinos siguen dedicados a la pesca de forma oficial, una cifra parecida hay de agricultores que también viven de sus huertas vendiendo incluso sus productos, de gran calidad, en el mercado de abastos.

Su nombre empezó a usarse a partir del siglo XX, antes era Acebuchal

Para distinguir el barrio sólo hay que mirar en el callejero las calles que tengan nombres de "cabos", desde Bagur, que linda con la zona alta del Acebuchal hasta la carretera de la Mediana y toda la línea de playa, hasta llegar a la zona de La Ermita. Muchos de los vecinos de El Rinconcillo se sienten "acebuchinos" o más bien de Acebuchal bajo, ya que los autóctonos entienden que El Rinconcillo como tal parte desde la calle Cabo Finisterre hasta primera línea de playa.

La creación de dos asociaciones de vecinos, la del Embarcadero y Alfredo Zanalegui, fue el germen de esta división ya que El Rinconcillo en origen era el nombre de la playa. Por ello no sólo es un barrio de pescadores, como así atestigua su localización, sino de grandes huertas y mejores cosechas, lo que favoreció el intercambio de víveres entre los primeros pobladores.

El Rinconcillo pese al volumen de población y su interés turístico no dispone de sucursales bancarias, lo más cercano está en San José Artesano. Hay pequeñas tiendas pero ningún gran supermercado. El centro de salud lleva siete años después de la lucha de la asociación Alfredo Zanalegui, que dirige Trini Peña, y es que todo básicamente ha sido a base de pedir y pedir.

El colegio Nuestra Señora de los Milagros es el único que hay en la zona pero los institutos quedan muy lejos. De hostelería pueden presumir especialmente en verano porque en invierno quedan dos locales abiertos. Pero hay establecimientos míticos como Casa Brígida -que empezó como una tienda de chucherías hace más de 60 años-; la panadería San Nicolás; el Bernardo; y por supuesto el Bahía, que se llamaba Casa Alta; sin olvidar el famoso Tamarindo.

Viviendas

Hay casas con más de 120 años y algunas que nacieron como barracas para segundas viviendas de verano. Las primeras chozas se construyeron con juncos y palos para luego reconvertirse en casas de piedra. El resto de viviendas tienen en torno a 45 años, además de las nuevas zonas residenciales con imagen veraniega, dando lugar a una gran masificación que apenas permite ver la línea de costa cuando se atraviesa el vecindario.

A pie de playa

La Ley de Costas en 1988 sentó como un jarro de agua fría en el vecindario ya que El Rinconcillo se configura con edificaciones a pie de playa, desde casas a hoteles o apartamentos. Muchos temían que se perdiese el barrio en torno a la primera línea costera. La asociación vecinal Alfredo Zanalegui lidió su propia cruzada llegando hasta el Tribunal Supremo. Fueron más de 15 años de "papeleo" para demostrar por ejemplo que el río Cachón fue un cauce que los propios vecinos crearon para que las lluvias tuvieran un canal que desemboca en el río Palmones.

Vivir cerca del mar tiene sus pros y contras ya que los temporales cada vez son más agresivos, llenando las calles y casas de arena. Prueba de ello son las casas de la zona de Botavara afectadas en el último invierno, alguna de ella con rotura de muros.

Servicios

El servicio de autobuses llega al barrio, pero no hasta el final de la carretera de la Mediana. En cuanto a Limpieza se dan por satisfechos porque tienen dos barrenderos pero no por ello notan el vecindario más limpio. La mayoría de los contenedores tiene los pedales rotos, las papeleras casi no existen y aunque proliferan los vertederos ilegales sí destaca la asociación que están controlados por Algesa.

El desbroce llega, pero tarde cada año, y en cuestión de seguridad se nota la presencia policial pero no dejan de darse botellones ilegales o algún que otro acto vandálico. En cuanto a parques hay tres infantiles y para mayores solo uno en el paseo de la playa. El Parque del Torrejón es el "orgullo" de la asociación vecinal porque antes era un vertedero y ahora es un parque con un observatorio de aves hacia las marismas del río Palmones, el problema son las pintadas que aparecen cada dos por tres.

Entre los logros de la asociación de vecinos está la llegada de la fibra óptica y el semáforo instalado en el cruce entre la carretera de la Mediana y la avenida Diputación, un punto negro de accidentes casi a diario, denunciado durante más de 12 años.

Evacuación

El Rinconcillo se masifica en verano, tanto que no hay dónde aparcar y la densidad de tráfico se deja notar, sumado a que los solares abandonados durante el invierno se convierten en parcelas improvisadas para estacionar. Esta situación genera inseguridad entre los vecinos ya que la única salida del barrio es la carretera de la Mediana, un vial de doble sentido estrecho. La asociación lleva luchando prácticamente desde sus inicios para que el barrio tenga una conexión con la zona alta del Acebuchal y desemboque en la autovía A-7.

La propuesta de los vecinos sería la conexión de las calles Tres Forcas con Reyezuelos por la ribera del Palmones descongestionando el tráfico "por seguridad y por las dimensiones del barrio en viviendas y turismo".

Demandas

El estado de las carreteras y aceras deja mucho que desear, especialmente en lo que se refiere a la carretera de la Mediana, con puntos donde el acerado es inexistentes. Hay calles con más de 50 años que se arreglan a trozos y zonas sin recepcionar, entre ellas la urbanización Mariana Pineda, que sólo da problemas a los residentes del vecindario. El alumbrado tampoco se ha mejorado en los últimos años.

El aumento de la población en verano también trae consigo un gran problema de fondo que se percibe en la presión del agua. La alta demanda por el aumento de residentes de forma considerable hace que baje la presión del suministro y es una situación que requiere de respuesta por parte de Emalgesa, que debe preverlo.

Playa

El Rinconcillo ha cambiado con los años. Los vecinos apuntan a la ampliación de los terrenos del puerto como principal causa del deterioro sufrido. Antes había olas, ahora son los barcos los que de vez en cuando agitan las aguas. Otro cambio está en la desembocadura del río Palmones, sobre la que solicitan un dragado al carecer casi de profundidad, quedándose cada vez más ciego.

Lo que es la línea de costa en sí no consideran que haya cambiado mucho tomando como referencia el hotel Bahía. Se ha perdido más arena en la zona del Botavara y critican que se haya retirado la uña de gato, una planta exótica que al menos "agarraba" el sistema dunar.

Barrio marinero

El Rinconcillo está marcado por la tradición. Su cercanía al mar ha convertido las festividades marineras en los días grandes del barrio. El 15 y 16 de julio se celebra la Virgen del Carmen en la zona de pescadores, en la calle Alfredo Zanalegui. Para los vecinos es una fecha muy importante y se celebra de forma más íntima. Las mujeres son las que cargan la imagen y se vela toda la noche para que a la jornada siguiente sean los marineros las que la paseen en alta mar. Desde hace cuatro años la asociación está colaborando activamente e incluso se ha ampliado el recorrido dándole más vistosidad. Antiguamente la imagen, cedida por un teniente coronel, se guardaba en las casas.

La otra gran festividad, no menos importante, es la romería marítima de la Virgen de la Palma, una fiesta de Interés Turístico Andaluz -desde 2014-, una tradición más mediática que implica al resto de la ciudad. El día grande es el 15 de agosto cuando a las 13:30 sale la imagen para ser depositada en la plaza Virgen del Mar, después de ser rescatada de las profundidades de la bahía -donde permanece durante todo el año- por los buzos de la Sociedad El Mero, recibiendo la visita de miles de personas.

vecinos

La asociación Alfredo Zanalegui es una de las más activas de la ciudad y prueba de ello es su participación en actividades como Entremares. En la sede, situada en la carretera de la Mediana, se dan clases de corte y confección con más de 50 y 60 personas cada día. Entre sus paredes también nació el club de Taekwondo del barrio, además de dar cobijo a talleres de baile y manualidades, al club del bonsáis El Chaparro, los moteros Los Especiales o ser una aulario del centro de adultos Juan Ramón Jiménez. El colectivo también colabora activamente en campañas solidarias con Cáritas o Cruz Roja.

Historia

El Rinconcillo como barrio históricamente se ha conocido como Acebuchal hasta que empezó a usarse el término a finales del siglo XIX. Antes se llegó a conocer la costa como el "playazo de Palmones" ya que El Rinconcillo es la punta saliente al mar situada a la altura de la torre Almirante.

Sus primeros pobladores se dedicaban a la pesca y se percibió mucha presencia foránea de ingleses, portugueses y hasta italianos en sus primeros años. En el siglo XIX era una zona alejada del resto de la ciudad y las casas se construyeron con arquitectura orgánica, quiere decir: barro y paja. Ya bien entrado el siglo XX se mezclaba la población humilde con los más adinerados que tenían su casa de verano.

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