La biblioteca del Campus Bahía de Algeciras, premiada por el Colegio de Arquitectos de Sevilla
Universidad de Cádiz
El trabajo de José Carlos Oliva y Tomás Osborne (estudio OOOA) recibe el primer accésit en la categoría de Obra Nacional e Internacional
Fotos de la inauguración de la nueva Biblioteca del Campus Bahía de Algeciras
La biblioteca del Campus Bahía de Algeciras, obra del estudio de arquitectura OOOA, ha sido reconocida por el jurado de los premios del Colegio de Oficial de Arquitectos de Sevilla (COAS) con el primer Accésit en la categoría de Obra Nacional e Internacional entre un total de 34 propuestas presentadas.
La obra de los arquitectos José Carlos Oliva y Tomás Osborne destaca “por la adecuación de un programa complejo de biblioteca con un uso ambicioso de nuevas tecnologías constructivas, en el que se apuesta por una volumetría que mejora su entorno, ciñéndose a una medianería existente y liberando espacio para la ciudad”, se lee en el fallo.
El jurado de la V edición de los Premios COAS Arquitectura & Sociedad 2023 estuvo constituido por Cristina Murillo, decana del COAS; Elisa Valero Ramos, arquitecta de reconocido prestigio a propuesta del COAS; Eva Luque García, arquitecta designada por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla; Román Fernández-Baca Casares, arquitecto representante de un organismo oficial; así como Miguel Ángel de la Cova Morillo-Velarde y Eugenia Álvarez Blanch, en calidad de arquitectos premiados en convocatorias anteriores. Además, Juan Carlos Rodríguez actuó en calidad de secretario, y Juan Manuel García Nieto, como coordinador, ambos con voz, pero sin voto.
La biblioteca del Campus Bahía de Algeciras continúa acumulando reconocimientos de organismos e instituciones que premian la excelencia en la arquitectura, el compromiso con la sociedad y la responsabilidad medioambiental. Tales como el Premio Andalucía de Arquitectura (octubre 2022) de la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda de la Junta de Andalucía, o la mención especial en el Premio Sánchez Esteve del Colegio de Arquitectos de Cádiz a la mejor obra de nueva planta.
El estudio de arquitectura OOOA, establecido a medio pie entre El Puerto de Santa María y Sevilla por los arquitectos José Carlos Oliva y Tomás Osborne ya recibió en 2019 el Premio COAS en la categoría de obra Nacional/Internacional por la Reforma en la Urbanización y Edificio de la Escuela Politécnica de Algeciras, obra que se encuentra en el mismo Campus universitario que la reciente biblioteca, así como dos accésits en la categoría de Jóvenes Arquitectos y Obra Internacional por proyectos en Ho Chi Minh (Vietnam).
Memoria descriptiva
Esta biblioteca es el equipamiento más reciente que la Universidad de Cádiz (UCA) ha finalizado en su proceso de modernización y actualización del Campus Bahía de Algeciras. Una edificación que pretende ser el revulsivo de la comunidad universitaria de la comarca y que, en una operación de concentración eficiente de infraestructuras motivados desde la universidad, se propone la ocupación y densificación del último espacio libre de la parcela del Campus.
Inicialmente las directrices sugerían aprovechar el desnivel existente de la parcela para ubicar un aparcamiento en semisótano, condicionando en gran medida la implantación de la nueva edificación y debiendo aceptar además una importante medianera en su lado mayor hacia una parcela de dominio municipal. Adicionalmente, el enorme programa funcional requerido el cual se completa con una planta de aulas de posgrado acabarían agotando el espacio libre y aproximándose en exceso al edificio departamental de la universidad.
Ante dichas circunstancias, el proyecto se plantea en su condición fundamental de equipamiento urbano y de relación del campus, así como continuación del espacio público, elevando para ello en una planta el programa establecido y de esta manera organizar en la planta de acceso una pequeña plaza y una sala multiusos disponible a los ciudadanos, más allá de un servicio universitario exclusivo. El volumen resultante no se presenta compacto, sino fragmentado en diversas bandejas horizontales que deslizadas permiten una lectura de su organización interna de tres niveles sobre-elevados a la vez que describen un orden y escala más apropiados.
Disponer de luz natural en las salas de lectura resultaba una obviedad que se complicaba al tener que disponer de toda una fachada ciega por su condición de medianera, por lo que se establecen unos lucernarios que disponen a modo de linternas las cajas de escaleras entre las plantas de la biblioteca.
Como debiera ser una Biblioteca Universitaria en tiempos digitales fue la otra reflexión que permitió convencer al jurado de determinadas alteraciones en la organización del edificio. Se ha dotado de espacios de interacción y socialización para fomentar las relaciones de alumnos de diversa formación, así como complementar los espacios de lectura con boxes de trabajo en grupo y reuniones donde se extienden las jornadas. Una biblioteca que dispone de espacios de relación y comunicación asociados a las salas de lectura y trabajo fomenta la innovación y el intercambio entre sus usuarios.
Pensar en una arquitectura reversible, la cual permita en un futuro modificar su uso con ligeras adaptaciones ha supuesto la elección del sistema estructural de grandes luces, compuesto por pilares apantallados de hormigón y forjados reticulares ambos fuertemente armados, que a su vez posibilita una minuciosa compatibilidad con los usos de aparcamiento y aulas requeridas en otros niveles. La reversibilidad podría permitir la adaptación de espacios de lectura en espacios docentes o incluso administrativos, talleres en seminarios y salas de trabajo en despachos con gran facilidad y pocos recursos.
Además, no únicamente el excelente comportamiento energético de sus envolventes permite hablar de un ejercicio responsable de la profesión si no se trata a su vez la persistencia de la arquitectura pública como dotación urbana. Ello significa comprender como este edificio podrá permanecer como un equipamiento urbano incluso alterando el programa para el cual fue diseñado. Se aprovecha el requerimiento de diseñar un edificio de consumo casi nulo para reforzar la idea de cómo el mismo debe comunicar esta condición por la que se instala una piel de aluminio perforado que disipará el sobrecalentamiento solar. Se manifiesta singularmente con una envolvente abstracta en un contexto urbano anodino, presentándose como la nueva identidad del campus por su posición aventajada respecto del resto de edificios.
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