El capitán de la Guardia Civil detenido controlaba las diligencias de jueces y fiscales

Algeciras/Eran las 11:45 de ayer cuando J.F., jefe de la Policía Judicial de Algeciras, bajaba de un furgón de la Guardia Civil y entraba a la carrera en la sede de los juzgados de la ciudad, escoltado por varios agentes que hasta unas horas antes bien podrían haber estado a sus órdenes.

De paisano, con un polo color azul, salió por la misma puerta pasadas las tres de la tarde, después de prestar declaración ante la juez de guardia –le tocó a la de Instrucción nº 4– para subirse al mismo furgón y ser conducido a un centro penitenciario bajo estrictas medidas de seguridad para evitar agresiones por parte de otros reclusos.

La magistrada, que ha decretado el secreto de las actuaciones, decretó su ingreso en prisión incondicional en calidad de investigado por cuatro delitos: revelación de secretos, omisión del deber de perseguir delitos, prevaricación y pertenencia a organización criminal.

J.F. ha sido durante años y en gran medida la mano derecha de los jueces y fiscales del Campo de Gibraltar, la persona por cuyas manos han pasado buena parte de las investigaciones que llegaban a los juzgados, la que decidía, en definitiva, cómo y quiénes debían ejecutar las operaciones contra los delincuentes.

Los despachos de las fiscalías Antidroga y Anticorrupción eran para él lugares de paso habitual para despachar los asuntos con sus respectivas titulares. Ayer fue un día de caras largas y de especial trajín en esas dependencias: uno de los mascarones de proa en la lucha contra las redes del narcotráfico en el Campo de Gibraltar se ha perdido y, con él, la confianza sobre la que se trata de construir día a día el frente común contra las mafias.

La detención de J.F. en la tarde del pasado jueves no tomó a todos por sorpresa. Hace meses que el capitán era objeto de una investigación secreta por parte del servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Nacional, cuya culminación fue su detención el jueves. En el registro de su domicilio en Tarifa, efectuado el pasado miércoles, los agentes hallaron entre otros efectos 30.000 euros en efectivo.

Esta redacción tiene constancia de que en 2018, la Policía Nacional de Algeciras tuvo conocimiento de que J.F. iba a mantener una reunión con un conocido narcotraficante de Algeciras, Emilio José Mazuelo Mesa, más conocido como Emilio El Moro, con el que sospechaba que mantenía vínculos poco recomendables. La cita, que tuvo lugar en la Venta José Mari, sita en el km 101 de la N-340, a la salida de Algeciras en dirección a Tarifa, fue documentada y convenientemente grabada.

Fuentes de la investigación apuntan a esta redacción que el arresto de J.F. representa la tercera pata de una trama en la que de algún modo el capitán estaría implicado. La segunda de esas patas es la de Emilio El Moro, detenido el pasado 30 de enero en el municipio madrileño de Alcobendas; la tercera fue la que condujo al arresto el 4 de enero de un inspector de la Policía Nacional, J.T., quien en tiempos estuvo destinado en el Puerto de Algeciras como jefe del grupo operativo y que hasta su detención estaba en el Centro de Cooperación Policial, en las antiguas dependencias policiales de la avenida de Fuerzas Armadas, en Algeciras. Junto a él cayeron varios empresarios. Todos permanecen en prisión y todos con el tráfico de drogas como telón de fondo.