El navío 'Algeciras': Arte a escala para el Port Center del Llano Amarillo

Con unas pinzas y el pulso de un cirujano, Máximo Agudo coloca meticulosamente el cordelaje de las velas que penderán del palo mayor. La arboladura -explica- es una de las partes más complicadas del laborioso proceso de elaboración de una maqueta naval.

Agudo es modelista profesional desde hace más de una década y afronta estas semanas la recta final de un encargo muy especial que pronto podrá ser admirado en el Campo de Gibraltar. Agudo, quien se hace apodar como Curro Agudo, remata en su estudio de Badajoz la construcción a escala 1/56 del navío de línea L'Algésiras por encargo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA).

El L'Algésiras fue un navío de la Armada francesa botado en 1804 y construido por Louis Crucy en Lorient. Recibió este nombre en conmemoración de la Batalla de Algeciras, librada en la Bahía el 7 de julio de 1801. Una contienda en la que se enfrentaron buques británicos contra franceses en las costas de la ciudad del Estrecho.

Correspondiente a la clase Téméraire, el L'Algésiras tomó parte en la Batalla de Trafalgar del 21 de octubre de 1805 y se enfrentó al HMS Tonnant. Ya en 1808, el arranque de la Guerra de la Independencia Española cogió al L'Algésiras en el Puerto de Cádiz. Fue capturado por los españoles y pasó a la Armada nacional con su nombre castellanizado que mantuvo hasta el final de sus días, hacia 1826.

De este navío con el nombre de la ciudad podría decirse, por tanto, que es un antepasado histórico del HMM Algeciras, uno de los portacontenedores más grandes del mundo que hoy participa en las batallas del comercio internacional de mercancías.

La maqueta del L'Algésiras que elabora Máximo Agudo formará parte de la colección del futuro Port Center del Puerto de Algeciras, el centro de visitantes de la APBA que se levantará en el Llano Amarillo de la ciudad. A modo de museo y centro de interpretación, el Port Center permitirá al visitante realizar un viaje inmersivo por la historia de la navegación en el Estrecho. El navío será presentado junto al cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau sobre la Batalla de Algeciras y también encargado por la APBA para el Port Center.

"Comencé en el mundo del modelismo hace unos 25 años como hobbie. Sobre todo, con maquetas navales, dioramas y reproducciones de fuertes e instalaciones militares", explica. Una afición que compaginaba con su trabajo como técnico electricista. Hace ahora 12 años decidió cambiar el voltímetro por las escofinas como labor profesional y desde entonces suma más de 500 maquetas en su historial de encargos. Desde pequeños botes de pocos centímetros a grandes navíos, galeones, goletas y fuertes militares en los que no falta ni un detalle.

Los 74 cañones del L'Algésiras ya lucen en sus troneras a babor y estribor mientras que el brillo de la madera noble refleja horas de trabajo y dedicación para reproducir con todo detalle el navío. El buque original medía 55,87 metros de eslora por 14,9 de manga. La reproducción a escala alcanzará los 1,70 metros de longitud y quedará instalada en un diorama marino, con más de un centenar de figuras de tripulantes a bordo que también confeccionará este experto.

"El encargo está aproximadamente al 85%. Tendrá más de un centenar de figuras sobre la cubierta y aún quedan por colocar las velas, una de las fases más laboriosas, que requieren mucha paciencia y precisión", subraya Agudo. Comenzó a construir el L'Algésiras hace aproximadamente un año.

La construcción de la maqueta en el taller comienza con unos listones de nogal, cedro, cerezo y peral; maderas nobles, perdurables y fáciles de arquear para dar forma al casco. El proceso para un navío de época es similar a la que se seguiría en un astillero del siglo XVIII, pero obviamente a escala.

Pero la labor comienza mucho antes con el estudio de los planos. "Me baso en los planos originales que están depositados en museos. Pero se han dado casos de maquetas sin documentación. Para el Archivo de Indias de Sevilla hice una réplica del Nuestra Señora del Juncal, de aproximadamente 1620, del que no había documentación. Junto con historiadores navales nos pusimos a sacar los planos. Lleva un importante trabajo de interpretación de documentación histórica antes de cortar las primeras maderas", detalla el experto.

Pieza a pieza, el ensamblaje en el particular astillero de Agudo avanza lenta pero firmemente. El cuidado por el detalle, la precisión histórica y la búsqueda de unos acabados perfectos, perdurables en el tiempo, inspiran su trabajo diario.

Máximo ya ha cumplido con otros encargos para el Puerto de Algeciras. Entre ellos, la construcción de una maqueta del Fuerte de Isla Verde que será colocada en este recinto histórico en cuanto termine su restauración integral, prevista para 2023.

"En este caso, el modelo a escala 1/200 se elaboró casi a la par que la restauración del fuerte. Continuamente se iban descubriendo elementos que yo iba incorporando a la maqueta", detalla Agudo. Es el caso de paños de la muralla y otros elementos. "Juan Antonio Patrón, del área de Desarrollo Sostenible de la APBA, me iba pasando fotos conforme se avanzaba. Ha sido uno de los encargos más curiosos que he hecho", reconoce el modelista.

La maqueta del Fuerte de Isla Verde preside la entrada a la sala de juntas de la sede de la APBA. Prácticamente todos los que pasan a su lado se detienen a contemplar los detalles del recinto reproducido con maderas de nogal, tilo y masillas. Pronto las miradas también podrán posarse sobre un capítulo de la historia naval que tuvo a Algeciras como protagonista.