Algeciras, ciudad sin albergue para las personas que viven en la calle

Algeciras/Un hombre duerme sobre un par de cartones, tapado con una sábana blanca junto a unas pocas pertenencias, en una de las dos galerías que dan a la calle Muro, a apenas unos pasos de la céntrica Plaza Alta de Algeciras. No muy lejos de allí, cartones sucios en el soportal del Edificio Escalinata, pendiente de derribo, evidencian que otra persona ha pasado la noche al raso. Y la situación se repite en uno de los bancos de mampostería del Paseo Marítimo, en el Parque de la Conferencia o cerca de la señera calle Tarifa, en el Barrio de la Caridad.

Estas escenas, junto con el reciente campamento de dos indigentes en la trasera de Villa Smith, la sede de la Mancomunidad de Municipios, han vuelto a poner en evidencia que la ciudad de Algeciras, pese a sumar una población superior a los 120.000 habitantes, carece de un albergue gestionado por la administración para cobijar y atender de manera integral a las personas sin hogar como los que poseen ciudades de la provincia como Cádiz o San Fernando, este último recientemente rehabilitado.

En su lugar, varias asociaciones y ONG cubren las necesidades más urgentes del colectivo de personas que viven en la calle ofreciendo comida, aseo y, con limitaciones de espacio y confort, un techo bajo el que dormir. Pero estos recursos, al no estar unificados en un mismo recinto, dan pie a una dispersión de los usuarios que dificulta su seguimiento. Además, las asociaciones apuntan que sus recursos son limitados y no cubren todas las demandas de un segmento de la población que, en numerosos casos, presenta problemas de adicciones o alcoholismo sin atajar por la ausencia de un acompañamiento integral gestionado por la administración, bien sea la local o la autonómica.

La ruta de la supervivencia

Tres ONG atienden a las personas sin hogar en Algeciras complementando sus servicios. Se trata del comedor social de Cáritas, el centro de día de Hogar Betania y el centro de puertas abiertas de Humanos con recursos que cubren las necesidades alimenticias, de aseo, acompañamiento social y pernocta.

"Entre las tres asociaciones nos hacemos llamar la ruta de la supervivencia. Porque entre las tres cubrimos lo básico para sobrevivir y nos coordinamos", explica Manuela Rivero, psicóloga y coordinadora del centro Humanos con recursos ubicado en la barriada de Pescadores (la antigua casa de acogida del Padre Avelino).

Otras entidades como la Fundación Cruz Blanca, Prolibertas o la Fundación Samu poseen programas para atender a personas en riesgo de exclusión social de colectivos como la población migrante o exreclusos y forman parte, junto con el Ayuntamiento, de la mesa de trabajo por las personas sin hogar.

Así, las personas en situación de calle en Algeciras suelen recurrir al comedor social del Padre Cruceyra, gestionado por Cáritas (iglesia católica), para almorzar y asearse. Allí se sirven cada día decenas de comidas para las personas sin hogar y con recursos económicos limitados.

El proyecto cuenta con 16 voluntarios y atiende diariamente entorno a 180 personas, según Cáritas, en un recurso que se financia con fondos propios de Cáritas, la colaboración del Ayuntamiento de Algeciras y las donaciones en especie de empresas de la comarca. El comedor posee una integradora social que sirve de conexión con el programa para la atención a las personas sin hogar de Cáritas.

Hogar Betania gestiona un centro de día en la zona baja que atiende de 30 a 40 usuarios de media al día. Abre de lunes a viernes de 8:00 a 18:00 (no está operativo los fines de semana) y ofrece talleres semanales, sesiones psicológicas una vez a la semana, asistencia sanitaria, social y judicial además de seguimiento con las personas que tienen adicciones con el Centro de Tratamiento Ambulatorio (CTA). 

"Una vez que ingresa la persona, se le hace una entrevista previa y en función de sus necesidades, nos ponemos a trabajar en ellas y le hacemos un itinerario. Le ayudamos, le damos asesoramiento social, asistencia sanitaria en caso de que lo necesite, adherencia al tratamiento, ayuda para busca de recursos y derivaciones a otros centros internos y externos", explican desde Hogar Betania, con dos trabajadoras en este recurso.

Y para la franja de noche, toma el relevo el centro de puertas abiertas de Pescadores que atiende la ONG Humanos con recursos. En este caso, es lo más parecido al albergue aunque con grandes limitaciones. "Tenemos 24 plazas más dos de emergencia que casi siempre están cubiertas. Ofrecemos descanso en unas hamacas, pero no tenemos camas", precisa Manuela Rivero.

Humanos con recursos abrió primero en la calle Doctor Fleming con una subvención de fondos Edusi que abarcó hasta enero de 2023. Luego el servicio estuvo cubierto con una ayuda de la Junta de Andalucía y desde 2024 están conveniados con el Ayuntamiento de Algeciras en la antigua casa del Padre Avelino. "Para 2025 ya estamos pidiendo subvenciones para seguir abiertos", apunta Rivero. Este servicio atiende de 19:00 a 9:30 y, además de las hamacas para dormir, ofrecen merienda, cena y desayuno a los usuarios.

Un nuevo enfoque

El Ayuntamiento de Algeciras contabilizó en noviembre de 2023 la existencia de un total de 79 personas sin hogar en la ciudad. El recuento se efectuó en el marco de un proyecto piloto, en colaboración con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, para realizar un diagnóstico que permitiera profundizar en las acciones de acompañamiento.

"Contabilizamos casi 80 personas en una noche, pero estimamos que las personas sin hogar son unas 300 en Algeciras teniendo en cuenta las que están repartidas entre entidades como la nuestra, los pisos de acogida y otras asociaciones", estima Manuela Rivero.

Además de un albergue unificado "con servicios como camas, taquillas y acompañamiento", la psicóloga de Humanos con recursos considera vital que se aplique "un nuevo enfoque" a la atención a las personas sin hogar. "Cuando una persona está buscando constantemente dónde dormir descuida el resto. Y nos encontramos con personas con problemas de adicciones a los que el Centro de Tratamiento Ambulatorio les da cita para dentro de un mes. Necesitamos centros con psicólogos y personal médico que atienda a la raíz del problema, además de a las necesidades más fundamentales", sugiere la psicóloga.