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El comedor Padre Cruceyra peligra por el recorte de las ayudas del IRPF

Cáritas alerta de que se han reducido en más del 50% los fondos que recibe por este concepto

El comedor social Padre Cruceyra, en la avenida Agustín Bálsamo de Algeciras / Jorge Del Águila
P–M. Durio

18 de enero 2019 - 22:19

Algeciras/El comedor Padre Cruceyra, que Cáritas Diocesana gestiona en Algeciras para atender a diario a 120 personas en situación de grave exclusión o sin hogar, ve peligrar su situación. La entidad religiosa ha visto reducidos en más del 50% los fondos que recibe anualmente de la asignación tributaria del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), situación que afectará de manera directa a los programas que se desarrollan dirigidos a las personas sin hogar, a la formación laboral o a las familias en exclusión social, que se verán “afectados gravemente”.

Cáritas adelanta que además del también conocido como Comedor del Carmen, el centro Madre Teresa de San Fernando, el único dispositivo de atención integral basado en procesos educativos personalizados para personas sin hogar, también peligra.

La directora general de esta institución, María del Mar Manuz, explica que a través de los fondos provenientes del IRPF, Cáritas sostiene proyectos de continuidad que atienden a personas y situaciones en las que la Administración no llega. Según el modo de funcionamiento de Cáritas, cada acción o programa va directamente asignado a un fondo económico concreto, de ahí que se señalen los equipamientos de San Fernando y Algeciras, “que se sustentan más directamente a través de esta financiación”.

La pérdida de fondos “agrava la situación económica que viene padeciendo Cáritas en los últimos años y que limita seriamente y perjudica su obra social”, traslada la responsable de Cáritas. La entidad puso en marcha hace dos años un firme plan de ajuste y contención del gasto, obligado por el descenso de subvenciones y ayudas, que conllevó incluso despidos entre los trabajadores de esta institución diocesana.

Ante esta situación, Cáritas ha lanzado un llamamiento a la ciudadanía y a las entidades privadas para colaborar y paliar esa pérdida de fondos procedentes del IRPF, de manera que “se pueda seguir dando respuesta efectiva a la demanda de ayuda que sigue recibiendo de miles de personas que acuden a ella, muchas veces derivadas por la propia administración”.

La entidad espera que ante la llegada de nuevos representantes públicos a la Junta de Andalucía “se abra una etapa de interlocución real y leal con las entidades sociales y un apoyo efectivo a los proyectos que se llevan a cabo por las entidades, reconociendo nuestro papel en la lucha contra la pobreza y a favor de la igualdad de oportunidades”.

La mención al nuevo gobierno de la Junta radica en que el problema de esta pérdida de fondos viene dado desde que en 2017 las administraciones autonómicas asumieron la competencia de esta gestión, hasta entonces en manos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. De hecho, denuncia Cáritas Regional que en dos años se ha reducido más de un millón de euros la ayuda recibida en Andalucía. Una cantidad que contrasta con los 40 millones de euros anuales que aseguran que dedican las diez Cáritas andaluzas en programas sociales.

Este cambio también afectó a otra institución en Algeciras, la Cruz Blanca, que para 2018 vio recortada en un 90% la subvención a recibir por la entidad respecto a la del año anterior. Con cargo al IRPF en 2017 recibió casi 800.000 euros, mientras que el año pasado solo ingresó 76.819.

“La reducción de estos fondos obliga a la entidad a realizar un sobreesfuerzo por mantener los servicios prestados desde hace muchos años que, en la mayoría de los casos, suplen la falta de recursos públicos”, ha indicado el responsable de Cáritas Andalucía, Mariano Pérez de Ayala, que ha puesto el acento de modo especial en el recorte de las ayudas dirigidas a personas sin hogar (casi medio millón de euros menos, asegura).

Esta bajada de las ayudas procedentes del IRPF se suma al descenso que ya venía padeciendo Cáritas de ayudas procedentes de las últimas convocatorias de subvenciones de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales para programas destinados a la exclusión social. Pérez de Ayala señala que de recibir más de 1,3 millones de euros en 2014 pasó a apenas 480.000 euros en 2018.

“Por cada euro que recibe Cáritas de la Junta de Andalucía, pone de sus propios recursos cuatro euros más; si nos recortan las escasas asignaciones públicas, los perjudicados serán los colectivos más vulnerables que atendemos”, afirmado el responsable de Cáritas Andalucía.

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