La Compañía Trasmediterránea en los puertos de Algeciras, Ceuta y Tánger (1917-1953)

La Compañía Trasmediterránea se constituyó en Barcelona el 25 de noviembre de 1916 con un capital social de 100 millones de pesetas, comenzado su actividad el primero de enero de 1917. El aporte financiero y de buques a la recién creada compañía procedía de las navieras Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, Sociedad Línea de Vapores Tintoré, Ferrer Peset Hermanos y Sociedad Anónima Navegación e Industria. A lo largo del año 1917 se adquirieron las flotas de la Compañía Marítima de Barcelona, la Compañía Anónima de Vapores Vinuesa y, un año después, la Isleña Marítima y la Compañía Mahonesa de Vapores (datos recogidos por Juan Carlos Díaz Lorenzo en su documentada Historia de la flota de Trasmediterránea, publicada en Madrid en 1998).

Por Real Orden de 12 de diciembre de 1917 del Ministerio de Fomento se unieron, a las líneas que poseía Trasmediterránea por subrogación de la Compañía Valenciana de Vapores Correos de África, nuevas líneas que unían Canarias con la Península y que, desde 1910, las tenía adjudicadas la Compañía Navegación e Industria. En 1918, la Compañía Trasmediterránea contaba con cincuenta y tres buques, número que se fue incrementando con nuevas unidades en los años siguientes.

En lo que se refiere a las líneas del Estrecho, entre los años 1917 y 1930 navegó en sus aguas el navío General Fernández Silvestre, hasta que entraron en servicio las motonaves Miguel Primo de Rivera y General Sanjurjo, cuando fue vendido a una empresa de San Sebastián que lo mantuvo en activo tres años hasta su desguace en 1933. Entre 1917 y 1926 navegó el J. B. Llovera que, como el General Fernández Silvestre, procedía de la Compañía Valencia de Vapores Correos de África. Estuvo en activo, de manera casi continua, en la línea Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger para carga y pasaje, hasta que el 26 de septiembre del año 1926, cuando debido a la espesa niebla que cubría las aguas del Estrecho, abordó por la banda de babor al otro navío de la Compañía, el A. Cola, con tan mala fortuna que el J.B. Llovera, que había salido del puerto de Tánger con destino al de Algeciras, se hundió en menos de media hora.

Otro vapor que procedía de la citada Compañía Valenciana era el Teodoro Llorente que estuvo al servicio de la Compañía Trasmediterránea entre los años 1917 y 1927, siendo enviado en 1924 para cubrir la línea Barcelona-Ibiza-Palma de Mallorca y desguazado en 1927 en el puerto de Barcelona. Un vapor que aparece en varias ocasiones en fotografías que se conservan en el Archivo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, y que estuvo en servicio en las líneas del Estrecho entre 1917 y 1925 fue el Hespérides (citado en un anterior capítulo de esta serie dedicado al tráfico comercial del puerto), de 907 toneladas de registro bruto, 59,46 metros de eslora, 8,84 metros de manga y 4,10 metros de calado, con una capacidad de 42 pasajeros en primera clase, 24 en segunda y un número indeterminado en tercera, además de transportar mercancías. Este magnífico barco había sido construido en los astilleros de Wigham Richardson & Co. de Newcastle en 1892 por encargo de la Sociedad Anónima Navegación e Industria, e incorporado a Trasmediterránea en 1916. En enero de 1917 pasó a cubrir las líneas del Estrecho, participando en 1925 en el Desembarco de Alhucemas transportando tropas desde Algeciras hasta Wad Lau. Posteriormente, amarrado en Málaga, fue adquirido por Vicente Martí para ser desguazado, siendo trasladado a Mahón donde se desmontó y vendió sus piezas en el año 1931.

Mención aparte merecen los dos buques gemelos: General Primo de Rivera y General Sanjurjo, de esbeltas líneas, que desde 1927 y 1928, respectivamente, y hasta 1953 cubrieron las líneas Algeciras-Ceuta y Algeciras-Tánger. El primero de ellos fue construido por la Unión Naval de Levante e incorporado a la flota de Trasmediterránea el 21 de enero de 1927.

La otra motonave, General Sanjurjo, también construida por la Unión Naval de Levante, fue botada el día 1º de agosto de 1928. Como le aconteció al General Primo de Rivera, con la proclamación de la República en abril de 1931, a ambos buques les fue cambiado sus nombres por el de Ciudad de Ceuta y Ciudad de Algeciras, continuando en su labor de buques correo y de pasaje entre las dos orillas hasta el 18 de julio de 1936 cuando pasaron al servicio de la Armada y del Ejército de África para participar, primero en el llamado Convoy de la Victoria y, luego, como barcos de patrulla en las aguas del Estrecho.

La crisis económica acontecida en los Estados Unidos y, luego extendida al resto del mundo en 1929, que provocó la caída de la actividad de las navieras, así como la fuerte competencia que hacia al puerto de Algeciras el de Gibraltar hicieron que, en el mes de agosto de 1933, el representante del Gobierno en la Compañía Trasmediterránea propusiera a la Junta de Obras del Puerto de Algeciras el poder abaratar las tarifas y que se dieran cuantas facilidades fuesen posibles “para que la corriente de tráfico de viajerosy automóviles de la zona francesa de Marruecos a España no se desviasepor Gibraltar, como ha comenzado a suceder aprovechando la economíay las facilidades que ofrece una Compañía de Navegación Inglesa”.

Teniendo en cuenta la relevancia que tuvieron para los puertos y las poblaciones de Algeciras, Ceuta y Tánger y para los territorios y los ciudadanos del Protectorado Español en Marruecos estas dos excelentes y muy marineras motonaves que unieron las ciudades y a los moradores de ambas orillas del Estrecho entre los años 1927 y 1953, cuando entraron en servicio los nuevos y modernos trasbordadores Victoria y Virgen de África (que se tratarán en un próximo capítulo) se expone, a continuación, de manera resumida, la historia de ambas emblemáticas embarcaciones:

El 'Ciudad de Algeciras' (1927-1976)

Fue construido por la Unión Naval de Levante mediante contrato suscrito el 25 de enero de 1925. Tenía 1.067 toneladas de registro bruto, 62,01 metros de eslora, 9,66 metros de manga y 3,50 metros de calado, con una capacidad de 124 pasajeros. El primer tramo de la quilla fue arbolado el 12 de junio en presencia del Príncipe de Asturias y del General Miguel Primo de Rivera, cuyo nombre ostentó el buque. Fue botado el 28 de julio de 1926 y entregado a la Compañía el 21 de enero de 1927, pasando a cubrir la línea Algeciras-Ceuta. Con la instauración de la Segunda República el 14 de abril de 1931, se le cambió el nombre por el de Ciudad de Algeciras. El 18 de julio de 1936 se hallaba atracado en el puerto de Ceuta pasando a estar bajo la autoridad del ejército rebelde.

Aquella misma noche hizo un viaje hasta Cádiz, escoltado por el destructor Churruca, transportando el Primer Tábor del Grupo de Regulares Indígenas de Ceuta, Nº 3, constituido por 220 hombres. El 5 de agosto participó en el conocido como Convoy de la Victoria. En los meses siguientes le fue montado armamento en el arsenal de La Carraca, realizando funciones de patrullero en aguas del Estrecho.

Finalizada la Guerra Civil volvió a enlazar los puertos de Algeciras y Ceuta, hasta que en el año 1953, con la entrada en servicio de los primeros trasbordadores construidos por la Empresa Nacional Elcano, fue destinado, junto con el Ciudad de Ceuta, a las líneas de Canarias. Luego cubrió la línea Ciudadela-Cabrera-Ibiza, hasta que se vendió el 15 de febrero de 1976, siendo adquirido por la Asociación Asturiana de Capitanes de la Marina Mercante que lo utilizó como sede social y biblioteca.

El 'Ciudad de Ceuta' (1928-1975)

Su construcción fue contratada por la Compañía Trasmediterránea a los astilleros de la Unión Naval de Levante el 5 de abril de 1927, siendo botado el 1 de agosto del año siguiente. Tenía 1.054 toneladas de registro bruto, 61,88 metros de eslora, 9,66 de manga y 4,15 de calado, con una capacidad de 135 pasajeros. Realizó las pruebas de mar, con el nombre de General Sanjurjo, el 4 de septiembre y entregado a la Compañía unos días más tarde que lo dedicó al servicio en la línea Algeciras-Tánger.

En abril de 1931 le fue cambiado el nombre por el de Ciudad de Ceuta. Participó, junto con el buque Ciudad de Algeciras, en el traslado de tropas desde Ceuta a este lado del Estrecho el 5 de agosto de 1936. Cuando el 7 de agosto el acorazado Jaime I bombardeó el puerto y la ciudad de Algeciras, alcanzó con sus disparos al Ciudad de Ceuta que sufrió diversos desperfectos en su obra muerta, a pesar de lo cual continuó con las labores de transporte de tropas y de material de guerra desde la otra orilla, hasta que, desaparecido el bloqueo marítimo en el Estrecho, pudo reanudar sus servicios regulares.

En 1953, una vez recibidos los nuevos trasbordadores para las líneas del Estrecho, fue destinado a Canarias, como su gemelo, y, en 1957, pasó a cubrir la línea Ceuta-Melilla. En este servicio estaba cuando, el 21 de noviembre de 1958, después de salir del Peñón de Vélez de la Gomera, quedó varado en un bajío. Remolcado con éxito por el trasbordador Victoria, siguió ejerciendo su cometido hasta que, en 1975 causó baja en la lista de Trasmediterránea para ser adquirido por la Asociación Vizcaína de Capitanes de la Marina Mercante que lo amarró a puerto en la ría de Bilbao donde, en 1983, una riada le causó tan grandes daños que tuvo que ser desguazado.