Construcción del muelle de la Galera: Ministerio de Guerra contra Fomento (1913-1932)
Fragmentos de la historia del puerto de Algeciras (1906-1980)
El ambicioso proyecto Puerto de Refugio de 1908 se topó con numerosas complicaciones, retrasos y conflictos políticos
Fomento priorizó el rompeolas de la Isla Verde y Guerra impuso el carácter militar del nuevo muelle
Creación de la Junta de obras del Puerto de Algeciras (1906-1907)
Algeciras/Entre las obras propuestas por el Ingeniero Director, José Rodríguez de Rivera, en su ambicioso proyecto de un “Puerto de Refugio en Algeciras de 1908”, dos eran consideradas prioritarias por la Junta de Obras del Puerto y las autoridades municipales: la construcción del rompeolas de la Isla Verde y la del muelle de la Galera. La primera para habilitar una zona de aguas abrigadas que posibilitara el fondeo y el atraque de los buques sin el riesgo de ser arrojados contra la costa por los temporales del sudeste que azotaban el litoral de Algeciras; y la otra por la urgente necesidad de contar con líneas de atraque para las embarcaciones mercantes y de pasajeros y de superficies para el depósito de mercancías que el reducido muelle Viejo no podía proporcionar.
Sin embargo, el comienzo de ambas obras adoleció de numerosas complicaciones y retrasos; algunas de índole técnica y económica; aunque, en el caso del muelle de la Galera, fueron de tipo político. La Junta de Obras el Puerto, la corporación municipal y el propio Ministerio de Fomento entendían que antes de acometer las obras del muelle era necesario contar con una amplia superficie de aguas abrigadas que lo defendiera de los temporales construyendo el llamado rompeolas de la Isla Verde. Sin embargo el Ministerio de Guerra estaba decidido a que primero se llevaran a cabo las obras el muelle, porque lo necesitaba para poder embarcar tropas y material de guerra con destino a Ceuta y al Protectorado Español de Marruecos. Oponiéndose a los intereses de Fomento y de las autoridades portuarias y municipales de Algeciras, el Ministerio de Guerra declaró el de la Galera “muelle de carácter militar”. En esa pugna salió vencedor el de Guerra y, en el mes de mayo del año 1913 comenzaron las obras del muelle de la Galera, por entonces “de Alfonso XIII”.
1. Tramitación del proyecto
En el mes de octubre de 1911 la Junta de Obras del Puerto recibió noticias favorables del proyecto del muelle de la Galera que se tramitaba en Madrid. En sesión celebrada el 7 de octubre de ese año su Presidente dio cuenta de "las favorables impresiones que le ha manifestado el Diputado por el Distrito de Algeciras, don José Luis de Torres, que hacen concebir fundadas esperanzas de que la ejecución del muelle de la Galera sea un hecho en plazo breve. Por sus informes se sabe que dos terceras partes del importe del presupuesto aparecen consignadas en los Presupuestos Generales que se discuten en las Cortes, siendo segura su aprobación".
El 16 de noviembre de 1912 fue nombrado nuevo Ingeniero Director de la Junta de Obras, don Ramón Martínez de Campos. Una vez que hubo tomado posesión, viajó a Madrid para conocer de primera mano el estado en que se encontraban el proyecto y la aprobación de las posibles subvenciones. El asunto parecía estar totalmente encarrilado. Don José de Torres comunicó a la Junta que la subasta de las obras se realizaría el 10 de abril. Sin embargo, una vez celebrada, quedó desierta. Pero el ministro Villanueva, cumpliendo la promesa que había hecho en el transcurso de su visita a Algeciras, dispuso el 12 de mayo de 1913 que la Junta ejecutara las obras del muelle mediante el sistema de administración, es decir, contratadas directamente por el Ministerio.
2. Descripción y desarrollo de las obras
Los trabajos se iniciaron, a mediados de mayo, con la construcción de los muros norte y sur, el segundo de ellos continuación del muro de encauzamiento del río de la Miel, así como con el relleno del muelle Viejo. Transcurrido un año, el Ingeniero Director señalaba que, "aunque desabrigado todavía por no existir el rompeolas de la Isla Verde, (el muelle) ha resistido muy bien los grandes y repetidos temporales, y ello se debe a que los cimientos se encuentran a bastante profundidad, y a que los bloques, aunque pequeños, están colocados a tizón con lo que ofrecen estabilidad a la obra".
El estallido de la 1ª Guerra Mundial tuvo una influencia negativa en el desarrollo de las obras del muelle. A principios del año 1916 los trabajos estaban cercanos a su paralización por falta de recursos y materiales. La Junta, ante la imposibilidad de lograr por sus medios el desbloqueo de las subvenciones, solicitó la mediación del Gobernador Militar del Campo de Gibraltar, que logró evitar la paralización de las obras. Pero, estando próxima la aprobación del 2º reformado del muelle, se temía que las obras se paralizaran "al verse afectadas por la situación poco desahogada del Erario Público a causa de la guerra europea", escribe el Ingeniero Director.
El 13 de octubre de ese año, éste comunicó a la Junta que se prosigue "la construcción del muro trasversal del muelle, continúan los dragados, los norays han sido ya pedidos y empiezan los acopios por parte de los destajistas que con los rellenos que se están llevando a cabo se podrá proceder a la colocación del adoquinado". Sin embargo, aquel otoño la Junta se vio obligada de despedir a una parte de los obreros que habían trabajado en los destajos. Para intentar paliar este problema social, el Ingeniero Director presentó, con carácter de urgencia, el día 15 de noviembre de 1916, los siguientes proyectos para su aprobación por la Junta y posterior envío al Ministerio de Fomento: “Proyecto de servicio de alumbrado, retretes y accesorios”; “Proyecto de contención de arenas de la dársena” y “Proyecto de obras complementarias.”
Finalizadas las obras de infraestructura del primer tramo del muelle de la Galera, era necesario proceder a la dotación de los equipamientos imprescindibles para poder hacer operativo el muelle recién construido y estos proyectos tenían ese cometido. Como refiere el Ingeniero Director, consistían en "dotar al muelle de la Galera de algunos de los elementos más necesarios para su explotación. Para explotar un muelle hay que dotarlo de medios para alumbrarlo y donde poder amarrar los buques". Por Real Orden de 4 de diciembre de 1916 se aprobó el primero de los citados proyectos y por otra del 14 del mismo mes el segundo. Se tiene constancia documental de que las obras se reiniciaron con rapidez, al menos la instalación eléctrica, la colocación de norays y otros elementos de amarre, además del tendido de una tubería para el servicio de aguada concedido a la “Sociedad Fomento de la Bahía de Algeciras”.
3. El material flotante y la necesidad de contar con buzos
En los meses previos al inicio de las obras, el Ingeniero Director había comunicado a la Junta las enormes dificultades con que se iba a encontrar para poder acometerlas, dada la escasez de medios de que disponía, tan necesarios para desarrollar un proyecto de tanta envergadura. En la sesión del 8 de marzo de 1913 expuso la necesidad de adquirir dragas para excavar las zanjas de los cimientos sobre los que deberían colocarse las bases de los muros exteriores, así como grúas capaces de levantar los bloques artificiales que se habrían de construir. A raíz de esta reunión, la Junta comenzó a hacer gestiones en el puerto de Barcelona para lograr la cesión o compra de algunas grúas; con el de Almería para alquilar la draga de ese nombre que trabajaba en aquel puerto, y con la Junta de Obras del Puerto de Cádiz para lograr la cesión de otra que estaba a su servicio. En el mes de julio de 1913 ya estaba trabajando en las obras del muelle de la Galera la draga Almería. Sin embargo, la falta de medios auxiliares adecuados, sobre todo de una grúa capaz de levantar y transportar los bloques y de buzos estaba ocasionando la demora en los trabajos. Ante las apremiantes demandas del Ingeniero, la Junta, en sesión celebrada el 7 de agosto de 1913, "animada de los más vivos deseos de ver construida la parte principal del muelle de la Galera, para contar con atraques y que se aprovechen debidamente los crecidos gastos que se están efectuando, acuerda que se hagan cuantas gestiones estén previstas para conseguir el número de buzos que el Sr. Ingeniero crea necesarios, para lo que se telegrafiará a los puertos donde se considere puedan encontrarse". Como la draga “Almería” se consideraba insuficiente para los trabajos que se habían de realizar, se hicieron gestiones acerca de la Junta de Obras del Puerto de Cádiz para el alquiler de la draga de rosario denominada Montañés. En la sesión del 14 de enero de 1914 se tomó el acuerdo de alquilar dicha draga por el precio 1.000 pesetas mensuales.
A mediados del año 1916 la Junta contaba con el siguiente material flotante: la draga Almería, la draga Priestman -propiedad de la Jefatura Provincial de Obras Públicas-, los remolcadores Carmen y Luz de Levante, que se utilizaban para el transporte de piedras, además de una barca para maquinaria de buzos y varias chalanas para el transporte de piedras. En el mes de octubre de 1916, las obras del muelle de la Galera se hallaban muy adelantadas. A pesar de los momentos críticos en que el retraso de las liquidaciones puso en peligro la continuidad de los trabajos, éstos se desarrollaron sin interrupción relevante entre 1913 y 1916. Incluso, en algunos períodos, la Junta había procedido a contratar a cierto número de trabajadores que, unidos al personal fijo, hizo disminuir en parte la crisis laboral que aquejaba a la ciudad.
El primer tramo del muelle de la Galera estaba totalmente terminado a mediados del año 1917. Por Real Orden de 14 de octubre de 1920 se aprobó el Proyecto de Prolongación de dicho muelle hasta el bajo de los Patrones, presentado por el Ingeniero Director el 23 de julio de aquel año. La construcción del emblemático muelle de la Galera, con su prolongación, quedó finalizada en el año 1932.
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