Una decena de personas entraron en la casa de los Benítez antes del incendio

Vecinos de Las Gardenias aseguran que iban armados con palos y que abandonaron el bloque por el garaje o la azotea en cinco minutos

Un obrero tapia la entrada a la vivienda de la familia Benítez.
Un obrero tapia la entrada a la vivienda de la familia Benítez. / Reportaje Gráfico: Erasmo Fenoy

Algeciras/La barriada de El Saladillo comienza a recuperar la calma. En José de Espronceda la vida vuelve a parecer normal entre los cafés del bar Romino y las charlas en la plaza de los pisos marrones.

En la calle nada apunta a que en ese mismo lugar, solo 24 horas antes, sus vecinos fueran presos del pánico que derivó del incendio acacecido en la primera planta del número 3 del residencial Las Gardenias.

El miedo inundó el edificio mucho antes de que el humo comenzara a salir por la ventana del que hasta el pasado viernes era el domicilio de la familia Benítez.Todo empezó el mismo día en que el menor de ellos, dicen los residentes en el barrio, acabó con la vida de Camarón.

El número 3 de Las Gardenias tiene ocho plantas y cuatro viviendas por cada una de ellas. Un vecino que pasa por José de Espronceda asegura que solo quedan cinco familias en el bloque. "El resto se han marchado de sus casas por temor a que continúen las represalias. Algunos incluso han recalado fuera de Algeciras", dice este vecino que viste un polo con un pequeño golfista cosido al lado izquierdo de la prenda y unas playeras.

Un grupo de cinco residentes en el bloque que sufrió la quema acudió el sábado a la Comisaría del Embarcadero. Allí denunciaron que la situación en el barrio era insostenible y explicaron lo que días más tarde parece tratarse de una deplorable predicción: "Necesitamos policía en la calle, nos van a quemar el bloque".

Los denunciantes lamentan que nadie se apostase en el lugar de los hechos. Se quejan de que se hiciera caso omiso a su advertencia. "Aquí no ha habido presencia policial alguna. Nunca. Hemos visto pasar coches que patrullaban de forma rutinaria como hacían todos los días antes de que apuñalaran a Camarón: bajaban la cuesta desde el Romino y salían a Pescadores. Nada más", argumentan. En Las Gardenias no creen que hubiera efectivos de paisano, puesto que lo que se necesitaba en el barrio era un coche de policía que abortase los actos vandálicos.

La denuncia de los vecinos entronca con las declaraciones realizadas ayer por el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. "Policía Local y Nacional están presentes en el entorno para evitar agresiones entre las familias implicadas. Se trata de una presencia activa, no pasiva", dijo el primer edil.

El fuego en el inmueble que abandonaron los Benítez el pasado viernes provocó que nueve personas, tres de ellas menores de edad, precisaran de atención médica por inahalación de humo. No solo dañó al que estuvo expuesto al humo, sino que provocó multitud de crisis de ansiedad a otros.

El rellano de la primera planta parece sacado del cine bélico. No huele a pólvora, pero el hedor del hollín que cubre la pared no da tregua.

Un vecino se muestra triste al narrar los últimos cinco días vividos. "Cuando los bomberos se marcharon aún salía humo de algunos de los muebles. Estuvimos intranquilos hasta la noche. Hemos tenido que pagar nosotros el tapiado de la puerta y encima el seguro de la casa indemnizará a los Benítez. Encima van a salir hasta ganando", espeta. Acto seguido la chica rubia de unos diez años que lo acompaña le coge de la mano. "Vámonos, papá", ordena la pequeña.

Las Gardenias intenta recuperar la tranquilidad como puede. Los dos ascensores no funcionan desde la mañana de ayer. La empresa no ha acudido a susbsanar la avería. Un hombre con problemas cardíacos del octavo no puede salir de casa. El presidente de la comunidad aprovecha para denunciarlo. Dicho queda.

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