La destrucción de Algeciras en 1375 (II)

OBSERVATORIO DE LA TROCHA - NUESTRA APASIONANTE HISTORIA

La edificación de un importante sector de la Alhambra de Granada tuvo carácter de monumento conmemorativo de aquel último gran éxito de los musulmanes en España

La destrucción de Algeciras en 1375 (I)

pinturas figurativas en las bóvedas de la sala de los Reyes de la Alhambra, encargadas por Muhammad V y que al parecer representan a los reyes de la dinastía Nazarí.
pinturas figurativas en las bóvedas de la sala de los Reyes de la Alhambra, encargadas por Muhammad V y que al parecer representan a los reyes de la dinastía Nazarí.
Carlos Gómez De Avellaneda Sabio - Cronista oficial de Algeciras

14 de junio 2024 - 02:00

La conquista de Algeciras repercute en Oriente. La carta a la Meca y la realidad. En el códice escurialense 1825, entre otros textos, se conserva una copia de la carta o risala enviada al sepulcro del profeta Muhammad y a la autoridad de la ciudad santa de Meca refiriéndose a los hechos de armas del rey de Granada, Muhammad V. Fue redactada por Ibn-al-Jatib en octubre de 1369 y pese a relatar la “conquista” nazarí de Algeciras, ( )la utilidad de este documento queda muy disminuida por el estilo ampuloso y excesivamente literario de su redactor, cuyas metáforas provocaron muchos problemas de traducción. El resultado es ramplón y a veces incomprensible, siendo necesaria una traducción actualizada, pero analizando ese bosque de expresiones poéticas al servicio de la propaganda y la vanidad se puede extraer algún dato de cierto interés:

A) Los cristianos habían reforzado cuidadosamente las defensas de la ciudad tras la conquista de esta y la arqueología ha documentado recientemente como obra cristiana el espectacular conjunto de torres y fosos de la llamada -en la planimetría del S. XVIII-Puerta de Gibraltar. De esto se hacen eco los investigadores Tomasseti, en 2009; Jiménez-Camino en 2011; Jiménez-Camino y otros en 2012; y López Fernández en 2012. Aparte de la obligada mención de murallas y torres, al parecer llamó la atención de los granadinos el foso, “de roca importada”, con lo cual el autor de la misiva posiblemente quiso indicar el exotismo de su perfecta labra en cantería y la siguiente frase “y el muro en sentido inverso”, dejando aparte la defectuosa traducción de todo el documento, parece referirse al talud inverso de la contraescarpa, también en el foso.

B) Primero entraron en el recinto al sur del río: “y se apoderaron de su hijuela, la ciudad Alboniya”. Como tenemos serias dudas de que existiera un verdadero asalto, habría que interpretar la afirmación como una simple entrada oficial o toma de posesión. El mismo orden se había seguido en 1344, y es que posiblemente el núcleo al sur del río, antigua ciudad palatina, ejercía la función de alcazaba principal de las dos ciudades, donde estaba la sede del poder político y militar.

Espada de protocolo de Muhammad V con inscripción relativa a su “conquista” de Algeciras.
Espada de protocolo de Muhammad V con inscripción relativa a su “conquista” de Algeciras.

C) A continuación, el núcleo al norte del río: “Después se dirigieron los esfuerzos de los fieles contra la ciudad grande y rodearon con un muro a la muralla de aquella”. Esto último, más que exageración, es directamente una mentira, pues en tan poco tiempo era imposible para el ejército granadino el realizar una obra de contravalación de esa envergadura.

D) Hubo capitulación: “Entonces fue solicitado (por los infieles) el salvoconducto para la salida”.

Algeciras en la Alhambra

Muhammad V se valió de todos los medios a su alcance para magnificar e inmortalizar su afortunada actuación en Algeciras con hábiles actuaciones de propaganda. A consecuencia de su periodo de éxitos, adoptó el “laqab” o sobrenombre de “al-Gani bi-Llah”( ) (el satisfecho de Dios),( )reforzó su titulación de Califa de Granada, según Rubiera Mata, envió la citada carta a oriente relatando la recuperación de Algeciras para el Islam, traicionando de paso su pacto con el sultán mariní al atribuirse todo el mérito, e incluso según han publicado Martínez Enamorado y Antonio Torremocha, hizo grabar en su espada de protocolo una inscripción celebrando la conquista de la ciudad.

Un asunto también poco divulgado es la relación de Algeciras con la Alhambra, pues no solo se menciona en una inscripción la victoria lograda por Muhammad V sino que la edificación de un importante sector del conjunto palacial tuvo carácter de monumento conmemorativo de aquel último gran éxito de los musulmanes en España. Fue Lafuente quien primero se aproximó al tema en 1879, así como Gómez Moreno en 1892 y Gaspar Remiro en 1915, para ser tratado con más profundidad el asunto por Torres Balbás( )en 1949 y 1953. Llegamos así a las decisivas aportaciones de Oleg Grábar en 1980 y 2006, cuya línea siguen otros autores como Bermúdez, (1978); Cid, (1989); Torremocha, (1994); Borrás, (1996 y 2014); Puerta, (2010 y 2007); Malpica, (2002- 2007); Rubiera, (2008); Momplet (2008), así como Irwin en 2010.

En un “mawlid” o celebración del día en que nació el profeta Muhammad, ( )según Ibn-al-Jatib se recitó una extensa “qasida” de más de noventa versos, obra de Ibn Zamrak, tras la culminación por Muhammad V de parte de las edificaciones de su palacio de la Alhambra. Estos son los dos primeros versos de esta composición: “Y has conquistado Algeciras con la fuerza de la espada abriendo una puerta que se hallaba desconocida a nuestra victoria…”.

Fachada del palacio de Comares, con el exterior de la Sala de la Baraka o “de la barca” en la Alhambra de Granada, levantada como monumento conmemorativo de la recuperación de Algeciras por el mundo musulmán.
Fachada del palacio de Comares, con el exterior de la Sala de la Baraka o “de la barca” en la Alhambra de Granada, levantada como monumento conmemorativo de la recuperación de Algeciras por el mundo musulmán.

Ese texto se hizo figurar en caracteres nasjies en el paramento interior del pórtico norte, la famosa sala de la barca, nombre derivado en realidad de la palabra baraka o suerte providencial. La citada inscripción está sobre el zócalo de azulejos y ha sido muy útil al permitir datar la obra tras la toma de Algeciras en 1369. Diversos autores siguen a Oleg Grabar en su conclusión de que las edificaciones de Muhammad V tenían carácter triunfal para conmemorar sus éxitos, como la recuperación del trono en 1362, y sobre todo la afortunada “conquista” de Algeciras en 1369.( )También es muy posible que estas construcciones áulicas estuvieran financiadas con el botín obtenido en Algeciras.

Las primeras medidas nazaríes y el intento de repoblación

Se sabe poco sobre la ciudad en estos controvertidos seis años, salvo el que Ibn Jaldun refiere que Muhammad V instaló en ella a uno de sus oficiales como gobernador, siendo dedicadas las iglesias al culto musulmány continuando el puerto con parte de sus actividades, ahora bajo control granadino.

Pero lo más interesante ha pasado desapercibido: “En el mes de septiembre desbarató el capitán Micer Leon la flota de los moros que salían de algezira para traer a sus mujeres…”. O sea, desde un primer momento, los granadinos pensaron en una repoblación que hubiera reintegrado la ciudad con pleno derecho al mundo musulmán. El nombre del capitán, Micer León, delata su origen genovés y menos probablemente aragonés. En aquellos años, los marinos genoveses, ya fueran comerciantes o piratas, eran muy activos en el Mediterráneo occidental.

Detalle de la Sala de la Barca o de la Baraka o “buena suerte providencial”, sector de la Alhambra que fue construido para conmemorar la “conquista” de Algeciras en 1369.
Detalle de la Sala de la Barca o de la Baraka o “buena suerte providencial”, sector de la Alhambra que fue construido para conmemorar la “conquista” de Algeciras en 1369.

El nuevo periodo no parece indicar reactivación del poblamiento e incremento demográfico, sino una situación de crisis. Tras el fracaso de la inicial operación de repoblamiento, no sabemos si este se intentó en más ocasiones por mar o si se utilizó la vía terrestre, pero el desastre del primer intento dejó constato la peligrosidad del enclave para el asentamiento de población civil, iniciando el fracaso de la repoblación nazarí.

Cómo se formó una leyenda histórica. Casi nada se sabe del tiempo en que la ciudad perteneció al reino de Granada, aunque no ha de extrañar( )dado el silencio de las fuentes en otros muchos momentos y lugares, ya que se solían recoger preferentemente los acontecimientos político-militares y al parecer nada importante sucedió en los escasos años en que la ciudad perteneció de nuevo a los granadinos.

La versión tradicional. En el caso de Algeciras, la simplificación de la realidad la deformó y creó esta leyenda histórica: “Algeciras fue conquistada por el rey de Granada, y no pudiéndola retener en su poder, a continuación la destruyó hasta los cimientos”.( )

A lo largo de mucho tiempo, incluso siglos, esta fue la única versión admitida y como puede verse en multitud de autores. (Barrantes 1541; Portillo 1610-1622; Madoz, 1845-1850, Santacana 1901; Petinto 1944, Delgado 1969; Abellán 1983, etc.).

El error fue llevado al extremo en 1990: “…el sultán de Granada reconquistó la ciudad, con el único fin de destruirla, en 1368-1369” (Goodwin). No profundizaremos en el origen de esta leyenda mantenida con extraña insistencia hasta nuestros días, pero intentaremos contribuir al esclarecimiento de la verdad: el error arranca de la escasa duración de ese último periodo granadino, de solo seis años, tiempo muy corto no tenido en cuenta a causa de la excesiva simplificación de algunos cronistas. Estos, primero citan el hecho de la conquista pero, al referirse a continuación a la destrucción, omiten el tiempo transcurrido entre una y otra acción, dando a entender que la destrucción fue inmediatamente a continuación de la conquista, en el mismo año 1369, lo cual es absurdo por varios motivos:

A) Muhammad V, embarcado en una guerra cuyo resultado podía ser incierto, no podía distraer fuerzas en la destrucción de la ciudad, sino a lo sumo, tras el saqueo de rigor, recurrir al incendio de viviendas, con el derribo de algunas edificaciones, lo cual hubiera dejado intactas las fortificaciones y sobre todo el puerto interior, principales valores de la ciudad.

B) La recuperación de Algeciras se consideró un logro del mundo musulmán, que así se recuperaba de una pérdida que fue traumática, como revelan varias fuentes, como Al-Qalqasandi o incluso el famoso Ibn Battuta. El acontecimiento fue exaltado al máximo, como por ejemplo en la alucinante carta remitida a oriente, donde se presume de conquista y restauración del islam, sin referencia a la destrucción, lo cual hubiera sido contradictorio y al edificar parte de la Alhambra para conmemorar la hazaña (considerada la última gran victoria musulmana en España) no se celebraba precisamente una destrucción.

El error nace ya en época cercana a los hechos, siendo un ejemplo Pero López de Ayala (1332-1407), que en su Crónica de Enrique II escribe: “Estando el rey don Enrique en Portugal faciendo guerra este año que dicho avemos, ovo nuevas como la cibdad de Algecira, por mal recabdo que en ella avia, la avian cobrado los moros, e que el rey de Granada viniera y por su cuerpo, e como después que la cobrara la mandara destroir, e derribar los muros.”

Efectivamente, la ciudad fue destruida tras su conquista, pero seis años más tarde.

La fuente más fiable y la aproximación a la realidad. Ibn Jaldun, tenido hoy por el mejor historiador medieval y uno de los primeros en tener criterios modernos, escribió: “Abnalamar (se refiere al sultán) instaló en ella a uno de sus oficiales como gobernador; más después, temiendo ver recaer la plaza en poder de los cristianos, la hizo destruir, entre los años 780 y 790”.( )

O sea, ya Ibn Jaldun sabía que entre la conquista y la destrucción habían transcurrido algunos años sin saber su número exacto, que estimó en una década por aproximación.

La traducción y divulgación de las obras de Ibn Jaldun empezó a arrojar luz sobre el problema, como en el caso de Mariano Gaspar Remiro, que ya en 1915 reflejó la diferencia, pero no tuvo conciencia de la trascendencia de la fuente que había manejado con respecto al mencionado error histórico, al igual que Leopoldo Torres Balbás, que también en utiliza la versión de Ibn Jaldun en una de sus obras. Debido a la falta de difusión tanto de la fuente como de estos primeros trabajos que la tienen en cuenta, la mencionada leyenda se mantuvo en vigor hasta principios de los años 80 del siglo XX, como hemos visto, hasta 1983, en que esta aproximación a la fecha real es ampliamente divulgada por Antonio Torremocha Silva en todas sus publicaciones sobre la Edad Media en Algeciras, abriéndose así a la investigación un periodo ignorado en la historia de Algeciras, hoy aceptado por medievalistas de la talla de Manuel López Fernández.

En la siguiente entrega de este artículo daremos a conocer una fuente olvidada que nos da la fecha exacta de la destrucción y las verdaderas causas que la motivaron.

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