La destrucción de Algeciras en 1375 (y III)

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Las noticias históricas sobre Algeciras permiten deducir su importancia entre 1344 y 1369, pero la pérdida de toda la documentación, nos ha privado de información sobre su organización interior y vida ciudadana

La destrucción de Algeciras en 1375 (II)

La destrucción de Algeciras en 1375 (I)

Algún autor ha considerado esta imagen como una representación del sultán granadino Muhammad V. Pinturas de soberanos nazaríes en una bóveda de la sala de Los Reyes, en la Alhambra.
Algún autor ha considerado esta imagen como una representación del sultán granadino Muhammad V. Pinturas de soberanos nazaríes en una bóveda de la sala de Los Reyes, en la Alhambra. / E. S.
Carlos Gómez de Avellaneda Sabio - Cronista Oficial de Algeciras

21 de junio 2024 - 02:00

Algeciras/Verdadera fecha de la destrucción. Una fuente no utilizada hasta ahora en relación con Algeciras nos da el año exacto de la destrucción. Se trata de la Crónica de España, iniciada por el Arzobispo D. Rodrigo Jiménez de Rada. Fue continuada por Gonzalo de la Hinojosa, obispo de Burgos y después hasta 1430 por un redactor anónimo. En el capítulo CCLM, De cómo reino el Rey D. Enrique e de lo que acaeció en su época, en la pág. 413 puede leerse: "1375. En este año derribaron los moros Algezira por suelo según esta oy dia". Escrito al margen de esta frase: Algeciras fue todo asolada.

Por lo tanto, se resuelve la duda de Ibn Jaldun, que situaba la destrucción en la década comprendida entre1369 y 1379, sin precisar el año. Queda así reducido el controvertido periodo granadino a solo seis años en vez de una supuesta década, lo cual contribuye a comprender la confusión de la historiografía cristiana al simplificar y terminar creando la leyenda de la conquista seguida de la inmediata destrucción.

Verdaderas causas de la destrucción. El final de la Algeciras medieval pese a ser citado mecánicamente en la historiografía, aún no ha sido analizado como merece. Sobre las causas de la destrucción, se ha ido formando otra leyenda, según la cual la repoblación cristiana había fracasado y la ciudad estaba en decadencia… eso no es cierto, pues Algeciras era en 1369 una de las ciudades más importantes del litoral, aunque durante la guerra civil castellana a veces precisó suministros de las ciudades del interior, con carácter puntual cosa que no ha de extrañar en periodos de crisis y desorden.

Ante esta circunstancia, algunos historiadores se han dejado influir por los problemas de suministro de plazas de la frontera, que en el siglo XV estaban muy internadas en territorio enemigo y a veces eran mantenidas artificialmente con gran esfuerzo desde Jerez, como es el caso de Jimena de la Frontera. Esos historiadores han olvidado que el territorio de Algeciras estaba en territorio cristiano, inmediato a los términos de Tarifa y Jerez, cristianos desde el siglo XIII y podía ser abastecida con bastante facilidad en caso de apuro. Además era un puerto muy importante lo que significaba no solo el fácil contacto con el resto del mundo sino un espléndido motor económico para la ciudad en la cual la repoblación no había ni por un momento fracasado.

La autoría cristiana de las murallas del norte, junto a la puerta llamada de Gibraltar, ha sido probada por la epigrafía recuperada en las excavaciones.
La autoría cristiana de las murallas del norte, junto a la puerta llamada de Gibraltar, ha sido probada por la epigrafía recuperada en las excavaciones. / E. S.

Las noticias históricas sobre Algeciras permiten deducir su importancia entre 1344 y 1369, pero la pérdida de toda la documentación archivística local, generada en ese cuarto de siglo, a causa de la ocupación nazarí de 1369, nos ha privado de cualquier información sobre su organización interior y vida ciudadana. Ese silencio ha sido mal interpretado y con él se ha intentado demostrar ese pretendido fracaso en la repoblación.

Si la ciudad fue conquistada con tanta facilidad por los granadinos, aun teniendo sus defensas intactas, fue por estar desguarnecida y esto lo sabía mejor que nadie Muhammad V que se vio favorecido por otro inesperado golpe de fortuna. Preocupados con su creciente decadencia y la multiplicación de problemas internos, los mariníes renuncian definitivamente a sus intereses en España y en 1375 ceden sus últimas posesiones, -entre ellas Gibraltar- al reino de Granada. (Harvey, 1992; Lane 2014). El sultán granadino se vio forzado a elegir: por un lado, Gibraltar, una ciudad entonces pequeña, con mediocre puerto y problemas de conectividad, pero favorecida por la naturaleza en el plano defensivo, siendo inexpugnable si estaba bien provista de tropas. (Torres Balbás, 1942; Torremocha y Sáez, 1998 y 2001; Sáez 2007).

De otra parte, una gran ciudad, Algeciras, con un excelente puerto, pero donde había fracasado la repoblación granadina, estando muy poco poblada, y además con unos recintos fortificados demasiado extensos para ser adecuadamente cubiertos por las escasas tropas granadinas. En el momento en que un ejército poderoso hubiera atacado, la ciudad se defendería con dificultad, y podría incluso caer tan fácilmente como en 1369. Al recibir Gibraltar, eran necesarias más fuerzas para cubrirlo también y Muhammad V, antes de perder dos ciudades, se concentró en la más fácilmente defendible, quedando sellada la suerte de Algeciras.

Base de una de las torres medievales destruidas con el procedimiento descrito en el texto.
Base de una de las torres medievales destruidas con el procedimiento descrito en el texto. / E. S.

La destrucción en sí. La guarnición de Algeciras pasó a Gibraltar, defendiéndolo con más facilidad debido a su peculiar topografía y la escasa población civil también encontraría acomodo allí. Los nazaríes apostaron por la potenciación de Gibraltar no solo como fortaleza sino como ciudad, pero nunca debió tener mucha población, debido a sus problemas de conectividad. El rey de Granada no podía abandonar sin más Algeciras, dejándola intacta para que sus enemigos se instalaran en ella y tuvo que recurrir a una operación de las hoy conocidas como de “tierra quemada” para disuadir tanto a cristianos como a futuros rivales africanos, sobre lo que existe cierta referencia en las fuentes. Esto supuso una operación costosa, lenta, bien planeada y ejecutada, tras decisión tomada no en la euforia de la victoria, como se ha creído durante mucho tiempo, sino cinco años más tarde y tras la que debió ser triste reflexión.

Sobre los elementos a destruir se pueden establecer tres tipos:

Arquitectura civil y religiosa. Esto supuso una tarea larga, dada la extensa superficie de la ciudad, pero sin grandes dificultades técnicas, dada la poca consistencia de los materiales empleados por la arquitectura residencial en el occidente musulmán. Además, según una fuente poco conocida y recientemente actualizada (Sabio, 2008) en la Algeciras cristiana había muchas casas “obradas con madera de alerze e de pino e de otras maderas buenas”, lo cual podemos relacionar con la importante industria local de la construcción naval y que significa precisamente una arquitectura fácil de desmontar…Sin embargo, los escombros generados por el derribo de las casas tuvieron que resultar muy útiles por su facilidad de transporte, como veremos más adelante.

Caso diferente es el de ciertas estructuras palaciales, que a pesar del esfuerzo realizado en su anulación todavía afloraban en siglos posteriores y son representadas en planos del siglo XVIII. Las mezquitas modestas son tan débiles como las casas populares y las de cierta importancia tampoco debieron ser un gran obstáculo para su demolición. Todos los elementos ornamentales reutilizables o sea, constituyentes del siempre tan utilizado “material de acarreo”, debieron ser evacuados, no solo a Gibraltar, sino a otras poblaciones del reino granadino.

Fortificaciones. En la insegura Edad Media, una ciudad sin fortificaciones no podía sobrevivir, y por ello se puso el máximo empeño en inutilizar los formidables recintos defensivos de la ciudad, lo cual si suponía una considerable dificultad técnica.

Las excavaciones realizadas en el sector norte de las murallas, en el núcleo urbano al norte del río o verdadera villa vieja, han permitido estudiar el procedimiento empleado en el derribo de las torres: se eliminaban varias hiladas de cantería a poca distancia del suelo y se profundizaba en el hueco resultante. Al mismo tiempo, cada sillar era sustituido en su función por un fuerte taco de madera, formando hiladas de este material, a las que finalmente se prendía fuego. Las estructuras superiores, privadas de sustentación, se desequilibraban, basculaban hacia adelante y se derrumbaban provocando la destrucción total de las partes superiores, pero estaban tan bien construidas que las zonas medias tendían a conservar su forma, aún caídas grotescamente, pero inutilizando cada torre en su función para un uso inmediato y casi imposibilitando su rehabilitación. (Torremocha 1994 y1999; Torremocha y Sáez, 2001).

Los fosos se rellenaron con restos disgregados de las murallas, complementados con los escombros de las casas cercanas. Precisamente en ellos se han recuperado las fuentes epigráficas que documentan esas imponentes murallas al norte de la ciudad como obra cristiana y no mariní, Véase Tomassetti (2009); Jiménez-Camino (2011); Jiménez-Camino, Perles, Oliva de Cozar y Tomassetti (2012).

El puerto y sus estructuras. La capacidad portuaria de Algeciras era la razón de su existencia y su puerto interior, localizable en la actual Plaza Baja o de N.S. de la Palma, el principal objetivo a eliminar, una tarea ingente pero sencilla,pues al ser puerto interior fortificado, fue colmatado con escombros del derribo. Ciertas características del material arqueológico extraído en los dragados del fondo marino frontero a la desembocadura del río de la Miel hacen pensar en un intento de inutilización, por medio de escombros y restos no sólo medievales, sino incluso de época romana, tal vez en un intento de anular la profundidad y navegabilidad en lecho del río y el fondeadero exterior, pero es idea todavía en fase muy incipiente… (Ib Jaldun; García Fernández, 1987-1988; Gómez de Avellaneda, 2009, 127; González Jiménez, 2011).

Intento de repoblación por los musulmanes de África. El historiador de Ceuta Alejandro Correa de Franca transmite un hecho que ha pasado desapercibido hasta ahora: “El rey de Granada, año de 1369, cercó, ganó y destruio los muros y pueblo de Algecira y queriendola Abu Henun de nuevo establecer, envió por Ceuta muchas familias para pasar a Algecira, las que fueron cautivas por la armada nabal del rey don Enrique de Castilla.” (Correa de Franca, 1750)

Motivos por los que no fue repoblada la ciudad por los cristianos. En primer lugar, durante la dinastía Trastámara la reconquista se estancó, malgastándose las energías en tensiones internas entre corona y nobles o directamente entre estos, prestándose al mismo tiempo más atención a los asuntos europeos. Al mismo tiempo, los tributos de Granada eran a veces una buena fuente de ingresos y la decadencia del imperio mariní facilitaba el tránsito por el Estrecho mientras se alejaba el peligro de las periódicas invasiones africanas. Durante ochenta y siete años, entre la destrucción de Algeciras en1375 y la conquista de Gibraltar en 1462, la repoblación de Algeciras por los cristianos hubiera tenido que ser tras la recuperación de su territorio en una guerra con el reino de Granada pero tras la recuperación de Gibraltar otros intereses entraban en juego siendo las poblaciones vecinas los mayores enemigos de la repoblación de la vieja Algeciras. Dice Barrantes Maldonado: “é la razon porque no se ha tornado á poblar, (Algeciras) es porque se dieron sus terminos á Gibraltar porque se poblase” (Barrantes Maldonado, 1541).

Este dibujo de la primera mitad del S. XVI y conservado en la Real Academia de la Historia, es una las más antiguas representaciones de Gibraltar. Es notoria la acumulación de fortificaciones en una situación casi inexpugnable si se disponía de un mínimo de tropa para atender todo el recinto, cosa fácil en el reducido Gibraltar del siglo XIV.
Este dibujo de la primera mitad del S. XVI y conservado en la Real Academia de la Historia, es una las más antiguas representaciones de Gibraltar. Es notoria la acumulación de fortificaciones en una situación casi inexpugnable si se disponía de un mínimo de tropa para atender todo el recinto, cosa fácil en el reducido Gibraltar del siglo XIV. / E. S.

Tarifa y Jerez se habían beneficiado económicamente de gran parte del antiguo término de Algeciras y Gibraltar, reclamó sus derechos al recibir el territorio de la población destruida. La disputa entre las ciudades, temerosas de ver lesionados sus ingresos si resurgía Algeciras y reclamaba su legítimo territorio, provocó un famoso y enconado pleito no resuelto hasta 1514, setenta y dos años más tarde…y el obispado no quería la resurrección de la ciudad pues hubiera actualizado la sede compartida con obligación de residir la mitad del tiempo en la nueva ciudad como había ocurrido entre 1344 y 1369. Esta situación mezcla de diversos egoísmos y temores cainitas se prolongó varios siglos,haciendo fracasar intentos de repoblación, como los de 1462, 1642 y 1720.

Los siglos de abandono y el resurgimiento. Desde las últimas décadas del S. XIV hasta gran parte del XV, la ciudad estuvo despoblada, situación prolongada a lo largo de ese siglo y de los siguientes XVI y XVII, e incluso hasta principios del XVIII. La pérdida de Gibraltar en 1704 provoca la instalación de reducidos grupos de sus vecinos en las ruinas de Algeciras, el largo asedio de Ceuta obligó a disponer de un buen puerto en la bahía y tras las intervenciones del Ingeniero Verboom la ciudad renace…

Conclusiones:

  1. La repoblación castellana tras la conquista de Algeciras en 1344 no había fracasado.
  2. Los mariníes, informados sobre la indefensión provocada en Algeciras por la guerra civil castellana, convencieron y ayudaron a los nazaríes a fin de aprovechar la ocasión.
  3. La ocupación, -que no verdadera conquista- de Algeciras en 1369 fue muy fácil para el débil reino de Granada, que no obstante traicionó a los mariníes, atribuyéndose todo el mérito e inventando un glorioso hecho de armas de cara a la propaganda y al prestigio político.
  4. Los nazaríes intentaron la repoblación de la ciudad, pero fracasaron en la empresa.
  5. La cesión al Reino Granadino de Gibraltar por los mariníes africanos fue causa directa de la renuncia y desmantelamiento de Algeciras por parte del sultán nazarí.
  6. La leyenda historiográfica sobre la destrucción de Algeciras ha sido analizada y desvelado el proceso de su formación.
  7. Se ha localizado una fuente que aclara de forma totalmente fiable la fecha de la destrucción no en 1369 o en la década entre 1369 y 1389, sino concretamente en 1375.
  8. Tras el abandono nazarí, los mariníes intentan repoblar Algeciras, pero la escuadra cristiana lo impidió.
  9. La no repoblación de Algeciras hasta el siglo XVIII se debió a los intereses de las ciudades cercanas.

A los interesados en el seguimiento bibliográfico remitimos a nuestro trabajo Gibraltar, causa de la destrucción de Algeciras en el siglo XIV y la verdadera fecha de esta, publicado en la revista Almoraima, nº 48, 2018, págs.207 - 226, cuyo texto completo puede verse tanto en Dialnet como en el listado digitalizado de revistas Almoraima.

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