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Historias de Algeciras: El Sexenio Democrático (1868-1874)
Algeciras/En esta última entrega del presente año y posterior reanudación tras las fiestas navideñas, comentar que... Tras la genital información de lo acontecido, tanto en el ámbito privado de un algecireño como en el legislativo del gobierno de la nación, como así se recogió en la anterior entrega; y de la cual se dejó plasmada en piedra buena imagen para la posteridad con la posterior inauguración el 23 de septiembre de 1886 de la célebre estatua ecuestre -obra del escultor Pablo Gibert-, dedicada al general Espartero. Uno de los grandes espadones del siglo XIX; destacando de modo muy significativo y ex profeso en el conjunto escultórico los atributos del corcel que monta el también conocido como: príncipe de Vergara, duque de la Victoria, duque de Morella, conde de Luchana y vizconde de Banderas. Quizá Gibert pretendió resaltar el modo o proceder político del caballero más que la natural anatomía del equino. Tales cualidades no pasarían desapercibidas para el popular refranero, generándose la famosa frase: "Los tiene como el caballo de Espartero".
De regreso al verano del 70 y a tan importante reforma electoral, la nueva ley expresaba en su preámbulo: "Don Francisco Serrano y Domínguez, Regente del Reino por la voluntad de las Cortes Soberana; á todos los que las presenten, vieren y entendieren, salud; las Cortes Constituyentes de la Nación española, en uso de su soberanía, decretan y sancionan la siguiente: LEY ELECTORAL [...] De acuerdo de las Cortes Constituyentes se comunica al Regente del Reino para su promulgación como ley. Palacio de las Cortes 23 de Junio de 1870.= Manuel Ruíz Zorrilla. Presidente.= Manuel de LLano y Pensi. Diputado Secretario.= Julián Sánchez Ruano, Diputado Secretario.= Francisco Javier Carratalá. Diputado Secretario.= Mariano Ríus Montaner. Diputado Secretario. Por tanto Mando á los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas de cualquier clase y dignidad, que la guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar en todas partes. Dado en San Ildefonso á veinte de Agosto de mil ochocientos setenta. Francisco Serrano. El Ministro de la Gobernación, Nicolas María Rivero".
Y mientras el liberal Ejecutivo liderado por Prim da vida a la nueva Ley Electoral que incluye lo preceptos progresistas de la Constitución aprobada el año anterior, en nuestra ciudad cierra los ojos la madrileña afincada en Algeciras Margarita Fernández, según eclesiástico documento que establece: "Don José María Bocio, Arcipreste y Cura Ecónomo de las Iglesias de esta Ciudad, y Examinador Sinodal de este Obispado, Certifico: Que en el Libro once de Defunciones al folio 38 vto. Se halla la partida siguiente:- Como Cura Ecónomo de la Parroquia de N. Sra. De la Palma de la Ciudad de Algeciras, Prova. de Cádiz, mandé dar sepultura Eclecca. En el día dela fecha al cadáver de Doña Margarita Fernández, natural de Madrid y vecina de esta, de sesenta y dos años de edad, viuda de D. Antonio Rodríguez Cubero, Secretario de S.M. y Administrador principal de Correos de Sevilla; hija de Don Lucas Regente de la Audiencia de Barcelona, natural de Cádiz y de Doña María Josefa Echáburu, natural de Madrid; falleció ayer de una hepatitis, según Certifon. de Facultativos. Se le hizo Oficios de Medias Honra y conducción general a las afueras de la Población; recibió los Santos Sacramentos; y no testó, siendo testigos Don Fernando García de la Torre y Don José Delgado, Y para que conste [...] Don José María Bocio [...] Sello".
Al mismo tiempo que la segunda quincena de agosto va dejando poco a poco paso al frío en rostro, Europa también se va quedando gélida ante el duro enfrentamiento franco-prusiano del cual indirectamente, entre otras razones, la lucha por el trono español parece tener una importante responsabilidad en su génesis. Y fue el objetivo de alcanzar el vacío trono el que motivó el agosteño levantamiento carlista -otro más-, dejando también frías a las constitucionales autoridades que vieron como a la violencia general se sumaban los partidarios de Carlos VII y sus pretensiones por alcanzar el tan ansiado trono. Afortunadamente el escenario de esta nueva intentona no pasó de las vascongadas y riojanas tierras. El coronel de carabineros José Escoda y Caneta y el comandante general Eustaquio Díaz de Rada, fueron sus líderes. La aventura duró aproximadamente veinte días, los mismos que necesitó el capitán general de Navarra, José Allende de Salazar para dictar un bando declarando el Estado de Guerra y amenazar con el paredón a: "Todo aquel que fuese detenido en posesión de arma de fuego".
Coincidente con la derrota del autonombrado duque de Madrid y puesta de sus carlistas pies en polvorosa hasta la siguiente intentona, demostrando una constancia que, al parecer, había heredado del férreo carácter de su abuela María Teresa de Braganza, célebre por expresar en pleno exilio y ante la británica corte que le había negado el protocolo debido la frase: "Mis derechos nacieron conmigo". En nuestra ciudad y ejerciendo los también derechos que nacieron con la joven constitución aprobada el año anterior, los jóvenes: "Jaime Amaguel Brusell, hijo de Baltasar y de Francisca, sargento segundo del 2º Batallón del Regimiento de Ynfantería de Mallorca, natural de Lluvito en Palma, y Vicenta Jiménez Garzón hija de Luís, difunto, y de Mariana; ambos solteros, asistida la segunda por su madre [...] Que para expresarlos dos primeros perpetua y honestamente el amor que se profesan han deliberado contraer matrimonio, y por graves inconvenientes que les impide efectuarlo desde luego quisieran ligarse con los esponsales de futuro a fin de que ninguno se pueda separar, poniendo en ejecución [...] otorgan y prometen que se dan espontáneamente su fé y palabra de casarse [...] que instituyen obligación de contraer legítimo y verdadero matrimonio, según disposición del Concilio de Trento (mantenido en el Concordato de 1851, aún vigente en 1870, a pesar de la tensión entre la Iglesia y el nuevo Estado surgido de La Gloriosa), tan luego desaparezcan las causas que les impiden verificarlo".
Coincidente con la promesa de futuro de la joven pareja, también en nuestra ciudad y con la esperanza de una futura declaración de no apto para el trabajo, el también algecireño Francisco Morilla, procedió a presentar una solicitud, en nombre de su hermano, generando el oportuno expediente que fue remitido a las autoridades provinciales dando como resultado lo que sigue: "Algeciras.= Francisco Morilla Pérez; se acordó comunicar orden al Alcalde de Algeciras para que disponga que el hermano del quinto sea reconocido por dos facultativos nombrados por dicha autoridad, los cuales deberán expedir la oportuna certificación en que manifiesten si el expresado individuo se encuentra ó no apto para el trabajo, remitiendo dicho documento á esta Superioridad para resolver lo que corresponda sobre la excepción alegada por el citado quinto".
Inmerso en el noveno mes del calendario, y mientras el quinto algecireño espera la resolución sobre la capacidad laboral de su hermano, que caso de ser negativa pudiera librarle a él, prosigue una conflictiva realidad nacional que exige la publicación del siguiente R.D.: "S. A. el Regente del Reino se ha servido expedir el siguiente Decreto: -En atención á lo que me ha expuesto el Ministro de la Guerra, de acuerdo con el Consejo de Ministros, vengo á decretar lo siguiente:- 1º. La fuerza reglamentaria de los Cuerpos de Infantería se aumentará en cien hombres por cada uno de los batallones de los cuarenta Regimientos de línea y en trescientos cincuenta por cada Batallón de Cazadores.-2º Se aumentará así mismo en cien hombres cada uno de los batallones de los dos Regimientos de Ingenieros.- 3º. Para llevar á cabo lo anteriormente dispuesto, serán llamados todos los reemplazos que tienen los Cuerpos con licencia ilimitada en sus casas, y si con ellos no se completase el aumento prevenido, se llamará á los soldados de la primera reserva en número suficiente para el completo de las fuerzas.- 4º. Los soldados del reemplazo del año actual ó de la primera reserva que deban incorporarse á los Cuerpos, verificarán la marcha haciendo uso de los ferro-carriles y por cuenta del Estado [...] Madrid á cuatro de Setiembre de 1870.- Francisco Serrano.- El Ministro de la Guerra, Juan Prim". Tras los necesarios planes de reestructuración del Ejército, dados los diversos frentes abiertos, contemplados por el progresista gobierno, muy difícil lo habría de tener el joven quinto algecireño de esperar -él y su hermano-, una resolución que cumpliera las expectativas de ambos.
Y mientras los hermanos Morilla siguen esperando una positiva respuesta a su solicitud, los republicanos algecireños que clara y lógicamente toman partido en el conflicto europeo por la causa francesa, remiten al Gobierno galo la siguiente carta de apoyo: "Al Gobierno republicano de Francia. La Sociedad democrática republicana federal de Algeciras: Participamos de vuestro entusiasmo ardor y patriotismo; habéis destruido el imperio del apóstata del Dos de Diciembre, y salvásteis á la Europa de los tiranos; continuad en vuestra grande empresa, que tras de la bravura de vuestros pechos, aún os quedan fuertes baluartes españoles que sabrán ayudaros en la emancipación de los pueblos. Salud y República democrática federal. Presidente, Francisco Castillo.- Vicepresidente, José María Mendez.- Vocales: Manuel Rodríguez.- Manuel Meléndez.- Juan Durán.- Secretario, Luís Delgado".
En aquel septembrino mes, y como si de una particular Gloriosa algecireña se tratara, el tan afrancesado comité sería sustituido por otros componentes, siendo éstos: "Presidente, José María Méndez; Vicepresidente, Ignacio Benítez Moreno; Vocales: Pedro Vázquez Cano, Pedro Marín Cortés; Francisco Contilló, Vicente García Aparicio, Sebastián Rey, José Jurado González, Juan Arcos Torres.- Secretarios: Pedro A. Godoy y Domingo Carvalho y Lima". Al mismo tiempo que se produce el citado relevo al frente de los republicanos federalistas locales, se organiza para mediados de mes una procesión cívica en honor del país de Voltaire: Tras la finalización de la misa (paradojas de la política: la Iglesia y la Ilustración unen sus fuerzas contra el prusiano enemigo) se remitió el siguiente telegrama: Algeciras 18.- Manifestación en honor á Francia, numerosísima.- Orden admirable.
Y así, con aquella escenificación del tan algecireño apoyo hacia la causa francesa, nuestra ciudad firmaba la paz con los que, tan solo 60 años atrás, entraron en nuestro país, en nuestra comarca y en nuestra ciudad con la violencia por bandera. Los antiguos gabachos se tornaron en los presentes héroes de la europea y republicana libertad. Humano comportamiento aquel y nada novedoso a juzgar por el cervantino pensamiento puesto en boca de su quijotesco personaje, expresando el caballero de la triste figura: "No hay memoria con la que el tiempo no acabe, ni dolor que la muerte no consuma". (Felices fiestas y un venturoso 2025).
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