Memorias de África: el estudiante algecireño Enrique Cadelo fabrica pupitres de madera para un colegio rural de Kenia

Algeciras/Ni playa, ni piscina, ni montaña. Enrique Cadelo Domínguez, Kike Cadelo, está viviendo unas vacaciones estivales diferentes y solidarias. Este joven de 19 años y natural de Algeciras se encuentra desde la semana pasada como voluntario en un colegio rural al este de Kenia. “El verano de un estudiante de Antropología puede ser muy largo si no se tiene algún plan verdaderamente interesante”, declara para Europa Sur poco después de incorporarse a un proyecto internacional en Kolongoni School, un centro de primaria en la deprimida aldea de Chasimba, próxima a Mombasa.  

Cadelo, junto a otros residentes de su colegio mayor de Granada y algunos otros voluntarios africanos y rusos, trabaja como monitor de actividades de ocio con los niños del condado de Kilifi. En los próximos días, además, construirán varias decenas de pupitres de madera para este colegio, convertirán un aula en el laboratorio de la escuela, enlucirán y pintarán otras dependencias y excavarán nuevas letrinas para el creciente número de alumnos.  

Aunque solo han transcurrido los primeros días desde que su avión aterrizara en Nairobi, Cadelo cuenta por teléfono a este periódico que se ha acostumbrado muy rápido a su destino. “La temperatura es muy agradable en esta época del año en que llueve casi a diario; tenemos unas playas maravillosas a muy pocos kilómetros y los chicos del cole son amigables y divertidos: se pasan el día bailando y rebosan energía”. Para el algecireño, esta experiencia tiene también un valor académico. “Todo lo que estoy viendo tiene mucho que ver con lo que estudio, con la Antropología Cultural, la etnografía, adaptación al medio, la familia o las creencias".

Durante las semanas que tiene aún por delante, su equipo de trabajo tendrá la oportunidad de conocer alguno de los parques naturales de Kenia y disfrutar de la fauna autóctona. También harán excursiones con los chicos de Kolongoni y aprenderán de carpintería y albañilería. “Estamos durmiendo en unos colchones muy precarios sobre el suelo; nos duchamos como podemos, con un cubo y una jarrita, y aquí el concepto de cuarto de baño es muy diferente; pero esto es lo que tienen los chicos de este cole y la gente de esta aldea”, añade.

Kike Cadelo cursó bachillerato en Algeciras en la Escuela de Arte y que, vendiendo algunas de sus pinturas, ha conseguido costearse el vuelo de España a Kenia. “No soy tan buen pintor, pero vendo muy barato y me compran las pinturas por echarme una mano. Casi todos mis clientes son amigos de mis padres”, comenta bromeando. Así vive sus particulares memorias de África durante el verano de 2024. Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong.