Entra en funcionamiento depuradora del antiguo vertedero de El Cobre

Los lixiviados procedentes del antiguo vertedero serán conducidos a través de la red a la depuradora de Isla Verde

El vertedero del Cobre, un riesgo para la salud 18 años después

La inauguración de la depuradora de lixiviados del antiguo vertedero de El Cobre.
La inauguración de la depuradora de lixiviados del antiguo vertedero de El Cobre. / E. S.

Algeciras/La nueva depuradora de los lixiviados generados en el antiguo vertedero de El Cobre, en Algeciras, ha entrado en funcionamiento este lunes. Su puesta en marcha permite que el líquido que se produce por la filtración de aguas subterráneas entre los restos de residuos que permanecen bajo la capa de tierra que los cubre desde hace 20 años sean impulsados hasta la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Isla Verdea través de la red de aguas residuales. El coste total de los trabajos ha supuesto una inversión de 613.563 euros mediante un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y Arcgisa, permite la depuración de los lixiviados

Hasta ahora, estos lixiviados se venían recogiendo en camiones y trasladados a la EDAR de Isla Verde para su tratamiento, mientras que a partir de ahora serán llevadas a través de conducciones de nueva construcción. El agua resultante del tratamiento de los lixiviados cumplirá con los parámetros químicos adecuados para su incorporación a la red hasta su llegada a la EDAR.

Con esta actuación se pone por fin una solución a un grave problema ecológico. En 2018, un informe emitido por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (Intcf) desvelaba que los líquidos que emana el vertedero clausurado estaban provocando un "daño sustancial" a la calidad del arroyo de la Cava, suponían "un grave riesgo de contaminación para la masa de agua subterránea Guadarranque-Palmones" y podían acarrear "un riesgo para la salud de las personas" que la consuman.

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, destacó que se trataba de un problema heredado de anteriores corporaciones, que permitieron el cierre del antiguo vertedero sin comprobar la estanqueidad de los vasos. “Por culpa de esa dejadez hemos tenido que afrontar el gasto, el peligro y los perjuicios que causaban esas aguas contaminadas, que requerían de 1.200 camiones anuales para su traslado para su depuración”, aseguró el primer edil, quien añadió que estos avances se producen “gracias a la colaboración entre administraciones”.

En similares términos se posicionó la presidenta de la Mancomunidad, Susana Pérez Custodio, quien recordó que el convenio suscrito entre ambas instituciones es una muestra de la "apuesta conjunta por el medio ambiente, además de reducir los costes que se venían asumiendo por una situación que ya se hacía insostenible en el tiempo".

El teniente de alcalde responsable de Medio Ambiente, Javier Vázquez Hueso, también destacó el riesgo medioambiental que suponía que la balsa en la que se acumulaban los lixiviados "pudiera desbordarse en cualquier momento y producir un grave daño ecológico, por lo que la puesta en marcha de esta depuradora es un motivo más para satisfacernos de la gestión realizada".

Historia del vertedero

El vertedero de El Cobre fue escenario en 1996 de un vertido contaminante cuya responsabilidad acabó siendo dirimida en los tribunales. Durante los primeros meses de aquel año, se formó en el vertedero una balsa de aguas pluviales, entre el lugar donde se depositaban los residuos y el muro de contención. Esta balsa fue construida para retener los residuos, pero, con el fin de aliviar el agua acumulada, la concesionaria -FCC SL- realizó una zanja en el muro para darle salida.

Según constaba en las diligencias practicadas por el Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras, esta decisión se adoptó sin contar con ninguna autorización de la Confederación Hidrográfica del Sur.

En enero de 2001, el colectivo ecologista Agaden denunció que la balsa de lixiviados del vertedero había experimentado durante los últimos días un recrecimiento que amenazó con evacuar sin control los líquidos contaminantes que almacena. El entonces concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Cruz, anunció medidas legales contra FCC SL. El Ayuntamiento había tomado el control del vertedero en diciembre de 2000 de manos de la empresa.

En 2003, cuando se anunció el proyecto de sellado y saneado del vertedero, el entonces concejal de Medio Ambiente, Diego Sánchez Rull, explicó que se había llevado a cabo un estudio sobre el estercolero de El Cobre para confirmar la existencia del paso de aguas subterráneas. Este informe, aseguró el concejal, determinó que tales aguas no pasaban por la instalación, motivo por el que desestimó la construcción de una depuradora en la zona, al considerarse innecesaria.

La Junta de Andalucía dio por sellado y saneado en febrero de 2008 el vertedero. El proyecto, desarrollado con el PSOE de Tomás Herrera al frente del equipo de gobierno local, contó con un presupuesto de cuatro millones de euros, cofinanciado por la UE.

La delegada de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía era entonces la linense Gemma Araujo, quien el 18 de febrero explicó en rueda de prensa que el sellado del estercolero estaba integrado en el marco del Plan de Calidad Ambiental del Campo de Gibraltar y que supuso la adecuación de un área de más de cien mil metros cuadrados para disfrute de la ciudad, por lo que se saneó y recuperó medioambientalmente los terrenos.

Un informe emitido el 10 de enero de 2018 por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (Intcf) desveló que los líquidos que emanaban del vertedero estaban provocando un "daño sustancial" a la calidad del arroyo de la Cava, suponían "un grave riesgo de contaminación para la masa de agua subterránea Guadarranque-Palmones" y podían acarrear "un riesgo para la salud de las personas" que la consumieran. El Ayuntamiento de Algeciras negó en varias ocasiones la existencia de todo vertido contaminante.

En marzo de 2018, la posible solución al problema se trató en la Mancomunidad de Municipios. Entonces la idea era la construcción de una tubería hasta la depuradora de aguas residuales de Isla Verde. El entonces presidente de la Mancomunidad, Luis Ángel Fernández, explicó que la inversión se repercutirá en la tasa de depuración de Algeciras, solo para el Puerto y las empresas, de forma que no supondría una subida de la factura para los ciudadanos.

El Juzgado de Instrucción número 4 de Algeciras dictó en marzo de 2019 el archivo de la causa impulsada por la organización ecologista Agaden, que denunció en 2017 que se estaban produciendo vertidos de lixiviados desde el antiguo depósito de residuos que podrían estar causando graves daños al medio ambiente.

Un informe de la Junta de Andalucía, que considera que no se puede probar que exista esa afección, fue el principal argumento que utilizó la jueza para dictar el sobreseimiento de la causa, que había pedido la Fiscalía de Medio Ambiente.

En enero de 2022, la Gerencia de Urbanismo de Algeciras concedió licencia de obras a Arcgisa para ejecutar un proyecto de tratamiento físicoquímico de los lixiviados antes de su vertido a la red de saneamiento, así como la construcción de una conducción que los lleve a la red municipal de aguas residuales y, de ahí, a la depuradora de Isla Verde. Hasta ahora, eran trasladados en camiones.

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