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"Mucha gente ni sabe que soy hermano de Víctor Clavijo"

Entrevista a Carlos Clavijo | Guionista, profesor, escritor monologuista y productor de cine

Creyente y practicante de la guasa algecireña, dirigió 'Noche sin tregua', un programa de noche en televisión presentado por Dani Mateo

Escribió guiones para 'El Hormiguero' en sus primeros meses y ahora escribe con su hermano una serie

"El tendero que le vendía fruta a mi madre en el mercado de Algeciras le daba cuatro vueltas a Chiquito de la Calzada", afirma

Carlos Clavijo, fotografiado en la terraza del Café Gijón, en Madrid / JOSÉ RAMÓN LADRA

Madrid/Sus apellidos son Clavijo Cobos, pero no se llama Víctor. Es Carlos, que se apuntó a escudiar Ciencias Políticas y Sociología, una carrera que no ha ejercido. Tampoco su hermano lo hizo con la suya, que era Derecho. Es verdad que ha socializado de otras maneras, escribiendo guiones de cine y televisión -la serie Narcos y programas como El Hormiguero- , libros, ha sido monologuista, productor de la película Guernika y es profesor de cine.

Se define por su expresión, compuesta de gran curiosidad, mucha ironía con tintes de humor negro en ocasiones, un espíritu abierto a conocer, cultivado por una infancia y juventud en Algeciras en la que apreció la vida cultural que vio primero gracias al compromiso de sus padres, fallecidos en los últimos meses, en círculos de amistades y entidades como la Agrupación de Cultura y Arte (ACA). Y en los juegos, idas y venidas con su hermano Víctor -sí, el actor- y con amigos y profesores que tuvo y con los que todavía mantiene lazos.

Pregunta.Le recuerdo en el teatro Florida de Algeciras, haciendo monólogos para Paramount Comedy.

Respuesta.Es verdad, es verdad. Debió ser en 2001 o 2002, por lo menos. No habían hecho promoción y mis jefes de Madrid, todos, se quedaron flipados con la cantidad de público. Fue un proyecto muy independiente, muy al azar. No pensaba hacer monólogos, yo estaba ayudando al jefe de programación a seleccionar el contenido del canal. Se reían mucho conmigo. Un día me pilló una prueba porque teníamos una impresora común. La terminaron seleccionando y empecé a salir. Me daba mucho miedo pero funcionó.

P.Sus primeros sueldos.

R.Entonces pagaban entre 50 y 70 euros por cada prueba y era el principio del DVD, que valían carísimos, y a mí me gustaba mucho el cine. Pensé que cada vez que hacía una prueba tenía para tres o cuatro DVD con películas. Fijáte la frikada.

P.¿Recorrió España así?

R.Claro. Luego la cosa se alargó cinco o diez minutos hasta que llegué a tener en un momento como una hora y cuarenta minutos de monólogo. Me tiré bastantes años, hasta 2012 más o menos, que ya se me cruzaron otras cosas y estaba cansado del rollo, porque la mayoría de las veces iba solo.

P.Otro hermano de la familia cuya licenciatura como que para nada.

R.Mi madre hasta antes de morirse me decía que porqué no volvía a los monólogos. Un poco antes que por qué no me sacaba una oposición. Fue una experiencia muy chula. Nos trataban en los locales como si fuéramos los Rolling Stones. La parte dura era tu espectáculo unipersonal. Eso lo hacía mientras dirigía en televisión un late night de Dani Mateo que se llamó Noche sin tregua.

P.¿Se toma con humor que le señalen como el hermano del actor?

R.Mucha gente no lo sabe. Me llegó un tío un día que me estaba diciendo que había estado tomando coca con mi hermano. Claro, mi hermano era y es supersano y no bebe ni alcohol. Aguanté esa comida mientras el tipo estaba vacilando o difamando. Le dejé que hablara hasta que, muy tranquilo, con veinte personas alrededor, le dije: "Me extraña mucho porque es mi hermano". Se puso blanco. Mucha gente no lo sabe que somos hermanos. A lo mejor lo sabe si es gente de Algeciras y nos conoce de pequeños. Es interesante, cuando van a hablar mal de mí, uno no sabe quién es el otro (ríe).

P.Cuénteme sobre su infancia y juventud en Algeciras.

R.Muy bonita porque éramos, la verdad, bastante gamberros. En aquel tiempo no había móviles y los niños teníamos que salir a la calle a la aventura, a jugar al fútbol, y había relación con muchos amigos hasta las tantas de la noche. Hacíamos bastantes gamberradas por no aburrirnos. Lo recuerdo como muy divertido, muy épico. Íbamos al campo que hay detrás de Getares antes que estuviera todo tan urbanizado porque unos amigos, los padres de Blanca Orozco, Jaime y Conchi, tenían un terreno por allí. Luego mis padres eran amigos de más gente que organizaba actos de cultura.

P.En la Agrupación de Cultura y Arte.

R.Exactamente. Como mi padre ha muerto hace poco me vienen de vez en cuando flashes. A mi padre le regañó un guardia civil porque pusieron un cartel en el Okay, sería el año 1976, anunciando una película en el salón del colegio Salesianos, que era un collage. Alguien le había dicho a los guardias civiles que los collages eran como cosas de rojos. Y me acuerdo cuando se representó en el Florida el Teledeum de Els Joglars, que se pusieron algunos detras de una pancarta de protesta en la puerta y uno de ellos era mi médico de cabecera.

P.Cómo fue cambiando esa sociedad.

R.Ver a tu pediatra allí y a otro señor con el pelo blanco protestando contra una obra que no tenía nada, que era como muy light. Vaya choque ver a tu pediatra levantando el brazo.

Carlos Clavijo, en Madrid, donde reside / JOSÉ RAMÓN LADRA

P.A poco que se le siga en X, la red que era Twitter, se comprueba que lo suyo es la ironía.

R.Es una cosa muy de Algeciras. En Madrid le digo a mucha gente que tienen que conocer lo que yo he conocido, que es a toda esa gente surrealista. El tendero de la plaza de abastos de Algeciras que le vendía fruta a mi madre era muy gracioso. Le daba cuatro vueltas a Chiquito de la Calzada. He conocido en Algeciras a gente de muchísimo talento que no han podido llegar porque no han tenido dinero para venir a Madrid y abrirse paso. Eran muy graciosos y espontáneos, porque realmente el humor de aquí, de Madrid, como sale hacia la tele está muy calculado.

P.Usted cree entonces en la guasa algecireña.

R.Totalmente. Lo que pasa es que eso, cuando la gente quiere tener una carrera, no lo hace. Cuando tú estás con el pueblo haces bromas de todo. Haces bromas de Ábalos, de Errejón y te descojonas. No estás pensando en la trascendencia, o en la consecuencia. Aquí en Madrid hay como mucho más cálculo, teniendo en cuenta que el humor que sale por la tele se edita y se corrige mucho por los jefes y por los controles de contenido. Por eso la gente se ríe mucho más en X. Lo nuestro es de pueblo viejo que ha visto de todo.

P.¿Es mejor tomarse a Algeciras con buen humor?

R.Cuando bajé el pasado verano la verdad es que hubo momentos que a mí me cabreaban muchísimo. Soy crítico. Es que el sitio en el que estaba era brutal y urbanísticamente se destrozó en algún momento. A mí y a mis amigos nos molestaba eso, que para hacer algo en ocasiones te tenías que ir a otra ciudad.

P.¿Desde Madrid cómo se ve Algeciras?

R.La asocio mucho con mi infancia y mi adolescencia. Son recuerdos de estar en La Charca, donde vivía, al lado del instituto Isla Verde. No había coches y estábamos todos los días con las bicis, yendo a la playa en febrero o marzo, que puedes estar así hasta casi septiembre u octubre. Tiene como muchísimas cosas buenas. Lo que sí me parece es que es una ciudad demasiado volcada al trabajo.

P.En su biografía se dice que colaboró en la creación de El Hormiguero.

R.Me fui al equipo de guión de El Hormiguero en 2006. Estuvimos compaginando radio y tele como tres o cuatro meses. Los del equipo se levantaban a las cuatro de la mañana para hacer radio y después el programa de tele. A mí no me gustaba tanto ese ritmo. Tengo una cosa muy de Algeciras, que no me gusta tanto esta profesión como para no tener familia, no ver a nadie. Acababa de tener un niño y me dije que prefería verle y conocerle.

P.También guionizó la serie Narcos.

R.Gané un premio denominado Canal+ Guiones, y ahí empezó a gustarme más la parte de la ficción que la de la comedia. A mí lo que siempre me ha gustado más que la comedia es escribir novelas, ficción cinematográfica y series. En los últimos años he estado trabajando mucho con Estados Unidos en la parte de atrás, donde se estructuran las series y se diseñan. Es impresionadamente adictivo y bonito.

P.¿El problema de Algeciras es que no hay quien la cuente como es?

R.Puede ser. Mirando hacia atrás, hay muchas cosas que no se han contado de Algeciras de los años 50 y 60, de cómo era mi infancia. Me acuerdo de mis padres, de sus amigos, de toda esa gente que hacía la transición con mucha ilusión, de los profesores de colegio o del instituto que yo tenía, como Vito o José Chamizo, que estaban haciendo también la transición desde la calle, desde su día a día. Cuando me hablan de la transición ya no pienso en Carrillo, sino pienso en mi padre con sus amigos que van a poner una peli y un guardia civil le pone problemas.

P.¿Ahora qué está haciendo?

R.Estoy dando clases en un máster de guión, de tele y de cine, y estoy con la serie que estamos ultimando, que son procesos muy largos porque no tienen la mentalidad española. Además estoy trabajando con mi hermano, que era otra cosa que no imaginábamos. Y escribo dos novelas, una que estoy terminando y otra menos avanzada.

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