"Mi tío Paco de Lucía le decía siempre a mi padre que tenía oído de tísico"
Entrevista I Ramón Sánchez, 32ª Palma de Plata de la Sociedad del Cante Grande
El hijo del recordado Ramón de Algeciras destaca el toque de guitarra tan limpio que tenía su padre
"Lo más bonito es que le honren los aficionados flamencos de Algeciras", afirma
Algeciras/Ramón Sánchez es hijo de Ramón de Algeciras, el guitarrista y hermano mayor de Paco de Lucía al que la Sociedad del Cante Grande algecireña entregará a título póstumo la trigésimo segunda Palma de Plata. Su testimonio es el de un hombre sencillo, criado en el amor a la ciudad y a la figura de su padre, y en la admiración hacia su tío Paco, que no disimula.
La conversación con Europa Sur discurre en el patio de la casa familiar de la playa de El Rinconcillo donde luce un mosaico dedicado a su padre por el Ayuntamiento de Algeciras, entonces con Ernesto Delgado como alcalde. En él se reproduce el Casino Cinema y puede leerse: "Aquí vive Ramón de Algeciras, hijo ilustre de esta ciudad y de las seis cuerdas de este mar antiguo".
Pregunta.Lo que contarían estas paredes si hablaran, ¿no?
Respuesta.Imagínate todos los que han venido por aquí y todos los que han vivido aquí. Tengo 53 años y esta casa es de cuando yo tenía un año. Pues desde hace 52 años hemos estado aquí todos los veranos. Por aquí han pasado Camarón, Lola Flores, Juanito Villar y Alejandro Sanz; todos los flamencos de aquí, como José Carlos Gómez o Paquito Martín... No sé, se me olvidarán muchos, pero aquí ha estado muchísima gente.
P.¿Sigue costando mucho reconocer a un tocaor antes que a un cantaor o bailaor?
R.Creo que actualmente no. Y todo eso ha sido gracias a Paco, a todo lo que enseñó. De hecho, la Sociedad del Cante Grande es al segundo guitarrista consecutivo al que le dan la Palma de Plata.
P.El reconocimiento ahora es de los flamencos.
R.Eso es lo más bonito, que sean los aficionados de las peñas... La verdad, es un orgullo que lo reconozcan y que haya un par de actos en torno a mi padre, a la figura que siempre ha estado pero que fue un excepcional guitarrista. También siento alegría por el amor que sentía por Algeciras. Mi padre era el único de los hermanos, quitando a mi tía María que vivió aquí toda su vida, que no faltó ni un año para estar en esta casa de El Rinconcillo. Siempre venía todos los veranos, incluso seis meses antes de morir.
P.Su padre nació en 1938, en plena guerra civil española. ¿Cómo contaba la dureza de aquellos años?
R.Él siempre dijo que era de una familia humilde y que pasaron hambre. Mi abuelo (Antonio Sánchez Pecino) se ganaba la vida como podía, vendiendo telas en el mercado de abastos y luego tocando la guitarra para los señoritos. Eran cinco hijos, pero mis abuelos los consiguieron sacar a todos para adelante. También ayudó mi tío Antonio, que empezó a trabajar en el Hotel Reina Cristina. Más tarde mi padre empezó a ir con Juanito Valderrama.
P.Fue y está reconocido como un gran tocaor flamenco de acompañamiento.
R.Mi padre era seguidor de Niño Ricardo. Era su ídolo, su referente. Ricardo era una referencia para todos los de su época, junto a Sabicas. Mi padre no era un guitarrista que creara sus propios temas. Tenía alguna falseta suya que tocaba, pero no componía temas porque no era propio de la época. No es como ahora.
P.Menos a Agujetas, a quien le dijo que le iba "a tocar un león", la nómina de artistas a los que acompañó es tremenda. No quedó fuera ni uno de los grandes.
R.Le tocó prácticamente a todos, incluso grabó discos con Fernanda y Bernarda de Utrera y con Camarón.
P.Dijo que el guitarrista debía saber más del cante que el propio cantaor.
R.Se lo escuché decir muchas veces. El sentido que le doy a esa frase es que si sabes de cante acompañas mucho mejor. Sabes darle silencio, dar el paso... Todas esas cosas que se dan cuando tú estás tocando.
P.También dejó dicho que le hubiera encantado cantar bien.
R.A todos les pasaba eso. Mi tío Paco siempre lo dijo: que le gustaba tanto Camarón porque a él le hubiera gustado ser como Camarón.
P.Y fue un albañil fustrado.
R.A él le encantaba no solo ser albañil. En mi casa no ha entrado en la vida un técnico para arreglar una lavadora o una nevera. Iba por detrás, miraba el fusible que le faltaba y lo cambiaba o hacía muebles de madera, le encantaba. Era un tío muy casero, siempre estaba en casa. Yo siempre le decía que no parecía flamenco ni nada, que estaba todo el día metido aquí, en la casa. "No te vas de fiesta nunca", le decía. A él le gustaba estar con sus amigos, con Pepe Oliva, con Quirós o con Vitoriano. Se iban a Benalup, al campo. Le gustaba eso, era muy familiar.
P.¿Cuál era su mayor virtud como artista? ¿El oído para la afinación?
R.Entre otras cosas. Mi tío Paco le decía siempre que tenía oído de tísico. Aparte a mí me gusta mucho en mi padre la limpieza con la que tocaba. Le sonaban todas las notas, lo que tocara. Tú lo escuchas y tiene una limpieza tocando, una claridad. No se le escucha sucio, que pise mal una nota o dé un mal acorde... Todo limpísimo y muy bonito.
P.¿Se está perdiendo esa limpieza por alcanzar la velocidad del toque?
R.No creo que eso sea así. Ahora se toca de otra forma distinta a como tocaba mi padre. Él era del estilo de Juan Habichuela o Serranito. Todos fueron tocaores de la época de Ricardo, o post Ricardo, digamos. Luego ya salió Paco y ahora todo el que toca quiere emular a Paco de Lucía. La forma de tocar de mi tío no era la de mi padre, que era de otra escuela.
P.Usted y sus primos bromean que debe ser algo freudiano que se hayan dedicado a la guitarra los hijos de los no guitarristas.
R.Eso siempre lo he contado yo. Es que en mi familia los varones que son hijos de no guitarristas, como José María, el hijo de mi tía María, mi primo Antonio, el hijo de mi tio Antonio, y José Manuel, hijo de mi tio Pepe, todos se han dedicado a ser guitarristas profesionales. Sin embargo, los hijos de los guitarristas como mis primos, Curro, Diego y yo no nos hemos dedicado a tocar la guitarra. Yo sí toco un poquito, la verdad. La cojo, hago una falsetita, acompaño por bulerías, pero para mi solo y para dos o tres, nada más.
P.A su padre, como a su tío Paco, le ayudaron los Marín y Reyes Benitez.
R.Mi padre me contaba que de las primeras veces que se fue a Madrid en tren para ir con Valderrama, cuando era muy jovencillo y mi familia, la familia de mi padre, no tenía dinero, un billete de tren costaba caro. Reyes, eso me lo contaba mi padre y siempre me ha hecho mucha gracia, habló con el que llevaba las quinielas, que iban en fardos en el vagón de Correos. Era muy íntimo amigo del dueño de las quinielas aquí en Algeciras y le pidió a ver si mi padre podía ir en ese vagón gratis a Madrid, y el de las quinielas le dijo que no. Mi padre decía que desde entonces Reyes no volvió a echar una quiniela más en su vida, para que veas tú cómo era.
P.¿Cómo se llevó aquella época crítica y de desapego de la ciudad hacia su tío?
R.Somos especiales, ¿no? No he nacido aquí, aunque me considero de aquí. Creo que después de la muerte de Paco es cuando mucha gente se ha dado cuenta de la magnitud que tenía el personaje. Precisamente un amigo me contó hace unos días que había muerto Quincy Jones, y entonces le enseñé una foto de mi tío y Quincy, codigos del brazo. Todo el mundo iba a verlo, y frases de los Rolling Stones, de Mark Knopfler. Lo que pasa es que no todo el mundo tiene clara la dimensión de Paco, que sepa su historia. Como decía Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía era la mejor definición que hay de una estrella, porque le encanta al que no entiende de esto y vuelve loco al que entiende.
P.¿De lo escrito y lo dicho sobre los Sánchez Gomes hay alguna falsedad que se esté consolidando?
R.No, no. Creo que todo eso se hace desde el cariño. Todo el mundo que ha escrito algo sobre Paco, sobre mi familia, los documentales que se han hecho, siempre se hacen desde el cariño, desde el amor a la familia, al músico.
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