"Mi profesión me ha llenado mucho y me ha hecho crecer como persona"
Erasmo Fenoy | Premio Andalucía de Periodismo 2022
El fotoperiodista de 'Europa Sur' cuenta el galardón concedido por la Junta de Andalucía "compensa todas las noches que has ido buscando, que te has ido de vacío o que has tenido problemas"
Algeciras/El fotoperiodista Erasmo Fenoy Núñez (Algeciras, 1980) ha sido galardonado con el Premio Andalucía de Periodismo, galardón que cada año otorga la Junta para reconocer los mejores trabajos realizados en este campo. Fotógrafo de Europa Sur desde 2003, antes curtido en Onda Algeciras y el diario Área tras licenciarse en Comunicación Audiovisual, Fenoy ha recibido el galardón por una fotografía tomada y publicada el 22 de abril de 2020 de un alijo frustrado en la playa de Getares titulada Trabajos esenciales. La imagen muestra una escena por desgracia habitual en el Campo de Gibraltar, resarcida en modo alguno por la concesión de este premio, aún pendiente de recogida.
-¿Cómo recibió la noticia?
-Fue el presidente de la Junta el que me llamo personalmente. Me felicitó, me comunicó el fallo del jurado y me quedé en shock porque creía que podía ser una broma. Fue una sorpresa enorme porque no me esperaba para nada este premio. Mas allá de este reconocimiento de la Junta y del premio económico, del que estaré eternamente agradecido, me muestro muy agradecido por las muestras de cariño. Estoy abrumado. No me lo esperaba. Siempre pruebas suerte, es como una lotería y te pones a esperar, pero no creía que fuese a ganar.
-¿Cómo consiguió tomar la fotografía?
-Estábamos en pleno confinamiento. Recuerdo que estaba dormido y que Vanessa, mi esposa, me despertó con un golpe. Comencé a escuchar las hélices de un helicóptero como si estuviera encima de mi casa. Salté de la cama descalzo y en pijama y salí a la calle como un loco para ver dónde estaba. Di algunas vueltas hasta que decidí volver a mi casa y mirar desde el balcón y tuve la suerte de que la escena se desarrolló delante de mí. El helicóptero estaba en la orilla y no se veía bien por la luz con las primeras claras del día. En ese momento pensé que era un alijo frustrado y que había policías recogiendo los fardos que los narcotraficantes habían arrojado al mar, como ya ocurrió hace unos años. Pero me di cuenta de que era un narco que estaba intentando huir y que los agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera le estaban convenciendo de que no tenía adonde ir, hasta que se entregó. En la imagen se ve eso, la inmensidad del mar, el helicóptero, el narcotraficante iluminado por el foco y los agentes en la orilla. Vi la imagen y dije que era el momento.
-Menuda casualidad.
-Es verdad, pero en cierta manera haber logrado el premio compensa todas las noches que has ido buscando, que te has ido de vacío o que has tenido problemas. Esto es un poco cosa del karma. Por desgracia en la zona donde vivimos esto suele ocurrir con bastante frecuencia. No creo que solo sea cuestión de suerte porque también hay que estar preparado para poder hacer una buena fotografía. He tenido situaciones para hacer fotografías quizás mejores que esta pero no estaba preparado en ese momento y por eso se han perdido.
-¿Pensaba entonces que esa fotografía podía llevarse un premio?
-Cuando ves la imagen dices que está bien, pero no piensas que pueda ganar un premio, y menos el Andalucía de Periodismo.
-¿A quién se lo dedica?
-A mi familia, mis padres, mis hijos y sobre todo a mi mujer, que fue ella la que me despertó para que pudiese hacer la foto. Y a mis compañeros de profesión, que siempre me han mostrado mucho compañerismo.
-¿De qué otras fotografías guarda un buen recuerdo?
-Un momento importante fue el entierro de Paco de Lucía. Ese día con mal tiempo la gente se volcó, se respiraba un ambiente de respeto y homenaje y es una de las fotografías que he hecho y que más me ha llenado. Hay otra que hice durante la grabación del videoclip de mi hermana Brisa de la canción Jericó en la que sale rodeada de migrantes, que hacían de extra. El periódico le dio la portada y le tengo mucho cariño.
-¿Qué fotografía no le hubiese gustado tomar?
-Ha habido alguna, como el atropello mortal que hubo en la avenida Virgen del Carmen. Fue un tema desagradable y hubo cierta polémica por las fotos que se publicaron. También hay otras de unos niños que murieron en La Bajadilla o el derrumbe de un edificio frente a la ONCE. Estos temas son muy desagradables, pero entiendo que hay que informar de ellos.
-¿Cómo se adentró en el mundo de la fotografía?
-Desde muy pequeño siempre he estado muy ligado a la imagen. En 2003 terminé mis prácticas en Onda Algeciras y se quedaba una vacante de fotógrafo en el diario Área. Mi compañero y amigo José Mari Quiñones me insistió que la aceptara, porque él se iba a El Faro Información, y ahí fue cuando comencé en el fotoperiodismo. Yo comencé la carrera en Madrid en 1999 y durante todos los veranos realicé las prácticas en Onda Algeciras. Fue una escuela muy buena. Desde ese año estoy vinculado al mundo de la comunicación.
-¿En qué momento se encuentra su profesión?
-El fotoperiodismo, como el periodismo en general, está atravesando una crisis por la falta de credibilidad provocada por las fake news o por los informantes que lanzan las noticias sin contrastar o las tergiversan. Creo que informar puede hacerlo cualquiera, pero el tratamiento de la información no lo puede hacer cualquiera, es necesario que lo haga gente cualificada.
Gracias a este premio de la Junta, a los fotoperiodistas se nos da nuestro sitio y se reconoce nuestro trabajo. Pero desde cambio del analógico al digital hemos sufrido una degradación de la profesión, depende quien lleve la cámara o el teléfono. La tecnología ha acercado la fotografía y el vídeo a todo el mundo. Por un lado esta bien, pero la responsabilidad final esta en el que la publica o le da difusión. Como en todos los trabajos, un profesional tiene un conocimiento más profundo.
-Si no hubiese sido fotoperiodista, ¿qué profesión le hubiese gustado ejercer?
-No lo sé. Estuve a punto de hacer un ciclo superior de diseño gráfico pero mis padres me convencieron de que estudiara una carrera. Siempre he tenido inquietud por la imagen. En el colegio Campo de Gibraltar ya hacía con mis padres un periódico, con ilustraciones a dibujo y mi padre me ayudaba. Hacíamos copias y tuvo mucho tirón. Esta profesión me permite tocar muchos palos y a lo mejor en otros sitios no podría hacerlo. Mi profesión me ha llenado mucho y me ha hecho crecer como persona. Las experiencias que te llevas con este trabajo no tienen precio.
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