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La Escuela de Artes y Oficios

Monumentos y edificios históricos de Algeciras

Con diferentes sedes y denominaciones a lo largo de su amplia historia, esta conocida institución ha sido uno de los centros educativos de mayor prestigio de la localidad

Aula de Dibujo de la Escuela de Artes y Oficios en la calle San Antonio.
Antonio Torremocha

10 de octubre 2020 - 05:51

Algeciras/En el año 1910, mediante dos Reales Decretos de 8 de junio y 16 de diciembre, se reorganizaron los estudios de las Escuelas de Artes, recuperando el antiguo nombre de Escuelas de Artes y Oficios, perdido en 1900 cuando, mediante otro Real Decreto de 4 de enero de ese año, se habían denominado oficialmente Escuelas de Artes e Industrias. Con la legislación aprobada en 1910 se permitía, además, impartir enseñanzas de carácter general e, incluso, las de Peritaje Artístico Industrial. Apoyándose en estos decretos de 1910, el Ayuntamiento de Algeciras, aunque su presupuesto dedicado a instrucción pública no alcanzaba las 12.000 pesetas anuales, decidió crear el 1 de marzo de 1911 una Escuela de Artes y Oficios en la ciudad. Es probable que ya existiera con anterioridad a esa fecha una Escuela de Artes e Industrias no oficial, lo que explicaría que en el cartel situado sobre la puerta del edificio de la Escuela, ubicado entre las calles Sacramento -luego Rafael de Muro- y Eduardo Dato se lea “Escuela de Artes e Industrias”.

Hasta el año 1924 la escuela estuvo ubicada, entre otros, en el citado edificio situado en el arranque de la actual calle Rafael de Muro. Estaba constituido por cuatro crujías, reducido patio central, tres plantas y elegante fachada con doble balcón y típico cierre de hierro en las ventanas del primer piso. En 1924, tras la implantación de la Dictadura de Primo de Rivera, se aprobó por el Gobierno el Estatuto de Enseñanza Industrial y el correspondiente Reglamento para su aplicación. Este Estatuto obligó al Ayuntamiento de Algeciras, como representante de un municipio que contaba con más de 20.000 habitantes, a transformar la Escuela de Artes y Oficios en Escuela Elemental de Trabajo.

Esta nueva institución educativa tenía carácter comarcal, aunque sus gastos continuaban siendo sufragados por el Consistorio algecireño. A partir de esa fecha la Escuela Elemental de Trabajo se trasladó a un nuevo edificio situado en la confluencia de las calles San Antonio y Sevilla, hoy día utilizado como sede de oficinas municipales. Con la proclamación de la II República la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras asistió a una etapa de auge. Uno de sus profesores, Cayo Salvadores Martínez, miembro destacado del partido de Acción Republicana, sería elegido concejal en las elecciones del 12 de abril de 1931 por el distrito de San Isidro y, tres días más tarde, fue nombrado concejal de la Comisión de Instrucción Pública, cargo del que tuvo que dimitir poco después al ser designado por el Gobierno de la Nación Delegado de la República en la Escuela de Artes y Oficios.

Primer edificio donde estuvo ubicada la Escuela de Artes e Industrias. (Fotografía tomada entre 1921 y 1924).

Del mismo modo que otros profesionales de la enseñanza y políticos implicados en la gestión educativa, como el delegado de Instrucción Pública, Lino García Baquero, Cayo Salvadores fue fusilado en los primeros días de agosto de 1936. En los años que duró la Guerra Civil, la Escuela de Artes y Oficios siguió funcionando, aunque con escasez de medios, de profesores y de alumnos. Acabado el conflicto bélico, volvió a convertirse en uno de los centros de enseñanza más prestigiosos de la ciudad.

En el año 1942, cuando las llamas consumieron el edificio de madera, conocido como Kursaal, donde se impartían las clases del Instituto Local de Segunda Enseñanza, la sede de la Escuela de Artes y Oficios de la calle San Antonio acogió varios grupos de alumnos del citado Instituto, hasta que se acondicionaron algunas aulas en el nuevo inmueble que se construía en los altos del Calvario. En ese mismo año los profesores que impartían clases en la Escuela de Artes y Oficios eran 10, número que en el curso 1947-48, había ascendido a 14 y en el curso 1951-52 había vuelto a descender a 12. En cambio el número de alumnos matriculados en el curso 1942-43 fue de 70, en el curso 1944-45, 150 y en el curso 1951-52, 180.

Según consta en la documentación municipal, el edificio donde estaba ubicada la Escuela de Artes y Oficios en la calle San Antonio era de titularidad privada, siendo su propietaria María Sobrino Estévez. En 1947 se presentaron serias dificultades para la continuación de la enseñanza en ese inmueble, pues la dueña del edificio solicitó en el mes de marzo la finalización del contrato con el Ayuntamiento con fecha 1 de julio. Lo cierto es que la Escuela continuó funcionando en ese edificio hasta la construcción de la nueva sede en el año 1971. De acuerdo con el Decreto 2.127 de 24 de junio de 1963, que reglamentaba las Escuelas de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, se reconocían de manera oficial nuevas profesiones y especialidades que podían ser impartidas en dichas Escuelas, como diseño, arte publicitario y decoración, lo que vino a enriquecer el programa que se impartía en la Escuela algecireña.

Edificio de la calle San Antonio

El edificio de la Escuela de Artes y Oficios ubicado en las confluencia de las calles San Antonio y Sevilla que fue sede de la institución educativa entre los años 1924 y 1971.

Se trata de un inmueble de planta casi cuadrada y de dos alturas construido en el primer tercio del siglo XIX. Responde a los esquemas del estilo neoclásico popular con algunos elementos que evocan al barroco tardío. Las cuatro crujías que lo forman habilitan un patio central con galería perimetral en ambas plantas, sostenida, la inferior por arcos de medio punto, que se convierten en arcos de medio punto rebajados de más luz en los frentes norte y sur para poder adaptarse a la mayor longitud de las crujías. Se apoyan en columnas de piedra de orden toscano similares a las que existieron en la plaza de toros La Perseverancia y aún se conservan en el claustro del antiguo Hospital de la Caridad.

La galería del segundo piso está sostenida por estructuras adinteladas que descansan sobre pilares. El tejado de tejas árabes es a dos aguas en cada crujía y está sostenido por estructuras de madera en par e hilera. Las aulas estaban situadas en las crujías con las puertas de entrada dando hacia las galerías. La iluminación penetraba por las ventanas y balcones que se abrían hacia las calles San Antonio y Sevilla. La fachada principal que da a la calle San Antonio y la secundaria que mira a la calle Sevilla desarrollan un esquema similar en las dos plantas, con vanos enmarcados por molduras muy simples en el segundo piso que se corresponden en las dos plantas dando una sensación de regularidad y predominio de la línea recta. Los aleros volados vierten sobre canalones que se sostienen con tornapuntas de hierro. En la fachada principal se abren, en la planta baja, la puerta de ingreso al edificio y ventanas asimétricas que arrancan de un poyete bajo. En la segunda planta presenta tres balcones corridos a los que se abren dos y tres vanos en cada uno, esquema que se repite en la fachada de la calle Sevilla. Tienen antepechos de hierro forjado y están sostenidos por tornapuntas del mismo material con decoración barroquizante.

otografía de la nueva Escuela de Artes y Oficios, situada en la calle Fray Tomás del Valle, a poco de ser inaugurada en 1971.

En el año 1971 se inauguró un nuevo edificio para instalar la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras en la calle Fray Tomás del Valle, ocupando una parcela del antiguo Cortijo del Calvario existente entre la Avenida Capitán Ontañón y la Avenida Virgen del Carmen. Su acusado desnivel obligó a su diseñador a adaptar la obra, escalonadamente, al escarpe del terreno. El carácter aéreo, casi ingrávido, de la construcción se ve reforzado por la existencia de una serie de escaleras, a vario niveles, que rodean, por el exterior, la fachada del inmueble.

Las aulas que habilitan los diferentes espacios y escalonamientos reciben la iluminación lateralmente por medio de vanos verticales acristalados que recorren las paredes, en ambas fachadas, desde el suelo a las cubiertas. La obra, proyectada por el arquitecto Fernando Garrido Gutiérrez e iniciada en el mes de enero de 1968, se ha de inscribir en la corriente arquitectónica denominada orgánica. Obtuvo el primer premio de Arquitectura en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1968. La nueva escuela fue inaugurada por el ministro de Educación y Ciencias, José Luis Villar Palasí, el 18 de junio de 1971.

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