Una de fantasmas y apariciones

La Línea tiene también sus lugares encantados e historias paranormales que quitan el sueñol sucesos extraños Enclaves como el Museo del Istmo, antigua Comandancia militar, y el complejo Ballesteros tienen sus fantasmas.

Imagen del Museo el Istmo, antigua Comandancia militar, donde tuvieron lugar supuestos sucesos paranormales.
Imagen del Museo el Istmo, antigua Comandancia militar, donde tuvieron lugar supuestos sucesos paranormales.
E. Blanco / La Línea

05 de febrero 2008 - 01:00

Todo municipio tiene sus historias de fantasmas. Casas antiguas, cuarteles y sitios abandonados, marcados por el paso del tiempo y las experiencias de sus antiguos ocupantes, donde supuestamente se escuchan extraños ruidos en mitad de la noche, o se ven figuras fantasmagóricas a través de las ventanas. La Línea no podía ser una excepción y también tiene sus leyendas. Edificios donde según se cuenta tienen lugar sucesos paranormales.

Muy conocido es el caso del complejo educativo Ballesteros. Se dice que una vez que el Ministerio de Defensa cedió este emplazamiento al Ayuntamiento de La Línea comenzaron a tener lugar las apariciones y durante la noche se podía escuchar el sonido de monedas al caer al suelo. Muchos apuntaron que era el fantasma de un capitán del cuerpo de Infantería, ya que aquellas instalaciones albergaron a este cuerpo del Ejército en el municipio durante muchos años.

Curiosamente, otro antiguo enclave militar de la ciudad es también el escenario de historias de fantasmas. La Comandancia militar, hoy Museo del Istmo, alberga entre sus paredes extraños sucesos. Cuando la Policía Militar aún se encontraba en el lugar, por las noches, desde la habitación habilitada a tal efecto, los soldados que estaban de guardia oían el teclear de una máquina de escribir y otros ruidos extraños.

Célebre es la historia en La Línea sobre el fantasmas de una mujer anciana que hay en un local de Campamento. Ahora es un salón de celebraciones pero hace años la juventud linense acudía allí a bailar por las noches los fines de semana y muchos aseguraban haber visto la silueta de una anciana a través de las ventanas de la planta de arriba. Anciana que por supuesto no estaba allí.

En otra cafetería del municipio, ubicada en la calle Duque de Tetuán, en pleno centro, también se comenta que hay un fantasma, aunque no han trascendido los fenómenos paranormales que han tenido lugar, si es que éstos se han producido.

El caso de los pisos fantasma todavía se recuerda hoy en día. A principios de los 70, la construcción de unos bloques en la ladera de Sierra Carbonera fue paralizada y sólo quedó la estructura de los mismos. Muchos aseguraron que tenían lugar sucesos de carácter paranormal y los aficionados al espiritismo encontraron allí el enclave perfecto para realizar esta práctica durante años.

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