Los faros de la Isla Verde y Punta Carnero
MONUMENTOS Y EDIFICIOS DE ALGECIRAS
Capítulo 34. Aunque no hay vestigios, la existencia de ciudades portuarias en la Bahía de Algeciras justifica la utilización de estas torres de luz
No cabe duda de que hubo faros en la Antigüedad y la Edad Media en los entornos de la bahía de Algeciras, aunque no se hayan conservado testimonios escritos ni vestigios materiales de ellos. La existencia de activas ciudades portuarias como Carteia e Iulia Traducta en la Bahía en la Edad Antigua y Algeciras y Gibraltar en la Edad Media, justifica sobradamente el que se habilitaran algunos puntos de luz para guiar a los pilotos y señalar los peligrosos escollos costeros a las embarcaciones que frecuentaban este litoral.
Antiguamente, los faros se iluminaban por medio de hogueras encendidas con leña colocadas en la parte superior de torres. También se usaron hachones embreados o mechas introducidas en sebo y aceite. A partir del siglo XVIII se comenzaron a emplear aceites vegetales (oliva, colza o lino), aceites minerales e, incluso, grasas de origen animal, como el aceite de ballena. A finales del siglo XIX empezó a generalizarse el empleo de la energía eléctrica y, después, del petróleo, la gasolina y el gas (propano o butano). Actualmente se está extendiendo el empleo de la energía solar.
En el año 1847 se aprobó el Plan de Alumbrado Marítimo de las Costas Españolas, lo que vino a establecer las bases de los faros que se construyeron en las décadas siguientes en puntos destacados del litoral español.
FARO DE LA ISLA VERDE
El proyecto del ingeniero Juan Martínez Villa para la construcción de un puerto de arribada y refugio en Algeciras redactado en el año 1859, preveía la construcción de un faro o “luz del puerto” en la zona noroeste de la Isla Verde, en el extremo del espigón proyectado en ese lugar.
La señalización de la entrada de la cerrada bahía de Algeciras y, sobre todo, de uno de sus accidentes geográficos más destacados como era la Isla Verde, era una necesidad desde el siglo XVIII, pero no sería hasta que el puerto comience a adquirir una cierta importancia y la navegación comercial tenga un gran desarrollo, cuando se acometa la construcción de puntos de luz en la costa norte del Estrecho donde ya existía, desde principios del siglo XIX, el faro de la isla de Tarifa.
El primer sistema de iluminación que existió en la Isla Verde consistía en una lámpara de aceite de reverbero situada sobre una torre que ocupaba el lugar donde luego se edificó el faro. Hasta el año 1855 estuvo bajo la responsabilidad del gremio de mareantes. En ese año pasó a la Dirección General de Obras Públicas.
En conexión con el futuro faro de Punta Carnero, edificado y puesto en servicio en el año 1874, y el de Punta Europa, construido treinta y tres años antes de esta fecha, el faro proyectado en la parte más elevada de la Isla Verde lo sería con carácter provisional a la espera de que se llevara a cabo el ansiado proyecto general de construcción de un puerto de refugio en Algeciras, obra que no se acometería hasta bien entrado el siglo XX.
Aunque el proyecto portuario del señor Martínez Villa, por causas diversas, no se llevó a la práctica, el faro sí se edificó en 1864 con un diseño realizado por Jaime Font y Escolá un año antes y con un coste de 15.000 reales, al sureste de la isla, cerca de la muralla que rodeaba el fuerte edificado en el siglo XVIII. El edificio consistía en una torre de sección octogonal y de mampostería de ladrillos enlucidos con cal, con un habitáculo anejo de planta cuadrada donde se hallaba el almacén y la residencia del torrero. Como el espacio disponible era muy reducido, en el año 1879 se añadió un segundo piso a la habitación y un aljibe.
El plano focal del faro se hallaba situado a 26 metros sobre el nivel del mar y a 9 metros sobre el terreno. Tenía un alcance de cinco millas. El sistema óptico fue construido por la prestigiosa casa francesa de Henry Lapaute, disponiendo de un aparato de 6º orden con una linterna proporcionada por la misma empresa y una lámpara Maris de una mecha. Estaba servido por un sólo torrero.
Es necesario destacar que, aunque en la actualidad la isla ha perdido su insularidad absorbida por las obras de relleno del puerto, hasta la construcción del llamado puente de la Isla Verde en 1926, el farero tenía que desplazarse cada día a su lugar de trabajo en barca, quedando en muchas ocasiones, cuando los temporales de invierno azotaban la costa de Algeciras, aislado en el faro, a veces, durante varios días.
En el año 1940 se sustituyó la lámpara Maris por una lámpara, más moderna, de la firma parisina Barbier Bérnard y Turenne y, al año siguiente, por una Titus de gasolina que sería, a su vez, sustituida en 1946 por una instalación eléctrica que alimentaba una lámpara de incandescencia de 300 watios.
En 1965 se demolió el edificio adosado a la torre y se sustituyó por otro con diversas dependencias y cubierta de tejas árabes que se ha utilizado como vivienda. En el año 1977 el faro quedó fuera de servicio. Sus funciones han sido reemplazadas por el nuevo balizamiento establecido en el Puerto Bahía de Algeciras por la Autoridad Portuaria.
FARO DE PUNTA CARNERO
Se halla ubicado en el cabo o punta de su nombre que cierra la Bahía de Algeciras por el Suroeste. Con anterioridad al año 1567 existía en una plataforma del terreno situada un poco más arriba del actual faro, una torre almenara de planta cuadrada y unos 17 metros de altura que, sin duda, debió realizar funciones de vigilancia y, también, de faro. En el año 1667 estaba artillada contando con una dotación de tres guardas y un artillero. En 1826 se encontraba arruinada.
El faro fue proyectado, como el de la Isla Verde, por Jaime Font y Escolá en 1864 como una instalación de quinto orden y luz roja fija, inaugurándose diez años más tarde. Es de cuarto orden en la clasificación de los faros españoles. Además de iluminar y señalar, en conjunción con el faro de Punta Europa, la entrada a la Bahía, el faro de Punta Carnero tenía, en origen, la misión de marcar a los buques los bajos de La Perla, situados en la entrada occidental de la Bahía, con una luz de color rojo, aunque al final se construyó con una luz fija de color verde.
Al principio funcionaba con una lámpara alimentada con aceite de colza. En 1924 se le acopló un juego de pantallas giratorias y se sustituyó la linterna instalándose un sistema de alumbrado de petróleo a presión. En 1930 se sustituyó por acetileno, dándole una característica de grupo de 1 x 3 ocultaciones blancas cada 16 segundos.
Para balizar el bajo de La Perla se le puso a la linterna un sector rojo de 53º de amplitud y se instaló una señal de niebla consistente en un cañón de acetileno que producía una detonación cada treinta segundos con un alcance de cinco millas. En 1973 se electrificó dotándose del actual sistema mixto eléctricogas. Dos años después se le puso una nueva sirena. En 1977 se renovó la lámpara y se monitorizó la instalación. Desde 1997 el faro se controla telemáticamente.
Desde el punto de vista constructivo, el faro de Punta Carnero consiste en una torre cilíndrica de sillería de arenisca cuyo fuste es una réplica a menor escala del faro de Chipiona. El cuerpo superior se apoya sobre una cornisa con baranda de metal sostenida por elegantes ménsulas en la que descansa el cuerpo de luces. El plano focal se sitúa a 42 metros sobre el nivel del mar y a 22 metros sobre el terreno. El edificio fue restaurado por la Autoridad Portuaria de la bahía de Algeciras en el año 2000.
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