La Feria de Algeciras se despide con fuegos artificiales y un gran ambiente

Algeciras/Fue a medianoche cuando el cielo sobre el parque Antonio Quintero se llenó de fuegos artificiales para marcar la despedida de la que ya es una de las mejores ferias de la historia de Algeciras. Fue a medioanoche, lo que quiere decir que todavía había tiempo para bailar algunas sevillanas más, para una o dos jarras de rebujito, incluso para el último viaje en los cacharritos. Pero sobre todo para el último brindis en la caseta con los amigos, "porque volvamos a encontrarnos dentro de un año aquí todos, por nosotros".

Desde el ruedo que horas antes había acogido la vuelta de los Miuras se lanzaron luces al cielo para comenzar el adiós a la Feria más especial después de una semana en la que hasta la meteorología acompañó, ni la lluvia del año pasado ni el calor asfixiante de otros hicieron acto de presencia, lo que prolongó las tardes y las noches hasta que el cuerpo aguantó.

La hora de las comidas permitió que el ferial volviera a la vida poco a poco desde las dos de la tarde. Ya hacía tiempo que las cocinas funcionaban a tope para preparar los platos que, junto con quesos, embutidos y mariscos, jalonan el menú más típico de la feria. Las brigadas de limpieza de Algesa terminaban de dejar las calles y aceras decentes tras una noche de fiesta larga como todas y el hielo se desembarcaba en las casetas puntual para dejar todo listo para la última velada.

Comenzaron a circular las jarras de rebujito, los platos de jamón recién cortado y las frituras de pescado antes de que la música volviera a sacar a la pista a los más feriantes, mientras otros se preparaban para subir las escaleras rumbo a la plaza de toros. A la caída de la tarde, las familias con niños comenzaron a dirigirise a la zona de atracciones. Era el día de permitir "una vuelta más" antes de despedirse hasta el año que viene.

El tradicional paseo de caballos también se despidió de la Feria Real. Horas después llegaron los fuegos artificiales. Entre uno y otro hubo más diversión. No hay mejor forma de despedirse.