Algeciras: financiación del Puerto y obras realizadas en la ciudad (1939-1964)
Historia del Puerto de Algeciras (1906-1980)
El primer gran proyecto fue el llamado Muro de Ribera (luego Paseo Marítimo) entre la Marina y la conocida como playa de los Ladrillos
Buscar una solución definitiva al problema del río de la Miel, un asunto clave durante este periodo
Compañías de navegación trasatlánticas en Algeciras (1955-1975)

Algeciras/En relación directa con las mejoras de las infraestructuras (superficie de muelles, líneas de atraques, incremento de calados, ampliación de vías de acceso, dotación de grúas y almacenes, etc.), de la construcción de edificios para los servicios ofrecidos por el puerto y del aumento de los tráficos (sobre todo pesquero, de pasajeros y de vehículos), se asiste, en el periodo que se analiza, a un crecimiento importante de la recaudación total del Puerto de Algeciras.
Evolución de la recaudación y de la financiación de la Junta entre 1939 y 1964
Observando la relación anual de ingresos en todos los órdenes se tiene una idea exacta del incremento que los recursos propios de la Junta protagonizaron entre los años 1939 y 1964. En la anualidad de 1943 se recaudó un total de 821.493 pesetas; en 1950, los ingresos habían ascendido hasta las 3.929.789 pesetas; en 1960 se recaudaron 18.204.445 y en 1964, la cifra había llegado a 24.994.946. Es evidente que el desarrollo económico general de la Nación desde, al menos 1960, y el aumento del tráfico comercial internacional facilitó la evolución positiva de los tráficos portuarios y, con ella, el incremento de la recaudación de la Junta.
Pero no se puede ignorar que los planes de obras y los proyectos que se acometieron en esos años en el Puerto, apoyados por las autoridades locales y, sobre todo, por los estamentos ministeriales por medio de las subvenciones estatales, que fueron conscientes del potencial de desarrollo y de las ventajas que, para el sistema portuario español, ofrecía el puerto de Algeciras, tuvieron como consecuencia un incremento sostenido de la recaudación, especialmente en el quinquenio 1960-1965.
Pero, a pesar del aumento de la recaudación y de las crecientes subvenciones que llegaban cada año del Estado y que permitía financiar proyectos que hubieran sido imposible acometer únicamente con los recursos propios de la Junta, hacia el año 1949 esta institución entendió que para financiar los ambiciosos planes de obras portuarias que se consideraban necesarias para mejorar las infraestructuras e instalaciones del puerto, debía contar con un sistema de financiación extraordinario, al margen de los recursos generados por la actividad portuaria y las subvenciones estatales.
Para financiar el Plan de Obras del Puerto previstas para los siguientes diez a veinticinco años, con un presupuesto, para la primera etapa de diez a quince años, de 157.157.000 peseta y un segundo del orden de 217.850.000 millones, se propuso, en el pleno celebrado el 5 de junio de 1949, solicitar a la Superioridad autorización para emitir obligaciones en cuantía suficiente para sufragar los gastos de la primera etapa por un valor de 160.000.000 de pesetas.
En marzo de 1950, el Consejo de Ministros acordó remitir a las Cortes el Proyecto de Ley de Empréstito para la Junta de Obras del Puerto de Algeciras por valor de 80.000.000 de pesetas, que fue aprobado el 13 de julio, quedando autorizado este organismo a emitir obligaciones hasta la cantidad señalada. En diciembre de 1955 se autorizó a emitir obligaciones por valor de 360.000.000. Este aporte extraordinario de dinero fue utilizado para financiar numerosos proyectos de infraestructura y la construcción de instalaciones diversas en los años que siguieron que permitieron a la Junta modernizar las instalaciones portuarias en las dos décadas siguientes.
Relaciones entre la Junta de Obras del Puerto y la ciudad en el periodo 1939-1964
El primer gran proyecto portuario llevado a cabo con posterioridad a la Guerra Civil consistió en la construcción del llamado Muro de Ribera (luego Paseo Marítimo) entre la Marina y la conocida como playa de los Ladrillos, entre 1942 y 1952, que, al ser una obra realizada en la zona marítimo-terrestre que hasta esa fecha sólo era una escollera situada al pie del farallón que cerraba por el este la ciudad, ha de considerarse como un proyecto que beneficiaba tanto al puerto como a la población.
El citado proyecto se completó con la calzada que unió el puerto por el norte con la Carretera de Málaga (1949-1951) y con la urbanización de las parcelas limítrofes y del Paseo, actualmente Avenida Virgen del Carmen, que estuvo finalizada en 1953. Estas obras se acometieron con una aportación del Ayuntamiento del 25% de su costo. Una vez finalizado el Muro de Ribera y la Carretera de acceso, el Puerto permutó dos parcelas, con un superficie total de 30.750 metros cuadrados, situadas en el Cortijo del Calvario, propiedad del Ayuntamiento, por una parcela de 12.533 metros cuadrados ubicada en los terrenos ganados al mar en el Paseo Marítimo. Dos años y medio más tarde, el Ayuntamiento propuso a la Junta la adquisición de dos parcelas, propiedad del Puerto, que colindaban con las obtenidas mediante permuta y, “destinadas -según manifestó el Alcalde, señor López Correa- a la construcción de viviendas para sus empleados”. El Plan de Ordenación Urbana exigía que en el Paseo Marítimo, al menos, tuvieran dichos edificios cinco plantas “para armonizar con las restantes edificaciones de la zona”. La superficie de la parcela comprada por el Ayuntamiento era de 1.773 metros cuadrados y el precio de 490 pesetas por metro cuadrado. En esas parcelas y otras colindantes, situadas entre el barranco y el Paseo Marítimo, se construyeron los elevados edificios que hoy conforman buena parte de dicho Paseo.
Un asunto de enorme importancia, por las consecuencias negativas que tenía para la imagen de la ciudad, era buscar una solución definitiva al problema del río de la Miel, cuyo cauce bajo, desde el Puente del Matadero hasta su desembocadura, con el paso de los años se había convertido en una cloaca al aire libre. Teniendo en cuenta que el cauce del río, hasta el citado puente, pertenecía a la zona de influencia marítimo-terrestre y, por ley, su aprovechamiento y obras de mejora correspondían a la Junta, la solución a los malos olores y a los vertidos de aguas fecales que se realizaban en dicho tramo del río, no podía ser acometida sin la colaboración de ambas instituciones.
Ya en el año 1949 se había presentado a la Junta un proyecto para la Desviación del Río de la Miel, incluyendo expropiaciones. El Ayuntamiento, en Pleno Municipal celebrado el 25 de marzo, acordó contribuir con un 25% del valor de las obras. Sin embargo, a pesar de su necesidad, no se tienen noticias de haberse continuado la tramitación del expediente. Sólo consta haberse acometido algunos trabajos de consolidación en las márgenes. Once años más tarde, en la sesión celebrada el día 29 de septiembre de 1960, el Alcalde de la ciudad, “informó a la Junta de su propósito de obtener la colaboración del Ministerio de Obras Públicas para la solución de otros problemas como el alumbrado del Paseo Marítimo, que era absolutamente necesario para la urbanización de dicha zona y el saneamiento del río de la Miel”.
El 27 de noviembre de 1962 se leyó en la Junta el Proyecto de Colector de Aguas Negras del Río de la Miel y Saneamiento de parte de la Ciudad, elaborado por la Confederación Hidrográfica del Sur. Este proyecto debía tener como objetivo la canalización hacia un colector único de todas las aguas negras que vertían al río desde las casas y comercios de la ciudad. Se desconoce si se llevaron a cabo estas obras, aunque todavía en el año 2010 seguía existiendo el problema de vertidos de aguas fecales en el cauce, ya abovedado, del río. Lo que sí se llevó a cabo por la Junta fue el Proyecto de Urbanización de la Margen Derecha del Río de la Miel, redactado y suscrito en 25 de noviembre de 1962 por el Ingeniero Director, que tenía como objetivo “la ordenación y máxima utilización de esta zona portuaria, cuya pavimentación ha de reponerse, destinada al aparcamiento de los numerosos coches y autobuses de viajeros y camiones de transporte que utilizan los servicios del puerto”. Las obras se iniciaron en el mes de septiembre. Un año después, en noviembre de 1964, el Alcalde de Algeciras remitió un escrito a la Junta interesándose por la construcción de un nuevo puente sobre el Río de la Miel “debido al enorme tráfico hoy existente”. El puente que se proponía iría en la misma desembocadura para sustituir la pasarela que, desde los años veinte, unía ambas orillas del río para permitir el paso del ferrocarril de vía estrecha. La Junta informó de que la construcción del citado puente se habría de proponer al Ministerio de Obras Públicas para que se incluyera en los Planes de Desarrollo.
La buena sintonía existente entre la Junta de Obras del Puerto y el Ayuntamiento de Algeciras se puso de manifiesto, una vez más, en el año 1951. A principios de la década de los cincuenta el servicio de abastecimiento de agua a la ciudad y al Puerto, era muy deficiente, abundando las quejas de los ciudadanos y de la Junta que, en ocasiones, no disponía del flujo continuo necesario para sus obras y, sobre todo, para las labores de avituallamiento de buques. El 25 de mayo de 1951 se suscribió el Proyecto de traída y distribución de agua potable al Puerto de Algeciras, que tenía como objetivo lograr un aprovisionamiento abundante y continuo de agua a la institución portuaria bajo su exclusivo control, para lo que se construyó un azud o represa en el río de la Miel, en la zona del Cobre, y tender una tubería para traer el agua hasta el puerto y la ciudad. La Junta llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para que la población pudiera abastecerse del líquido sobrante, una vez atendidas las necesidades portuarias. En la sesión celebrada el 31 de julio de 1953 se aprobó el Proyecto de contrato provisional con el Excmo. Ayuntamiento de Algeciras para el suministro del sobrante de agua de la concedida a la Junta. Éste debería pagar el 25% del agua suministrada.
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