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No corren buenos tiempos para la lírica. Tampoco para el teatro Florida de Algeciras, de propiedad municipal y que, a partir del próximo mes de junio, tendrá que sobrevivir con solo dos funcionarios tras la inminente jubilación de Juan Casero, su jefe técnico.
Actualmente, la plantilla, en tenguerengue, está formada por Casero y otros dos empleados, además de un cuarto que se encuentra de baja y también cercano a retirarse. Por tanto, ante la próxima temporada cultural, que se iniciará como cada año en septiembre, dos personas tendrán que encargarse de todos los espectáculos teatrales y musicales, del sonido, la luminotecnia, las proyecciones, etc.
"No sabemos qué hará el Ayuntamiento a partir de septiembre", reconoce el personal. "No descartamos que opten por externalizar el teatro", añaden estas fuentes con nostalgia de los tiempos en los que la brigada de la delegación de Feria y Fiestas rozaba los 25 trabajadores.
"El Teatro Florida cuenta con el personal necesario para su mantenimiento diario y, cuando alberga espectáculos, se refuerza el servicio con funcionarios también pertenecientes a la Delegación de Cultura o al departamento responsable de su organización", responden desde el Ayuntamiento a petición de Europa Sur. Sobre el futuro del edificio, aclaran que se "barajarán distintas opciones para optar por la que sea más ventajosa, tanto para la institución municipal como para la prestación del servicio".
Una de estas "opciones" para el Florida, el único teatro municipal que tiene Algeciras, sería sumarse a partir de otoño a la tendencia actual de privatizar la cultura, con un concepto mercantil que podría eliminar su esencia de bien público. Sobre esta posibilidad, el Consistorio no se ha pronunciado en ningún sentido.
A esta merma de recursos humanos, se une el deterioro de los recursos técnicos. Como ejemplo, desde hace un tiempo, el equipo de sonido del Florida no funciona, lo que obliga a contratar un equipo externo para los espectáculos musicales. Hasta hace poco, tampoco existía un podio para director de orquesta, una carencia que una compañía de música clásica tuvo que solventar, con sus propios medios, la pasada temporada.
El edificio, ubicado en la avenida Agustín Bálsamo, comenzó a construirse en julio de 1944 y fue inaugurado un año más tarde, en mayo de 1945, según un diseño del arquitecto Mariano Aznárez Torán para ser utilizado exclusivamente como cine. Según un estudio de la Universidad de Cádiz de 2004, el inmueble mostraba ciertos rasgos art déco en su decoración, relacionados con dos teatros californianos: Grand Lake Theatre, de Oakland, y Castro Theatre, de San Francisco.
Cuarenta años después, en septiembre de 1985, el Florida pasó a depender del Ayuntamiento, que amplió de este modo la oferta cultural de la ciudad y aprovechó la cercanía del teatro con la Fundación Municipal de Cultura José Luis Cano, situada en el antiguo Hospital de la Caridad. En los aquellos años dorados de los 80, en plena Movida algecireña, la brigada de la delegación de Feria y Fiestas estaba formada por una veintena de trabajadores. Según Juan Carlos Martín Montilla, del Observatorio de La Trocha, también se llevaron a cabo unas "desafortunadas reformas" que "desvirtuaron notablemente" su aspecto original. En 1994 se construyó un foso para la orquesta delante del escenario.
La Diputación de Cádiz financió una profunda restauración del edificio en 2006 por 6,5 millones de euros. Aunque estaba inscrito en el Inventario de Arquitectura del siglo XX en España, estas obras consistieron en la demolición total del Florida, salvo la fachada, de inspiración expresionista, que se conservó por su singularidad. Las butacas pasaron de las 900 originales a 650. "Con este derribo, Algeciras perdió uno de los edificios más elegantes y distinguidos de su escaso patrimonio arquitectónico", opinaba en Europa Sur Martín Montilla.
El teatro reabrió en la Navidad de 2011, pocos meses después de que José Ignacio Landaluce fuera proclamado alcalde de Algeciras por primera vez. Como anécdota, se inauguró sin un pasillo central, habitual en todos los cines y teatros.
El Florida tiene cuatro niveles. En la planta baja de acceso se encuentran las taquillas, el guardarropa, los aseos, los camerinos, los vestuarios y el vestíbulo que organiza las distintas subidas a la planta de la sala. En la planta primera, se encuentran el bar y el vestíbulo que organiza las distintas entradas a la sala y a los dos cuerpos de escaleras situadas lateralmente de subida a la planta de acceso a los palcos. En la planta segunda se encuentra el palco y el cuarto de instalaciones de luz y sonido, además de los dos cuerpos de escaleras situadas lateralmente que suben a la planta tercera, de acceso restringido.
Cuando se cumple de 80º aniversario de su construcción, el inminente futuro del Florida es una incógnita.
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