De lo global a lo particular

El interesante artículo de opinión publicado el pasado domingo por el director de Europa Sur, titulado Promesas, se hacía eco de futuros proyectos de desarrollo urbano para la ciudad de Algeciras anunciados por su alcalde con motivo del inicio del nuevo año. El regidor, en concreto, había aludido a la continuidad urbana del paseo del Llano Amarillo, la peatonalización de la calle Capitán Ontañón y la nueva Escalinata como conexión con la parte alta de la ciudad. En el artículo referido se señala un aspecto a mi entender muy significativo: Esos proyectos "llegan muy tarde y figuran desde hace años entre las demandas más urgentes de los algecireños".

Esa cuestión, la de la opinión de los ciudadanos, es uno de los tres aspectos clave en cualquier operación de desarrollo y transformación urbano en una ciudad. Los otros dos aspectos son contar con políticos capaces, que sepan atender estas demandas, y que sepan elegir a equipos de profesionales con la experiencia y con la generosidad que requieren estos proyectos. Es por ello que lo más urgente sería empezar a consultar a los ciudadanos a través de reuniones y cuestionarios en los que se recojan cómo se imaginan su ciudad. Es imprescindible contar con una sociedad con espíritu crítico.

Estos tres pasos son los que se han seguido para elaborar las propuestas en cualquiera de las actuaciones urbanas llevadas a cabo en diferentes ciudades de nuestro país, independientemente de su tamaño. Municipios como Santiago de Compostela, Bilbao, Vitoria, Barcelona, Santander y otros son ejemplo de ello.

Mientras no se aborde la pretendida y necesaria transformación de la ciudad de Algeciras desde la globalidad, cualquier actuación que se acometa quedará en actuaciones puntuales sin vocación de ciudad

Por lo tanto, mientras no se aborde la pretendida y necesaria transformación de la ciudad de Algeciras desde la globalidad, cualquier actuación que se acometa, como las relacionadas en el artículo mencionado, quedarán en actuaciones puntuales sin vocación de ciudad al faltar su conexión, que es una de las claves de una ciudad, su capacidad de permitir las conexiones entre personas y espacios urbanos cualificados y ordenados.

Por último y en relación al aspecto de las conexiones, habría que incorporar a éstas, y como expone también el artículo, el nodo de los edificios abandonados de titularidad pública existentes en diferentes puntos de la ciudad. Todo ello vendría a dar el requerido y necesario modelo de ciudad.

Capítulo aparte por su relevancia urbana sería la necesidad de disponer de un proyecto urbano general, es decir un Plan Especial de Ordenación Urbana del conjunto del Llano Amarillo, pero ya no tanto como un espacio portuario en desuso comercial, sino como un frente de la ciudad de Algeciras, con lo que ello supondrá a nivel de competencias urbanísticas.