La Guardia Civil desmantela una red que usaba drones desde Algeciras para introducir droga en cárceles

Algeciras/La Guardia Civil ha detenido a seis personas pertenecientes a una organización criminal que utilizaba drones para introducir droga en cárceles de distintas provincias españolas. La operación desarticuló un grupo itinerante que partía de Algeciras y recorría el país para llevar a cabo los envíos aéreos de sustancias ilegales y otros objetos hacia las celdas de los internos.

El instituto armado ha informado este jueves de que la red criminal, originaria de Ceuta, empleaba drones modificados específicamente para vuelos nocturnos. Estas aeronaves no tripuladas operaban sin emitir luz alguna y transportaban la mercancía atada con sedal transparente a una cuerda fijada en la carcasa. Los objetos eran dirigidos a las ventanas de las celdas previamente señaladas, donde los internos cortaban el sedal para recoger el cargamento.

En el interior de las prisiones, otros reclusos de la organización se encargaban de ocultar y distribuir la droga. En el caso del centro penitenciario de Córdoba, uno de los presos coordinaba directamente con el líder del grupo itinerante la operativa de los vuelos, estableciendo horarios óptimos y guiando los drones mediante señales lumínicas y sistemas de geolocalización.

La investigación comenzó en Córdoba

El caso se inició tras el hallazgo de un dron caído cerca del centro penitenciario de Córdoba. La investigación del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Guardia Civil permitió localizar un punto de lanzamiento de vuelos situado a un kilómetro de la prisión, en un campo donde los integrantes de la organización ocultaban material para la manipulación de las aeronaves.

Durante la fase final de la operación, se detuvo al líder del grupo itinerante y se registró su vivienda habitual, donde se encontraron equipos electrónicos, inhibidores de señales y cinco drones preparados para realizar nuevos vuelos o ya utilizados en anteriores operativos. También se incautaron varias dosis de hachís, teléfonos móviles y aparatos informáticos.

En el interior del centro penitenciario de Córdoba, los funcionarios localizaron más de 500 gramos de hachís, cuatro teléfonos móviles y una baliza de señales lumínicas.

La organización desmantelada demuestra el grado de sofisticación alcanzado en las estrategias de introducción de drogas en las prisiones. Las aeronaves no tripuladas permitían a los delincuentes operar con gran discreción, minimizando riesgos y maximizando su capacidad de distribución.

Con esta operación, la Guardia Civil da un golpe significativo al tráfico de drogas en centros penitenciarios y refuerza la lucha contra el crimen organizado, cuya logística se apoya cada vez más en tecnologías avanzadas.