Hotel Reina Cristina: El hotel de los ingleses (y IV)

Historias de Algeciras

Miembros de la política, aristocracia, diplomacia, periodismo, ciencia e incluso de la realeza fueron las distinguidas visitas que recibió el Reina Cristina a lo largo de su historia

La reina Victoria Eugenia en Algeciras.
La reina Victoria Eugenia en Algeciras.
Manuel Tapia Ledesma

14 de marzo 2021 - 03:05

Algeciras/Los Infantes de España decidieron hacer del Hotel un lugar de frecuentada visita, pues poco tiempo después y tras la reciente estancia anterior: “En el Correo de ayer llegaron a nuestra ciudad SS.AA.RR. Los Infantes D. Carlos y Dña. Luisa, que como de costumbre se hospedan en el Hotel Reina Cristina. Para recibir y saludar a tan ilustres visitantes, acudieron a la estación-puerto el Gobernador Militar y el Alcalde D. Emilio Morilla”. Siguiendo con los Infantes, uno de ellos protagonizó otra visita, pero de carácter institucional, que no fue óbice para renunciar a hospedarse en el Hotel del que era habitual cliente: “Una muchedumbre integrada por toda la población algecireña acudió ayer a la estación-puerto para recibir a S.A.R. el Infante D. Carlos, que en nombre de nuestro Augusto Soberano, va a inaugurar la explotación del ferrocarril Ceuta-Tetuán [...], hospedose en el suntuoso Hotel Reina Cristina [...] Por la noche hizo el honor de sentar a su mesa en el Hotel a las más distinguidas personalidades que le habían saludado a su llegada”.

Durante aquellos convulsos días de huelgas en toda la nación, una visita despertó el interés general: “Unos señores apellidados Montesinos, se hospedaron días pasados en el Hotel Reina Cristina y marcharon en coche a la Línea de la Concepción, donde conferenciaron con significados individuos que allí residen. Al regresar a Algeciras marcharon en automóvil por Ronda a Málaga. ¿Tiene alguna relación esta visita con la actual estado de huelga? La Autoridad tendrá ocasión de comprobarlo”. Expresaba esta intrigante nota.

También albergó los encuentros de parte de la clase política de la ciudad: “En el suntuoso Hotel Reina Cristina se reunieron ayer en fraternal almuerzo los conservadores de Algeciras [...], poniéndose una vez más de manifiesto la verdadera unión [...], y correcta disciplina que se observa hoy entre todos los elementos que integran el partido liberal conservador”. Tal acto se llevó a efecto aprovechando la presencia en el Hotel de la familia del jefe de filas Dato. Es por ese motivo por el que al finalizar el acto: “Una comisión pasó a ofrecer sus respetos a la distinguida familia del ilustre jefe nacional Sr. D. Eduardo Dato que se encuentra de temporada en Algeciras [...] También se telefoneó a los señores Dato, Torres y Aramburu”. De todo lo cual fue testigo el inglesado establecimiento hotelero. Dentro del mismo contexto político: “Invitado por el Ilustre Senador del Reino y español insigne don Basilio Paraiso, que pasa temporadas en nuestra población, comió ayer tarde en el Hotel Reina Cristina con nuestro Ilustrísimo Diputado Provincial don Emilio Morilla Salinas”. El Hotel albergó a lo más granado de la clase política del momento: “El Martes se celebró en el Hotel Reina Cristina un banquete en honor del Diputado a Cortes por este distrito el Iltmo. Sr. D. José Luís de Torres y Beleña [...] ofreció el banquete el Secretario de la Junta de Obras del Puerto, D. Antonio García Reyna”.

La diplomacia también encontró su lugar en los salones del Hotel: “El Sr. Embajador inglés estuvo ayer en nuestra ciudad, devolviendo la visita del Gobernador Militar, y marcharon al Hotel Cristina donde tomó el té. Le acompañaba el Gobernador Militar de Gibraltar Mr. Miles”. Por otro lado, las visitas aristocráticas seguían sucediéndose conforme el establecimiento iba adquiriendo mayor renombre: “Estuvo en Algeciras hospedándose en el Hotel Reina Cristina, el General Borbón y Castelví, Marqués de Santa Elena”. Sumándose a la anterior: “Se hospedaron en el Hotel Reina Cristina, entre otras distinguidas personas, la Marquesa de Villafranca y el agregado naval de la Embajada Norteamericana en Madrid”.

Entre tan importantes visitas de la nobleza y aristocracia española, el Hotel era testigo de presencias con rangos de representación institucional de la propia corona: “Honra a nuestra ciudad con su grata presencia, hospedándose en el prócer Hotel Reina Cristina, la Excma. Señora Duquesa de Tamames, llega con propósito de recibir a la ex Emperatriz Eugenia, que procedente de Marsella desembarcará en Gibraltar pasados unos días. A cumplimentar a tan ilustre dama, por recomendación expresa de una elevada personalidad, estuvo en su accidental y prócer residencia el Diputado Provincial por la circunscripción D. Emilio Morilla Salinas”.

También estuvieron las habitaciones y salones del ya “nuestro hotel”, dispuestos a recibir a personas conocidas de otros ámbitos como el periodismo y la ciencia: “Estuvo unos días hospedándose en el Hotel Reina Cristina, la viuda del que fue ilustre periodista español señor Mencheta (quien cubrió la visita real de 1909 y creó la primera agencia de prensa española), acompañada de su hija y el esposo de esta el Doctor Esquerdo”. Alfonso Esquerdo fue sobrino de José María Esquerdo Zaragoza, célebre alienista o psiquiatra nacido en Alicante, famoso por introducir en nuestro país la neuropsiquiatría y la terapia ocupacional.

La presencia de Doña Victoria Eugenia trajo consecuencias positivas para la ciudad

Pasa el tiempo y sobre las obras que se hicieron alrededor de la construcción del Hotel cae el velo del olvido de la administración local, provocando la siguiente denuncia: “El único paseo que existe en Algeciras es, después del abandonado y mal cuidado Cristina, el paseo de las Conferencias, hecho por la Sociedad inglesa dueña del suntuoso Hotel Reina Cristina, alumbrado y entretenido por esa misma Sociedad [...] sacándose de aquella playa piedras y arenas que defendían los cimientos del muro del paseo [...], es de justicia que la Junta de acuerdo con la Alcaldía, reparen ese perjuicio para el pueblo [...] Hoy con muy poco dinero puede repararse el mal; en cuanto llegue el invierno, y con él los levantes bravos, vendavales y sudestes destructores, será seguro que se pierda para siempre ese bonito paseo que regaló a Algeciras la perfidia inglesa”. Para entonces el Hotel de los Ingleses formaba parte de la ciudad; prueba de ello es la preocupación que surgió en la población ante los posibles cambios que pudieran darse en el mismo, cuando corrió como la pólvora el siguiente comentario: “Son infundados los rumores que circulan estos días por Algeciras referentes a la adquisición por el Señor Marquet del prócer Hotel Reina Cristina”.

Al mismo tiempo que se disipan los rumores reseñados, persisten las estancias de relevantes personajes, incluidas las de carácter regio: “El Martes se vio honrada nuestra población con la visita de S.A.R. La princesa Beatriz de Batemberg, madre de nuestra augusta soberana. La egregia dama que nos honró con su presencia el año anterior, viajó de nuevo a pasar una temporada, gozando de las delicias de nuestro clima hospedándose en el Hotel Reina Cristina”. Y tan prendada hubo de quedar la reina madre del Hotel de los Ingleses, que quizá sus buenos comentarios sobre el mismo convencieron a su hija la reina para que lo conociera.

Y entonces ocurrió. El gran acontecimiento, la visita que elevó al Olimpo de los hoteles Europeos de la época al criticado, vilipendiado y cuestiona Hotel Reina Cristina de Algeciras: “En el expreso llegó hasta Algeciras nuestra Reina Soberana Doña Victoria Eugenia, acompañada de la Duquesa de San Carlos, del Marqués de Bendaña y de su servidumbre [...] Después de saludar a la bandera y de recibir de manos del Sr. Alcalde de aquella población un precioso ramo de flores naturales, marchó la Reina en automóvil al lujoso Hotel Reina Cristina, entre las aclamaciones del numeroso público que, a pesar de lo desapacible del tiempo, acudió a recibirla”.

El Hotel Cristina en la prensa alemana de la época.
El Hotel Cristina en la prensa alemana de la época.

En la semana que duró la real visita: “La reina acompañada de su augusta madre la Princesa Beatriz, han paseado varios días en automóvil por los pintorescos sitios de esta ciudad y Tarifa, y el domingo pasado oyó Misa, a las 11’30, en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Palma, recibiendo del pueblo constantes demostraciones de sincera adhesión y simpatía”. Durante aquella visita, con carácter privado y con la debida discreción, al parecer, madre e hija pasearon por un ancho sendero al poniente del Hotel, dejando a la izquierda la villa “El Águila”, propiedad del militar y reputado ornitólogo Willoughby Cool Verner, y a la derecha el Cortijo de Las Torres, propiedad de Adelaida de la Torre (hoy, zona de Rayos X, Terraza y Pescadores), teniendo como meta dicho paseo el palacete de la Casa de Marzales, junto al arroyo del Saladillo y frente a la playa del Chorruelo. Aquella vía que sirvió de paseo y que era conocida por los Algecireños como “Camino a Tarifa” o “Camino a Getares”, recibió popularmente y desde entonces la denominación de Paseo Victoria Eugenia, convirtiéndose posteriormente y con carácter oficial en: Paseo de la Reina Victoria Eugenia.

Cumplido el calendario de la visita, la reina y su madre marcharon, dejando atrás al Hotel Reina Cristina; el cual y tras paso de la nieta de la Reina Victoria, adquirió aún más si cabe el calificativo de “inglesado”, como la ciudad que lo albergaba. Antes de su marcha, sus salones fueron testigos de como la esposa de Alfonso XIII, en agradecimiento a la ciudad que durante aquellos días le ofreció tan grata acogida: “Entregó al Alcalde un donativo de 1.000 pesetas para los pobres de Algeciras. Dicha cantidad ha sido repartida preferentemente entre los que se dirigieron a su Majestad en solicitud de socorro, y el resto entre los más necesitados de esta localidad”.

Lógicamente aquella visita regia trajo sus consecuencias positivas para el establecimiento hotelero, y por ende para la ciudad, dada la importancia del personaje; aumentando la frecuencia de la presencia de los miembros de la Casa Real: “Desde las cuatro de la tarde esperaban en el Hotel Reina Cristina el Alcalde, Comandante de Marina, Tenientes Coroneles y muchos oficiales de guarnición, la llegada procedente de Sevilla de la Infanta Doña María Luisa de Orleans, que marcha a África en representación de su Majestad la Reina Doña Victoria Eugenia, Presidenta de la Cruz Roja Española [...] marcha a Marruecos la Serenísima Señora con una alta misión cerca del Ejército de operaciones, relacionada con los benéficos fines de la humanitaria institución”. Con relación al norte de África, el Hotel desde la época de la Conferencia no estuvo exento de las visitas de la nobleza marroquí; según recoge la documentación consultada: “Se hospeda en el suntuoso Hotel Cristina, el gran Cherif Tidyani, uno de los jefes importantes de la Cofradía de los Tidyani en África [...], es descendiente de Hassan II, hijo del Profeta, dinastía de Omarán que reinaron en Tánger y hermano de Keter I, rey de Granada”.

En un futuro, el Hotel Reina Cristina además de sufrir un aparatoso incendio (1930) que le obligó a resurgir de sus cenizas, tendría un –nuevamente– importante papel dentro del contexto de la II Guerra Mundial. Durante aquellos años que convulsionaron al mundo, numerosos políticos, militares y espías pasaron por el Hotel de los Ingleses convirtiéndolo en incruento escenario bélico de ambos bandos. Décadas más tarde, otra vertiente de la sociedad resultante tras la guerra, más sofisticada y aristocrática, haría acto de presencia en sus salones. Para entonces, la presencia y fama del Hotel estaba más que integrada en la conciencia colectiva local; pero sin olvidar que tuvo que hacer frente al vocerío cerril, localista y centralista decadente –quizá por la cercanía aún con el enfrentamiento con el mundo anglosajón a través de la Guerra de Cuba y Filipinas (1898)–, conflicto contemporáneo con el proyecto e inicios de construcción del Hotel.

Aquellas mentes, quizá, aún suspiraban por un trasnochado Imperio Español que había dejado de existir para no volver nunca más. Para algunos, dejar mentalmente el siglo XIX y pasar a la modernidad que representaba el nuevo siglo no fue nada fácil. No en vano a aquel periodo de frustración se le llamaría: Regeneracionismo. Había que levantarse y el Hotel Reina Cristina supo hacerlo; mientras que la sociedad española tardaría más tiempo en conseguirlo. El Hotel de los Ingleses ha cerrado sus puertas recientemente, tras ver pasar la historia de Algeciras desde su privilegiada atalaya. Y mientras echaba su cierre, algo en el alma colectiva de los algecireños también se cerraba.

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