Una hora menos en Canarias... y en la Plaza Alta

Algeciras/Hace ahora una semana, la mayoría de los españoles (y europeos), nada más levantarse, se apresuraron a cambiar el reloj de la cocina, los de pulsera y todos aquellos que no se ajustan automáticamente al horario de verano. Desde hace una semana, las tardes son sensiblemente más largas so pena de amaneceres algo más tardíos. Si acaso, algún reloj con poco uso aguarda aún en un cajón a ser puesto en hora después de siete días con el calendario de verano.

Pero en la Plaza Alta de Algeciras todavía conviven los dos horarios. La torre de la parroquia de Nuestra Señora de la Palma, con su reloj monumental de 1771, muestra puntual la hora gracias al esmero del relojero mayor, José Luis Pavón. Enfrente, en la esquina del Casino, el reloj electrónico aún se rige por el horario de invierno. En siete días nadie parece haber reparado en el (ya de paso) vetusto reloj electrónico cuyo soniquete del ajuste del panel acompaña con cadencia fija el cambio entre la hora y la temperatura, por cierto, igualmente desacertada en días soleados.

Así que, hasta que algún responsable repare en ajustarlo, los locutores de radio de la ciudad podrán decir aquello de "Una hora menos en Canarias... y en la Plaza Alta".