Iñaki Gabilondo: "En Algeciras tenía en carne viva la muerte de Gregorio Ordóñez"

Árboles y plantas con historia

El periodista donostiarra mandó un mensaje de unidad al plantar un roble en el parque María Cristina en memoria del edil del PP

"Ordóñez echó gallardía y valor contra ETA", recuerda Gabilondo

Iñaki Gabilondo, en un reciente acto en Granada.
Iñaki Gabilondo, en un reciente acto en Granada. / Antonio L. Juárez

Algeciras/Iñaki Gabilondo, periodista donostiarra, guarda fresco en su memoria el recuerdo del asesinato de Gregorio Ordóñez, cometido a la hora del almuerzo del 23 de enero de 1995. Cuatro días después viajó hasta Algeciras, desde donde dirigió en directo su programa Hoy por Hoy de la Cadena SER y plantó un roble en memoria del concejal del Partido Popular que iba a ser candidato a la alcaldía de la capital guipuzcoana. Han pasado treinta años de aquel día en Algeciras y comparte su memoria con Europa Sur. "Al roble, por la foto que me manda, de hoja caduca, se le ve desnudito", comenta.

Pregunta.¿Cómo recuerda aquellos días de enero de 1995?

Respuesta.Cómo voy a recordarlo, con mucha emoción. Han pasado muchos años pero son recuerdos muy fuertes.

P.¿Qué hizo cuando asesinaron a Gregorio Ordóñez?

R.Fueron días de una gran intensidad. El asesinato de Gregorio Ordóñez impresionó profundamente. Yo lo había conocido mucho. Era más joven que yo, pero teníamos buena relación. Además, una vez supe del atentado me fui corriendo a San Sebastián. Era lunes y a la mañana siguiente (24 de enero) lo comencé haciendo mi programa de Hoy por Hoy en su despacho. Empecé: “buenos días, saludos desde el despacho de Gregorio Ordóñez". Allí estaban colocadas las notas y citas del día, lo que deja uno en un despacho cuando ha terminado la jornada. Fue impresionante. Estuve en la capilla ardiente, con Aznar. Días después fuimos a Algeciras.

P.Y plantó un roble.

R.Nos fuimos al parque. Allí estaba Manuel Yélamo, el director; Sergio González y Augusto Delkáder (directores de Expansión y General de la Cadena SER). Y luego estaban las autoridades. Los nombres no los recuerdo, sí que el alcalde era del Partido Andalucista. También estaban representantes del Partido Popular, y plantamos el roble pequeñito. Yo estaba bastante conmovido. Siempre estas cosas son emocionantes, pero como digo tenía en carne viva el recuerdo de haber estado en San Sebastián tras el asesinato. Fue un atentado horrible en el bar La Cepa, en el corazón mismo de la parte vieja de San Sebastián.

P.Esa mañana entrevistó en su programa a Julen Madariaga, de Herri Batasuna, que anunció su marcha si ETA reconocía la autoría del atentado.

R.Sí, sí. Es que fue un impacto brutal. Gregorio era un chico joven que tuvo una particularidad. Comenzó como concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián, pero como concejal de Fiestas. Era muy activo, reanimando el mundo de las regatas, de las fiestas patronales, el día de la tamborrada. Se convirtió en un tío muy popular. Era un chaval joven que estaba dinamizando mucho la vida de la ciudad.

P.Y progresaba en su partido.

R.El siguiente paso que dio, que tuvo mucha envergadura política, es que se convirtió en el tío que sacó pecho frente a ETA. Había un retraimiento general de todos los partidos y él salió a desafiarlos. Le echó gallardía, le echó valor, y estaba siendo seguido con mucha admiración por la gente que ya le admiraba como dinamizador festivo y que de repente empezó a verlo como un defensor a pecho descubierto de las ideas de la libertad.

P.El asesinato se recuerda en la película La Infiltrada, premiada con Goya este año.

R.Tuvo mucha fuerza simbólica aquello. Fue en el centro de San Sebastián, a la hora del aperitivo. Que entrara un tío en la calle 31 de Agosto, que es el corazón de la parte vieja de San Sebastián, en uno de los sitios más populares... Y él, que era un hombre tan conocido, tan ultrapopular… Aunque había tantos asesinatos ninguno te anestesia como ese. Fue de enorme impacto y ha cobrado con el paso de los años un carácter añadido, más simbólico todavía.

P.¿Su intención con plantar el roble era un mensaje solidario?

R. Cuatro días después del asesinato tenía que ir a la otra esquina de España. Pues si se planta un árbol allí adquiere ese carácter de pequeña metáfora de encuentro de todos, de España de arriba hasta abajo, unidos contra el terrorismo.

P.¿De su estancia en Algeciras se recuerda su anécdota sobre cuánto se tardaba entre el lugar desde donde se emitió el programa y el parque María Cristina?

R.Cuando estás dejando un programa en directo, entre cinco y diez minutos es mucho tiempo en medio. No es lo mismo cinco que diez. Yélamo tuvo gracia con lo de "pues son entonces siete y medio".

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