El insólito origen urbano del Barrio de la Caridad (II)
OBSERVATORIO DE LA TROCHA- NUESTRO URBANISMO HISTÓRICO
La planimetría histórica de la zona nos deja dos elementos clave: la antigua isla o península y el sector de la plaza del Mercado
Puntualizando sin acritud
La semana anterior publiqué la primera parte de este modesto trabajo y tuve el honor de suscitar la atención de un buen amigo que escribe a menudo sobre sus recuerdos algecireños. Considero el debate como algo muy saludable y necesario, pero creo que el texto en cuestión que ha redactado está algo condicionado por el carácter fogoso de mi amigo, comparable a veces a una locomotora puesta en marcha.
Y este amigo exponía su duda razonable sobre la denominación y extensión del espacio urbano sobre el que estamos tratando en estas líneas, añadiendo que el autor de las mismas escribía al dictado del Ayuntamiento. La verdad, es la primera noticia que tengo y creo que esa institución también. Mis modestas aportaciones al estudio de la ciudad solo obedecen al deseo que, como interesado en ciertos temas, tengo de buscar soluciones a los a veces apasionantes problemas que plantea el urbanismo histórico de Algeciras y difundir esta problemática por si otras personas pueden algún día solucionarlos.
Quiero decir, en primer lugar, que la cortesía y amabilidad del Ayuntamiento hacia mi está en línea con semejantes sentimientos por parte de otras entidades, grupos y personas de variado de tipo, pues intento tratar a todos como deseo que me traten a mí.
Por otra parte, me preocupan muchos temas, como saben los que me conocen, y, afortunadamente, me sobran ideas sin necesidad de que nadie me tenga en plantilla, ni ideológica ni económicamente. A lo largo de mi vida profesional he realizado trabajos para entidades de variado color político y ello sin menoscabo de mi independencia personal ni profesional y en la actualidad puedo ocuparme de temas de patrimonio cultural, de toda la comarca, a título personal, sin interés crematístico alguno y, por supuesto, sin preguntar la ideología de nadie.
Los límites del actual Barrio de la Caridad pueden ser discutibles y su extensión algo exagerada. Pero si esto obedece a beneficiar con fondos europeos a un mayor sector de la población, puede ser comprensible.
Estamos acostumbrados a aceptar nuevos nombres en el callejero y sus elementos sin que ello ocasione mayor debate. ¿Alguien puede explicarnos por qué las denominaciones tradicionales de las calles de Algeciras fueron sustituidas a lo largo de la historia generalmente por nombres de políticos? Por ejemplo, el Secano se divide entre un religioso, el Obispo Pérez Rodríguez y un político, Ruiz Zorrilla… Yo me he limitado a utilizar mecánicamente la denominación que se utiliza oficialmente, como en los casos de Regino Martínez (Ancha), Alfonso XI (Convento), Cánovas del Castillo (Real) y así un largo etcétera.
El amigo al que me refiero ha tenido años por delante para protestar sobre los límites de la zona que tratamos y, en ese sentido, veo muy interesante el reciente experimento de someter a consenso popular en el Mercado Torroja el nombre de sus puertas y esperemos que esta fórmula, perfeccionada sobre todo en virtud de los modernos medios de comunicación, pueda ser aplicada en otros casos. Es una experiencia verdaderamente democrática, de más calado del que imaginamos y que se podría extrapolar en el futuro a otros ámbitos y situaciones.
Como se puede comprobar en el conjunto de este articulo por entregas, no se trata en el de justificar una delimitación amplia del recinto de la Caridad “extendido”, tanto al norte, en la zona de la Plaza Alta, como al sur, en la Villa Vieja. Lo que si he hecho ha sido destacar la nobleza del término caridad con independencia del mayor o menor espacio al que sea aplicado. Se ha intentado con este modesto trabajo analizar, en clave de urbanismo histórico, un espacio determinado de la ciudad y quizás el más importante históricamente que, casualmente, se conoce oficialmente con el nombre de Barrio de la Caridad y concretamente en la zona baja (en cuanto a su altimetría) del casco histórico.
El espacio aquí tratado esta comprendido en el sector sur de las murallas medievales, limitado al oeste por la calle Alameda (oficialmente Cayetano del Toro) y arranque del Secano, al sur del desaparecido río de la Miel o Banda del Río (oficialmente Segismundo Moret), al este el puerto y la bahía, con la Marina (oficialmente avenida de la Marina) y un sector del paseo marítimo o Avenida Virgen del Carmen, mientras que el límite norte lo consideramos en el piedemonte de la franja de cuestas, o sea, la calle Panadería (oficialmente Emilio Castelar), y su prolongación hacia el este, la calle Santa María y el ojo del Muelle (afortunadamente, estos no han sido rebautizados con el nombre de ningún político).
Y ahora, nos hacemos una pregunta: ¿Cómo podemos denominar ese espacio ciudadano?
Se da la circunstancia de unos límites claros topográficamente hablando en unión de la gran uniformidad de relieve que confiere el ser parte de una llanura aluvial. Pero sus centros de interés ciudadano se encuentran en su periferia, o bien han disminuido su influencia como la calle Tarifa o la han perdido por completo como el antiguo gobierno militar. En decadencia la reducida zona de influencia portuaria, es la plaza baja o de Nuestra Señora de la Palma, con su mercado Eduardo Torroja, el gran centro de vida ciudadana, pero solo por las mañanas.
Y ahora… ¿Cuál sería el nombre más correcto? Tenemos un abanico de posibilidades, como “Barrio del puerto”, “Barrio del mercado”, “Calles que dan (daban) al rio”, “Barrio del antiguo gobierno militar”, “Barrio de la Alameda”, “Barrio de la Marina”, “Barrio de la Caridad”, “Zona Baja”, “Barrio Bajo” e incluso una denominación que está en la mente de los lectores y que abandono al debate de los paladines sobre lo políticamente correcto…
Desde el punto de vista de la morfología ciudadana, para nosotros es simplemente la llanura aluvial, pero, ante un nombre tan soso y técnico, preferimos el que hemos creído oficial de Barrio de la Caridad, y repetimos, solo para el espacio plano, de escasa altura sobre el mar y de planta más o menos cuadrangular y del que aquí tratamos, sin entrar en debate sobre las extensiones.
Dicho sea de paso, a un verdadero investigador no le interesa el protagonismo, sino la búsqueda de la verdad, sea quien sea aquel que al final solucione un problema determinado y, en todo caso, no conviene matar moscas a cañonazos, pues podemos darnos un tiro en el pie. Aborrezco esas batallas epistolares que a veces aparecen en la prensa. Por mi parte, tras estas aclaraciones, solo pienso debatir el tema en privado, como caballeros que intentamos ser, tomando un café en compañía de mi amigo, que puede contactar conmigo a través de las direcciones de la Trocha que siempre hacemos constar al final del texto. Y dicho esto, retomamos el tema del articulo.
Organización espacial del barrio en la Edad Media
Para ello se cuenta con la inestimable ayuda de las excavaciones arqueológicas y de la Planimetría histórica, teniendo en cuenta que esta, aunque arranca de la primera mitad del siglo XVIII, refleja grosso modo cierta disposición en las estructuras medievales y que, además, por desgracia las excavaciones arqueológicas han sido pocas, aunque algunas muy relevantes. Como ya hemos dicho, el principal problema es la evolución de la colmatación del estuario y la disminución de esa paleoensenada que era en la alta Edad Media la actual llanura aluvial donde se asienta el barrio.
De forma muy provisional, podemos afirmar que si trazamos un eje en sentido norte-sur, desde la confluencia de la calle Emilio Castelar (Panadería) con la calle E. Santacana y continuando hasta el antiguo río por las calles Monet y Duque de Almodóvar, podemos constatar que en el sector occidental, del oeste, de poniente o que da a las vegas y la sierra está mucho más “vacía”, pese a estar encerrada por la muralla bajomedieval, mientras que en la mitad oriental, del Este o de levante, la que da a la bahía, presenta el mayor interés arqueológico. Esta diferenciación en sectores influyo en el urbanismo tanto medieval como moderno y que se refleja también en la planimetría histórica.
Por lo tanto, podemos distinguir estos elementos:
La antigua isla o península. En la esquina de la Marina con la Banda del Río o calle Segismundo Moret, allí las excavaciones localizaron una necrópolis romana, separada del resto de la ciudad de Julia Traducta (en la actual Villa Vieja) por el cauce principal del río, además de otros descubrimientos de época medieval. O sea, estaba emergido ese lugar, al menos, desde la antigüedad avanzada. También se excavo en ese sector un edificio monumental con aparejo de tipo cordobés o califal, interpretado como las atarazanas mandadas construir por Abderramán III, que en unión de algunos hallazgos casuales, por ejemplo, en el Patio del Cristo. A esto se une la planimetría histórica, pues en virtud de la llamada "ley de persistencia en el plano", se dibuja un recinto rectangular entre la citada esquina (Marina y Banda del Río) y la confluencia de la calle Rio con la plazoleta de los caballos, actual General Martí Barroso, frente al antiguo Gobierno Militar. El limite al noreste es mas dudoso, pudiendo corresponder a la calle Teniente Maroto o a la plaza de la Pescadería. El plano que permite esta interpretación es el de 1736, continuación de la “serie Verboom” y conservado en el Archivo General de Simancas con la signatura MPD., 14.036. Las manzanas que se ven fueron levantadas, como en casi toda la repoblación espontanea de Algeciras, utilizando como cimentación las ruinas medievales.
Sobre esta isla o península, diremos que ha sido confirmada en las excavaciones de la Villa Vieja, la presencia bizantina en la ciudad, concretada tras el estudio de las fuentes en un establecimiento o población, con la denominación Mesopotaminoi, cuya traducción sería “lugar entre aguas” o sea una isla o península, cuya traducción a su vez al árabe sería al-Yazirat, que también significa isla o peninsula, pudiendo tratarse de la que venimos tratando en estas líneas.
¿Sería esta la verdadera Isla Verde que da nombre a la Algeciras actual? Hay que tener en cuenta que la isla de ese nombre que conocemos, hoy integrada en tierra firme por los rellenos del puerto, se denominó en época musulmana "Hum-Hakim" y luego simplemente la isla de Algeciras y en la edad moderna Isla de las Palomas. Hemos de tener en cuenta que el término Isla Verde solo aparece tras los trabajos hidrográficos del Brigadier Tofiño a fines del siglo XVIII y sospechamos que es una interpretación erudita, un intento de aplicar a ese accidente la conocida historia del origen de la ciudad, al ser la única isla (y no islote) en las cercanías de la ciudad. Por otra parte, así se puso un poco de orden de forma práctica para la navegación, ya que el nombre de palomas designaba también a un islote cerca del faro de Punta Carnero y por supuesto a la isla frente a Tarifa. Ello podía provocar una confusión inaceptable para las mentes racionalistas de la ilustración. En otro artículo trataremos este apasionante tema.
El sector de la plaza del Mercado. Se puede considerar una extensión hacia el norte del núcleo radicado en la antigua isla o península. Partía de la plaza de los caballos y llegaba hasta el piedemonte de la franja de las cuestas, donde estuvo hasta el siglo XX una gran puerta, el “ojo del muelle” de controvertida función, y muy cerca de la playa localizada en la calle Santa María. El caso es que la citada “ley de persistencia en el plano", nos dibuja perfectamente un recinto con un gran vacío en su interior, correspondiente a la actual plaza baja y que también trataremos en detalle en otra ocasión. Ese gran espacio sin edificar se debe a que los repobladores del siglo XVIII edificaban donde podían aprovechar como cimentación las ruinas medievales y allí no encontraron ninguna. Ello, con bastante seguridad, se debía a ser la actual plaza un puerto interior medieval, de un tipo del que existen diversos ejemplos y que fue cegado en 1375 al abandonar e inutilizar la ciudad el sultán de Granada.
Continuaremos nuestro análisis en la próxima entrega.
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