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Algeciras/El Servicio Jesuita de Migrantes (SJM) denuncia en su último informe que los centros de internamientos de extranjeros -especialmente los de Algeciras y Tarifa por su fácil conexión marítima con el norte de África- infligen un "sufrimiento inútil" a los internos por cuanto se dedican a realizar repatriaciones rápidas sin tiempo de identificar si precisan protección.
El informe de esta red que trabaja por la defensa de los derechos de las personas migrantes y su pleno acceso a la ciudadanía, impulsada por la Compañía de Jesús, refleja las "constantes llamadas de atención de los jueces de control, del Defensor del Pueblo y de las ONG sobre el estado alarmantemente deficiente de los actuales CIE de Algeciras, Tarifa y Las Palmas". "Son centros que deberían cerrarse, por lo poco que pueden aportar las obras de mejora y reforma que se emprenden. Y no debe descuidarse la vigilancia sobre el resto, cuyo deterioro es creciente", subrayan Miguel González Martín, coordinador del SJM-España e Iván Lendrino Tejerina, coordinador del equipo CIE SJM.
Los jesuitas rechazan también el nuevo CIE que se construye en la zona de Botafuegos, en Algeciras, que será el más grande de España. "Aunque se intuya un propósito de racionalizar la gestión administrativa y económica, es preocupante que se plantee un recurso masificado, incluso cuando pueda contar con una estructura modular. La masificación y la despersonalización inciden sobre el ánimo, generando tensión y hostilidad", explica el informe, que continúa: "Estando en contra de la institución del internamiento, el anuncio de la construcción de nuevos centros suscita rechazo como cuestión de principio. Al constatar la disminución de los casos de internamiento en procedimientos de expulsión, a la vez que aumenta el recurso al internamiento en procedimientos de devolución, conviene plantear al Ministerio del Interior que sus planes de construcción lo sean de instalaciones para la acogida de números más reducidos de personas, con la misma provisión de servicios que la expresada para los CIE, pero acogidos en régimen abierto, dentro de la red de dispositivos de acogida humanitaria".
"Los CIE han actuado como espacios de desprotección y contención de las migraciones, para garantizar la rápida repatriación con las menores garantías, sin posibilitar la adecuada identificación de las personas vulnerables y sus necesidades de protección", explicado Carmen de la Fuente, vicepresidenta de esta organización jesuita. "Es necesaria un política migratoria que ponga el acento en la acogida, flexibilizando los visados para que estas personas puedan construir un proyecto propio y una inversión en centros, pero no de detención, sino de ayuda humanitaria", añadió.
El SJM resalta que en 2017 se dieron mejores condiciones para las visitas, incluyendo la normalización del acceso al CIE de Tarifa y la autorización de entrada en el de Algeciras. De ahí que relata que son varias las deficiencias detectadas en los CIE de la comarca. El colectivo subraya que en la inmensa mayoría de los casos, la asistencia letrada en el momento en el que se tramitaban la orden de devolución y la autorización de internamiento había sido muy somera. Se les facilita realizar una llamada gratuita al país que sea, así como también se les facilita la posibilidad de realizar otra llamada gratuita a la defensa letrada. Una vez a la semana se les proporciona una muda de ropa, mientras que se les reponen los artículos higiénicos según necesidad. Se ha observado algún caso de falta de ropa por agotamiento de existencias en el CIE, caso agravado por el frío. Uno de los mayores motivos de preocupación de Claver (una asociación vinculada al SJM que logró acceder a los centros de la comarca) es la superficialidad del servicio de asistencia sanitaria: después de un primer reconocimiento, los médicos se limitan a prescribir analgésicos, calmantes, paracetamol..., sin derivar a especialistas (traumatología, oftalmología, psicología/psiquiatría) a quien lo precisa, con criterios de salud pública.
Casi nueve de cada diez personas que ingresaron en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) tenía abierto un procedimiento de devolución, según denuncia el Servicio Jesuita de Migrantes en un informe que desvela que Interior realizó 26,37 repatriaciones al día en 2017. El documento recoge datos de Interior y expone que a lo largo del pasado año, 28.572 personas entraron irregularmente en España por vía marítima y terrestre y se produjeron 18.794 detenciones de personas migrantes en situación irregular. Las autoridades iniciaron 21.834 expedientes de expulsión y se incoaron 20.672 órdenes de devolución, de las que se repatriaron a 9.326 personas, el 44 % directamente desde los CIE (4.107).
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