Un minusválido denuncia que le dejan sin servicio de comida a domicilio

Un vecino de Algeciras, usuario del servicio de comidas a domicilio que ofrece la delegación municipal de Bienestar Social, denunció que el lunes le informaron de que ese día era el último en que recibiría esta atención al considerar que su perfil no correspondía al de los usuarios de este servicio. Javier Mata, de 35 años de edad, padece minusvalía y se mueve en silla de ruedas. Indicó al respecto que él no puede hacerse la comida y que no entendía por qué ahora se le suspende el servicio coincidiendo con la llegada de la nueva concesionaria, Commanitas, cuando no había tenido problemas con la anterior, Acasa.

Mientras, la delegada municipal de Bienestar Social, Paula Conesa, dijo que, efectivamente, a esta persona se le dio de alta en el servicio en junio de 2011 coincidiendo con una operación a la que fue sometido y dado que ningún familiar podía ocuparse de él. La concejala añadió que se trataba de un servicio puntual, si bien Acasa siguió ofreciéndoselo durante este tiempo.

Conesa añadió que ahora, con la entrada de Commanitas se están realizando informes del servicio y estudiando cada caso. En este sentido, añadió que se había comprobado que la situación de Javier Mata no responde a ninguno de los perfiles de los usuarios. De hecho, la entrega de comida a domicilio se realiza, según el pliego de condiciones, en función del grado de dependencia como es el caso de los mayores de 65 años, que no quieren abandonar su hogar, su entorno, pero no pueden hacerse la comida.

También los mayores que convivan con una persona dependiente o en situación de exclusión social o personas con una minusvalía de grado uno, nivel dos. En el caso de Mata, Conesa apuntó que sufre una disminución física de grado uno, nivel uno. Paula Conesa recordó que a él se le había intervenido quirúrgicamente "y con él se hizo una excepción, pero fue una cosa puntual". Él se puede mover aunque vaya en silla de ruedas. La delegada también se refirió a otra persona, a la que también se ha dejado de ofrecer el servicio al contar con un nivel de ingresos que no recoge el pliego. Para Conesa, lo que está claro es que no se trata de recortar ni ahorrar sino de que hay casos de personas que realmente lo necesitan.