Algeciras quiere ver sus murallas medievales
El proyecto de interpretación de las murallas medievales recrecerá parcialmente tres torres y parte del muro para ayudar a comprender como era el sistema defensivo
La parte castellana fue impulsada por Alfonso XI cuando conquistó Algeciras e incluyó un novedoso sistema de antepuerta
Cuando en 1344 Alfonso XI consiguió entrar en Al-Yazirat Al-Jadra estaba logrando un paso clave en la Reconquista: hacerse con el principal puerto de la costa norte del Estrecho de Gibraltar, algo fundamental para bloquear el soporte de las tropas meriníes a los nazaríes. Esa fue su gran conquista y por eso se intituló como rey de Sevilla, Córdoba y Algeciras. Una de las señales de la importancia que tuvo Algeciras en esos primeros años dentro de la corona de Castilla puede contemplarse todavía inserta en la vida diaria de la ciudad: las murallas medievales de Fuerte Santiago, unos restos singulares en los que ahora se quiere abordar un proyecto para su puesta en valor, un recrecimiento parcial que ayude a algecireños y visitantes a interpretar esa parte de la historia de la ciudad.
El proyecto dará continuidad al trabajo ya ejecutado a principios de siglo, cuando se creó el parque arqueológico actualmente existente y el centro de interpretación. Entonces las murallas se fecharon en la época meriní, pero el paso del tiempo se encargó de demostrar que eran medievales. Una reinterpretación histórica que ahora se incorporará a un recorrido que, según explica la teniente delegada de Cultura del Ayuntamiento de Algeciras, Pilar Pintor, será “más visual y pedagógico”. Y que tendrá como punto estrella el recrecimiento parcial (no es posible reconstruirlas por completo) de las murallas y torres para ayudar al público a comprender cómo era el sistema defensivo.
En primer lugar, ayudará a diferenciar la parte de los restos que es de la época islámica y la parte castellana. La zona donde se sitúan las murallas es una ampliación de la ciudad de los siglos XI y XII, aunque la estructura defensiva es posterior. Entre las torres hay unos muros de tierra, de tapial, y también los muros castellanos posteriores. Son estos segundos los que se quieren levantar parcialmente para permitir visualizar ambas partes. También se actuará sobre tres torres de sillar regular, en todos los casos "utilizando la misma técnica constructiva", destaca Pintor, pero con un material que se diferencie perfectamente del original.
Con la actuación se pondrá también en relieve una de las singularidades de esta fortificación: la nueva forma de defensa arbitrada en la llamada puerta de Gibraltar, la que da la entrada al parque arqueológico. Según explica el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino, se trata de un sistema “muy complejo. Para entrar en la ciudad tienes que entrar en una pequeña isla y después acceder a la verdadera puerta. La antepuerta, un sistema novedoso de complicación del acceso, se desarrollaría a partir del siglo XV y esta es una fortificación del siglo XIV”. La puerta se llamaría del fonsario (osario), ya que en el lugar que hoy ocupa Plaza Mayor estaba el cementerio.
También son destacadas las inscripciones encontradas en la excavación “que nos dicen que gran parte de lo que vemos lo ejecutó Alfonso XI, incluso quién es el arquitecto, algo que no se generalizó hasta última etapa de la Edad Media. En este caso el arquitecto es Juan ("joan maestro me hizo", reza la inscripción). Y "Alfonsus rex Castele". Sabemos que es Alfonso XI. Pero además encontramos otra inscripción que había aparecido en el foso años antes pero no se podía ver, ya que los musulmanes la habían tapado con hormigón: explica las obras que hizo el rey, el puente, la muralla y el foso. Eso cambió la interpretación de los restos” (hasta entonces considerados meriníes). También construyó las grandes torres.
Para la historia general se trata de unos restos “muy interesantes, porque se conoce que Alfonso XI hizo algunas reparaciones en fortificaciones, pero esta una de las pocas que está documentada”.
Además del recrecimiento, el proyecto del Ayuntamiento de Algeciras, que acaba de recibir el visto bueno de la delegación territorial de Cultura, plantea un cambio del itinerario arqueológico. Así, se prevé ampliar el acceso principal para facilitar la entrada y sustituir el suelo actual, hecho de adoquines y grava, por un pavimento de piedra crema, así como la creación de una amplia zona ajardinada con césped natural. También se prevé una mejora en la iluminación, para realzar el conjunto monumental.
El proyecto tendría un coste de 1,8 millones de euros, de los que 1,35 se han solicitado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana con cargo a ese programa del 1,5% cultural, que también ha servido para financiar, por ejemplo, la recuperación del fuerte de Isla Verde. Con la actuación en las murallas medievales, la intervención arqueológica y puesta en valor de las factorías de salazón de la calle San Nicolás y la que se ejecuta en la muralla sur, en la Huerta del Carmen, sumados al proyecto del fuerte del Puerto, la intención del Ayuntamiento es impulsar una suerte de recorrido interpretativo de la historia de Algeciras, dentro de la idea de que “el patrimonio puede permitir a la ciudad dar un salto en la atracción de visitantes”, destaca Pilar Pintor. E igualmente importante, servir de recurso educativo y cultural para sus vecinos y los del entorno.
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