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Plazas de Algeciras (II)

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La plazoleta de San Isidro, pese a surgir en el siglo XVIII, no fue urbanizada hasta los años 70 del siglo XX con un estilo típicamente andaluz

Plazas de Algeciras (I)

La plazoleta de San Isidro.
Juan Carlos Martín Matilla - Vocal de Patrimonio en la asociación cultural La Trocha y miembro de la 2ª Sección del IECG

22 de abril 2022 - 05:00

Siguiendo con las plazas antiguas, es preciso mencionar la plazoleta de San Isidro. Se encuentra en la meseta del barrio homónimo, el antiguo barrio de la Matagorda, como era conocido en el siglo XVIII. Consiste en un espacio cuadrangular el que afluyen las calles Gloria, Teniente García del Valle y Ruiz Tagle. En esta plazoleta se levanta la capilla que se encuentra bajo la advocación del santo labrador, ya que primitivamente la población que se asentó en esta zona procedía del campo.

Si observamos un plano del marqués de Verboom, en este lugar aún se mantenía un edificio en ruinas de la Edad Media, que podría ser un alcázar -lo que cuestionan los arqueólogos-, o una mezquita. Sea como fuere, se trataba de una edificación muy notable y noble, de la que en el primer cuarto del siglo XVIII todavía quedaban importantes restos, los cuales cartografió el ingeniero belga.

En las obras llevadas a cabo hará unos quince años para construir unos contenedores de basura soterrados, se descubrieron un tramo de suelo pavimentado con guijarros y, en la cimentación del mencionado templo, los restos de un muro de sillarejo de época medieval que podría pertenecer al edificio cartografiado en el plano de 1724.

El barrio de San Isidro y la consiguiente plaza surgirán al extenderse la población hacia el oeste, trepando por la empinada ladera que se iniciaba en la actual calle Sevilla, aún reflejada de forma incipiente en el plano de Algeciras de 1736. Ya en este año habían desaparecido los restos del gran edifico medieval; no obstante, no figuraba todavía la plazoleta, que hasta los años 1969 y 1970 solo era una pequeña explanada rodeada de cuatro calles, cuyo centro se mantenía en tierra sin pavimentar, con un solitario árbol y una fuentecilla de agua potable.

En aquel año, el ya mencionado alcalde Valdés Escuín decide urbanizarla dotándola de un aspecto típicamente andaluz. Se construyen en su lado oeste una serie de arcos de medio punto en ladrillo visto, similares a los que también se levantaron en el mismo año en una plazuela construida tras los edificios de la avenida Virgen de Carmen, en el lugar donde hoy se encuentra la plaza Sur de Europa, de los cuales quedan todavía unos cuantos entre la discoteca Kube y el edificio de la ONCE. En el centro se levantó un pedestal de ladrillo visto rodeado en su base de un jardincillo. Sobre este pedestal se colocó una cruz de cuatro brazos de hierro forjado.

En los lados norte, sur y este se abrieron sendas entradas y en el resto del perímetro de estos lados se colocaron unos parterres con plantas y algunos naranjitos y también unas pilastrillas para sostener cadenas y unos bancos de hierro fundido que recuerdan vagamente a la primitiva decoración de la Plaza Alta. También se instalaron cuatro farolas de hierro forjado, acordes con la cruz central, equidistante de esta; las cuales, en los años noventa, fueron sustituidas por otras de estilo fernandino que desentonaban totalmente del conjunto. Afortunadamente, ya en este siglo fueron repuestas las primitivas. Estas obras han embellecido notablemente la plazuela y le han dado un aspecto de tipismo andaluz, acorde con las calles ajardinadas de la barriada. Recientemente se ha peatonalizado en su mayor parte.

Siguiendo con los espacios abiertos en el siglo XVIII, es preciso hacer referencia a la plaza de Juan de Lima o de la Caridad, en la que confluyen las calles Tarifa, otra de las más antiguas de Algeciras, pues comunicaría el puerto interior, situado en la actual plaza Virgen de la Palma, con las proximidades de la monumental puerta de Tarifa; Tte. Miranda o calle del Matadero, la vía más larga del casco antiguo que se extiende hasta la Plaza de Andalucía; Cayetano del Toro, conocida como calle Alameda por haber existido un paseo arbolado hasta la primera mitad del siglo XIX.

La Plaza de Juan de Lima o de la Caridad.

La mencionada vía urbana, que comunicaba esta plazuela con la ribera del desaparecido río de La Miel, está construida -según afirma el arqueólogo Salvador Bravo- sobre la liza que discurría entre la muralla y la barbacana medievales que se extendían hasta la citada puerta de Tarifa, sobre cuyas ruinas es más que probable que se construyera la capilla de San Antón o de la Caridad en el 1754, las cuales aún eran visibles en la primera mitad del Siglo de las Luces. Esta capilla formaba parte del hospital de la Caridad, que data del mismo siglo en su parte más antigua. La plazuela se abre por su lado de poniente a la antigua carretera de Cádiz-Málaga y a la plaza Joaquín Ibáñez. En la remodelación efectuada a principios del presente siglo se han plantado varios naranjitos.

La plaza Joaquín Ibáñez se encuentra a pocos metros de la plazuela de la Caridad o de Juan de Lima. En ella confluyen las calles Agustín Bálsamo, Patriarca Doctor Pérez Rodríguez y el acceso a la plazuela antes citada. Se urbanizó a finales de los años cuarenta y presenta una forma triangular. Hace unos cincuenta años, en el lado norte discurría una calle que comunicaba las calles Agustín Bálsamo y Patriarca Doctor Pérez Rodríguez que luego se hizo peatonal. Se construyeron unas pérgolas sobre pilares de sillares de piedra y se instalaron unos bancos de piedra artificial de color blanco, como los que había en la alameda de El Calvario.

Plaza de Joaquín Ibáñez.

Afortunadamente, en su última remodelación se han respetado tanto las pérgolas como los bancos; algo inusual en una ciudad como Algeciras que desprecia todo lo antiguo. En su centro se levantaba un pedestal de piedra coronado por el busto del doctor Ventura Morón, obra de José Román de 1948, el cual fue trasladado al parque María Cristina. También hubo, hasta la mencionada remodelación, un quiosco cuyas paredes eran de piedra artificial, con forma triangular, aunque uno de sus vértices estaba redondeado.

En esta plaza se encuentra el IES Ventura Morón, la antigua Escuela de Maestría Industrial, construido en el solar que había ocupado un edificio de finales de los años veinte destinado a mercado aunque nunca llegó a utilizarse como tal quedando en parte como pescadería. En su lado de levante destaca el edificio del antiguo Hospital Civil o de la Caridad, convertido en el Museo Municipal en una de sus alas y en la sede de la Subdelegación del Gobierno central en la otra.

Muy cerca de esta plaza se encuentran el teatro municipal Florida y la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, levantada en 1964 en el solar anteriormente ocupado por el colegio de la congregación salesiana, San Ramón. En su lado sur existía un cuartel de la Guardia Civil.

Otra plazuela de la zona baja del casco histórico es la del General Martí Barroso, en la antigua plaza de Los Caballos. Es un pequeño espacio rectangular donde confluyen las calles Río, Isaac Peral, conocida antiguamente como el callejón de las moscas debido a la proximidad del cuartel de caballería del siglo XVIII que luego se convertiría en la sede del Gobierno Militar; y Felipe Antonio Badillo, conocida en el siglo XVIII como la calle del pozo del Rey. En ella destaca el edificio del citado Gobierno Militar, hoy abandonado, a espera de ser destinado entre otros usos a museo del Ejército.

Plaza del general Martí Barroso o de Los Caballos.

En el centro de la zona peatonal se levanta un pedestal coronado por una cruz de hierro, frente a este pedestal hay dos bancos a cada lado. Es digno de mencionar el frondoso ficus que se yergue en la esquina con la calle Río. En fotos antiguas se puede observar que poseía una palmera en su centro, rodeada de un banco poligonal y parterres en sus lados con árboles cuyos bordillos estaban revestidos con azulejos que combinan los colores blanco y azul, como los que poseía primitivamente el parque María Cristina.

El casco antiguo de Algeciras siempre se caracterizó por contar con muy pocas plazas, a diferencia de otras poblaciones. Pero a partir de la década de los ochenta se construirán nuevas plazas o plazuelas que ampliarán este exiguo número. Así, en 1988, siendo alcalde Ernesto Delgado Lobato, se abre una nueva plaza en la calle Sevilla. Consiste en un espacio cuadrangular dividido en dos por la calzada de la propia calle en la que se construyó.

Plaza de Neda, en el solar del antiguo Cine Sevilla.

La parte más amplia vino a ocupar el solar donde antaño estuvo el cine de verano Sevilla y la parte menos amplia surge al demolerse varias viviendas que había enfrente. Esta se comunica con la calle Regino Martínez a través de la galería Regina. Esta plaza se encuentra porticada y originariamente contaba con unas pérgolas y unas farolas de estilo fernandino que años más tarde fueron eliminadas.

En la parte más extensa se construyó una pequeña fuente con caballitos de piedra, similar a la que había en el lado izquierdo del parque María Cristina pero fue eliminada como su gemela y en su lugar se instaló otra formada por tres platos superpuestos y en disminución. Cuenta con soportales en tres de sus lados.

Antigua imagen de la plaza de Joaquín Ibáñez.

Se la denominó Neda en honor a la villa coruñesa homónima, cuyos habitantes participaron activamente en la conquista de Algeciras por Alfonso XI en 1344. En ella desemboca la calle Buen Aire, que sube por la empinada ladera hasta el barrio de San Isidro. En esta plaza, junto a la entrada a la galería Regina, se abre una gran puerta con arco de medio punto que daba acceso a un centro comercial subterráneo construido a finales de la década de 1980 el cual se comunicaba con dicha galería; duró muy poco tiempo abierto. También por esta plaza se accede al patio posterior del edificio municipal situado en la calle Regino Martínez, antigua sede de la subdelegación del Banco de España. Varias terrazas de las cafeterías y bares que en ella se abren la animan considerablemente.

(Continuará)

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