La parroquia de Cortijo Vides acoge con gran éxito el concierto Música por un kilo
Más de 150 personas acuden a la iglesia para ayudar a familias con necesidades

Un éxito. Así de contundente valoró ayer el párroco de Cortijo Vides, Francisco Javier Castillo, la celebración del concierto Música por un kilo. Una iniciativa organizada por Cáritas con el objetivo de recoger alimentos para ayudar a las familias más necesitadas de la barriada. Desde luego, la respuesta de los vecinos resultó contundente. Más de 150 personas se congregaron ayer en el templo para colaborar en este proyecto. La Banda Sinfónica Amando Herrero de Algeciras ofreció un emotivo recital.
"De hecho, muchos algecireños ya hicieron su aportación en días anteriores, porque hoy [en referencia a ayer] no podían venir", indicó el párroco. Los organizadores del evento instalaron a la entrada de la iglesia una mesa, con el objetivo de colocar en ella la comida que trajeran los vecinos. En poco tiempo, poco más cabía sobre ella. Allí se acumulaban decenas de paquetes de kilo de legumbres, botellas de aceite o litros de leche, por ejemplo. Todo ello, cedido con una única intención: ayudar.
Y es que la situación que atraviesa actualmente la barriada resulta enormemente complicada. La crisis económica y el paro se he cebado con la zona. Así lo demuestran los datos. En sólo tres años, las familias que acuden a Cáritas aumentó exponencialmente, pasando de sólo cuatro a 180. Una coyuntura que se acentuó en el último ejercicio. "El año pasado venían 70 familias y, ahora, ya hemos superado el doble de esa cifra", apunta Castillo.
Pero, además, con el concierto Música por un kilo se cumplen también otras finalidades. Por ejemplo, llevar la cultura a Cortijo Vides. Así, la idea embrionaria de este proyecto surgió de la fusión de ambos objetivos. Nació en un encuentro entre el párroco, el miembro de Cáritas (Antonio Torrejón) y las ediles Juana Cid y Victoria Zarzuela. Castillo pidió al Consistorio que se acercara la cultura a la barriada. "Y hablando de la banda se nos ocurrió la idea de organizar un concierto, donde la gente escuchara música a cambio de un kilo para los necesitados de la zona", explica Torrejón. Un precio voluntario que, ayer, pocos rechazaron pagar.
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