Las playas algecireñas, seguras pero no tan limpias

Los vecinos de Getares y el Rinconcillo piden más duchas y se quejan de los fumadores La mayoría se muestra satisfecha con la vigilancia

Bañistas disfrutando de la playa de Getares.
Bañistas disfrutando de la playa de Getares.

Los algecireños ven sus playas seguras, pero no tan limpias como desean. Basta con darse una vuelta por la orilla para comprobarlo.

Ahora que ya está aquí el buen tiempo y el solecito se asoma con ganas, muchos descansan del estrés del invierno a pie de costa. Afortunadamente, el municipio de Algeciras cuenta con dos playas en las que relajarse y pasar un rato agradable con familia y amigos. La playa del Rinconcillo, con una extensión de 2 kilómetros y medio, es una de las más visitadas por los ciudadanos de la localidad, a pesar de ello todos no están conformes con los servicios que se les brindan. Con respecto a la limpieza son muchos los que admiten que la higiene podría ser mucho mejor. Es cierto que dependiendo de cada zona hay variedad de opiniones. En el área del hotel Bahía los usuarios afirman que la zona está bastante limpia, aunque otros discrepan. Al parecer la parte de los Pulpos es la más cuidada con respecto al resto de la playa, sin embargo los usuarios habituales creen que no es suficiente y por el Botavara más de lo mismo. Aunque los vecinos afirman que observan a los operarios adecentando toda la playa y que un camión nivela todas las mañanas el terreno, opinan que podría hacerse mucho más, pues la arena contiene astillas y objetos punzantes que provocan daños a los bañistas. Es cierto, que los aseos colocados en los puntos estratégicos están a gusto de todos, parecen limpios y son suficientes.

Por otro lado, vecinos residentes en las zonas cercanas al bar Sin Nombre requieren la necesidad de colocar más contenedores y papeleras para depositar los desperdicios, también solicitan el traslado de unas barcas asentadas en dicha zona que inquietan a los habitantes, pues dificultan la vigilancia de los padres hacia los más pequeños. Del mismo modo denuncian una plaga de roedores en los alrededores de dichas embarcaciones.

En la playa de Getares, de un kilómetro y medio de largo, los usuarios también reclaman al Ayuntamiento más limpieza, se quejan de las colillas de tabaco que los fumadores depositan en la arena. Algunos anuncian que han impuesto incluso denuncias con motivo de la suciedad. Con respecto al agua parece que no hay represalias, aceptan la presencia de algas como algo natural, propio del mar.

En ambas playas los vecinos aluden a la necesidad de colocar más duchas pues en muchas ocasiones, sobre todo los fines de semana que hay mayor número de personas, se forman largas colas para tomar una ducha, pues todos prefieren eliminar el salitre del cuerpo antes de llegar a casa, pero les incomoda tener que esperar para ello.

En relación a la megafonía que se dedica a informar sobre la hora o desaparición de algún pequeño, sólo suena bien en la zona donde se encuentra la sede central. A lo largo de las playas pocos son los lugares a los que la señal llega de manera favorable.

Sin embargo, la vigilancia es algo que ha agradado a todos. Los usuarios de ambas playas, están contentos con la supervisión diaria de los cuerpos policiales y la atención que ofrece el servicio Vigías, empresa que actualmente realiza las labores de salvamento y atención a los heridos. Cuentan con 5 torres ocupadas por socorristas a lo largo de toda la playa de Getares y 8 torres para la del Rinconcillo, además tienen enfermeros y personal de vigilancia que a pie o en moto de agua, observan que todo esté en orden. También cuentan con una ambulancia totalmente equipada con todos los medios necesarios por si ocurriera algo grave. Vigías realiza su labor de forma diaria y los trabajadores afirman que una media de 10 personas al día acuden al puesto para cubrir alguna necesidad, las más comunes son las picaduras de peces araña y heridas por cortes y pinchazos debido a los cuerpos extraños que yacen en la arena, asienten que las picaduras de medusas han descendido en un 40% con respecto al año anterior en el que las plagas dificultaban el baño. Los socorristas admitieron que en lo que va de verano ya han rescatado a 7 personas, casi todas al inicio de la estación durante un fuerte temporal de levante que produjo problemas.

Otro de los aspectos con los que todos están conformes son los kioscos en los que comprar chuches o helados y bares donde tomar algo, admiten que hay demasiados. A pesar de ello, los comerciantes observan de cerca la crisis, reconocen que las ventas son menores a las de años anteriores.

Bien se ha dicho siempre que para gustos los colores, a pesar de ello nadie se privará de disfrutar de las playas aunque éstas no cumplan con las expectativas.

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