La Policía Nacional tendió una trampa al exjefe de la UDEF para lograr su detención gracias al alijo de cocaína de Algeciras

Algeciras/La detención de Óscar Sánchez Gil, hasta hace pocos meses inspector jefe de la UDEF de Madrid, se produjo tras una operación de alto riesgo conocida como “Augur”, que llevó años en gestación y que culminó con el desmantelamiento del mayor alijo de cocaína en la historia de España, interceptado en la madrugada del 14 de octubre de 2024 en el Puerto de Algeciras.

Sánchez, que en su momento fue considerado uno de los policías más competentes en la lucha contra el crimen organizado, se vio atrapado en una trampa tendida por sus propios compañeros. Según los informes del sumario, los investigadores de la Udyco Central, en colaboración con Asuntos Internos, habían detectado una serie de irregularidades en sus actividades que apuntaban a su vinculación con narcotraficantes. A lo largo de años de seguimiento, los agentes pudieron rastrear sus negocios ilícitos, que incluían la protección y gestión de cargas de drogas a gran escala.

El Puerto de Algeciras se convirtió en el escenario clave de la operación que, sin saberlo, marcaría el destino de Óscar Sánchez. Un contenedor que había llegado al puerto cargado de frutas procedentes de Ecuador resultó ser la pieza crucial en este rompecabezas. Mientras los narcotraficantes confiaban en la capacidad de Sánchez para desviar las investigaciones, la Policía Nacional, en secreto, interceptó el cargamento que contenía un total de 13 toneladas de cocaína, el mayor alijo incautado en España y el segundo en toda Europa.

Lo que parecía ser una actuación rutinaria se transformó en una revelación impactante. El contenedor, a nombre de la mercantil Abadix Fruits, había estado marcado para Sánchez como uno de los 16 envíos que debía controlar. Sin embargo, lo que no sabía era que la operación había sido orquestada sin previo aviso para observar sus reacciones y obtener pruebas irrefutables de su implicación.

Según los informes del sumario, el inspector jefe, al enterarse de la incautación, no pudo evitar manifestar su enfado. Se quejó amargamente a su comisario de no haber sido informado de antemano sobre el operativo, una conversación que terminó siendo crucial para confirmar sus estrechos lazos con los narcotraficantes. En sus intercambios, Sánchez había estado en contacto directo con los miembros del cartel a través de la aplicación Signal, una de las plataformas más utilizadas por los delincuentes para evitar ser detectados.

El Anodino vs Aduana

Sánchez, apodado El Anodino por sus compañeros y Aduana por los narcotraficantes, durante años fue considerado uno de los pilares en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, bajo su fachada de respetable funcionario, el exjefe de la UDEF operaba una red de corrupción de proporciones colosales. A través de su acceso privilegiado a las bases de datos policiales, Sánchez facilitó el paso de cargamentos de cocaína, haciendo desaparecer pruebas y protegiendo a las mafias.

A partir de ese punto, la Policía Nacional trazó un cerco que culminó en la detención de Sánchez, quien no solo había estado implicado en la protección de contenedores con drogas, sino que además se benefició personalmente con una comisión del 40% de los beneficios del narcotráfico.

La detención de Sánchez fue el resultado de años de investigación meticulosa. La operación comenzó a gestarse cuando los investigadores detectaron su implicación en negocios con narcotraficantes, principalmente con Ignacio Torán, líder de una organización criminal que operaba a través de los puertos de España. Las conversaciones entre Sánchez y Torán, que fueron interceptadas, revelaron el modus operandi de la red: contenedores con drogas que pasaban sin ser revisados debido a la complicidad del exjefe de la UDEF, que daba las órdenes para que los controles fueran anulados.