El portal tapiado de Cánovas del Castillo tampoco frena a los okupas
La comunidad de propietarios ordena cerrar el edificio a cal y canto y cambia la puerta del garaje para ganar en seguridad La medida no resulta efectiva ya que destrozan dos vehículos

La solución de tapiar el portal de entrada del edificio de Cánovas del Castillo situado en pleno centro de Algeciras no ha tenido el efecto deseado. De hecho, esta semana los trabajadores contratados por la comunidad de propietarios comenzaron las labores para precintar el edificio y evitar así la entrada de gente ajena al mismo. Asimismo, algunas de las personas que pernoctan en el inmueble "sin estrenar" advirtieron a la cuadrilla que tenían "enseres dentro" y que no debían cerrarlo "a cal y canto".
La puerta principal del edificio que ya tenía uno de los cristales de la puerta roto ha sido tapiado con ladrillo y cemento y al instante los que buscan cobijo en el inmueble han hecho un boquete de no muy grandes dimensiones pero que les sirve para entrar y salir y pasar la noche en el mismo. Del mismo modo, la comunidad de propietarios decidió cambiar la puerta del garaje con el propósito de que sus coches no sufrieran daños como ha sucedido en todo el inmueble. De igual forma, los resultados de la medida no han sido los esperados.
Según informaron vecinos de la zona, las personas que pasan la noche en el edificio han vuelto a entrar en el aparcamiento desde una puerta interior y han destrozado los cristales y los espejos retrovisores de dos vehículos.
No es la primera vez que este inmueble sufre daños. Se trata de un bloque de viviendas al que le cogió de lleno los efectos de la crisis. Como ya publicó este diario hace un mes el edificio situado entre las calles Cánovas del Castillo, Rafael de Muro y Santa María había sido desmantelado. Según los residentes, en los pisos no queda nada. Puertas, ventanas, rejas, persianas, bañeras, lavabos, telefonillos y llamadores desaparecieron poco a poco. Es más, testigos explicaron que la Policía Nacional detuvo a un par de individuos que huían del portal con el motor del ascensor.
Tras el robo de todos estos elementos, el paso inmediato fue destrozar lo que quedaba y ocupar las viviendas. Este diario ha podido confirmar gracias a los vecinos que más de una decena de personas en situación de exclusión social pernocta en estos pisos. No obstante, se desconoce si la gente que busca cobijo en este inmueble son los responsables de los robos y de los destrozos que han estado sucediéndose desde que se terminó la construcción del mismo. La Real Academia Española ya recoge el término okupa como artículo nuevo, es decir, que se trata de un avance de la vigésima tercera edición del diccionario que se refiere a él como un movimiento radical que propugna la ocupación de viviendas o locales deshabitados.
Por este motivo, hay vecinos de la zona que puntualizan que aunque se les llame "okupas" no lo son en realidad ya que no han hecho de los pisos su vivienda habitual ni tienen el espíritu reivindicativo que a priori les caracteriza sino que sólo acceden a ellos para no pasar la noche al raso.
Así, este grupo de personas pueden acceder a los inmuebles por el portal situado en Cánovas del Castillo que reúne carros de supermercado, ropa usada y objetos inservibles y también por la cuesta de la Pescadería donde la comunidad también ha tapiado una de las puertas de entrada.
"Los que encuentran cobijo aquí comen en el Comedor del Carmen", reconocieron los vecinos que les conocen bien ya que les ven a diario. Además, explicaron que los okupas tienen que hacer malabarismos para entrar por el hueco realizado en el muro. "Por ahí no se puede entrar fácilmente pero el espacio es suficiente para colarse", señalaron.
Un bien desocupado es potencialmente un bien usurpado por personas que no tienen un techo donde dormir. Algeciras además al ser un lugar de paso multiplica el número de casos que con la crisis lejos de disminuir, aumenta.
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