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Prolongación del ferrocarril hasta el muelle de la Galera (1922-1925)

El proyecto reformado remarcaba la necesidad de dotar al muelle de una vía de enlace con la estación ubicada en la Avenida Agustín Bálsamo

El ramal entró en funcionamiento con vagones-cisterna de la Sociedad Española de Comercio Exterior operados por Pascual Cervera y Jácome 

El varadero de la Isla Verde (1923-1946) y construcción de tinglados en el muelle de la Galera (1917-1920)

El tren expreso de Madrid dirigiéndose al muelle de la Galera. (Archivo de la A.P.B.A.).

Cuando en el año 1892 la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras completó el trazado de la línea, ésta acababa en la estación situada en la actual Avenida Agustín Bálsamo. Como la Compañía necesitaba prolongarla hasta la orilla del mar para poder trasladar a los pasajeros en barcos de la propia Compañía hasta Gibraltar, solicitó permiso al Gobierno para poder construir un muelle en la margen derecha de la desembocadura del río de la Miel, conocido, desde 1894, como muelle de Madera.

Pero la construcción del primer trozo del muelle de la Galera entre los años 1913 y 1917 hizo necesario el traslado de la vía férrea (propiedad desde 1913 de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces), desde el obsoleto muelle de Madera, hasta el nuevo muelle en construcción, en el que se estaba ubicando el tránsito de pasajeros, la pujante actividad pesquera y el tráfico comercial.

En el acta de la sesión de la Junta de Obras del 19 de enero de 1914 se decía: "El Ingeniero Director propone a la Junta la necesidad del tendido de una doble vía en el muelle comercial con enlace con la de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces para el día que se termine el muelle de la Galera tenga el comercio este fácil acceso. Entiende el señor Ingeniero que las ventajas que podría redundar con el establecimiento de estas vías a la Compañía del Ferrocarril podría permitir a ésta la colocación de ellas y la ejecución de las obras que fuesen necesarias, considerando que ganaría grandemente el tráfico, tanto de pasajeros como de mercancías". La Junta acordó que el Ingeniero Director iniciara las gestiones acerca de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces encaminadas a la prolongación de la línea férrea hasta el muelle de la Galera, cuya construcción acababa de empezar.

En el proyecto reformado del muelle de la Galera de 10 de junio de 1916, su redactor, en la Memoria justificativa, hacía hincapié en la necesidad de dotar al citado muelle de una vía de enlace con la Estación del Ferrocarril ubicada en la Avenida Agustín Bálsamo. Señalaba que "es preciso unir el muelle con el ferrocarril de Bobadilla a Algeciras para que se puedan practicar las cargas y descargas directamente de vapor a vagón y viceversa. Para esto necesita el muelle grúas apropiadas y de diferentes tipos. El problema de unir el muelle con el ferrocarril no ofrece dificultad alguna; puede hacerse en planta por medio de dos curvas de cien metros de radio", (A pesar de que se aumentó el radio de las curvas, las grandes locomotoras de vapor nunca llegaron a acceder a la Estación Marítima, teniendo que ser remolcados los trenes hasta el puerto por medio de pequeñas locomotoras de maniobras). El 3 de noviembre de 1917 se firmó el proyecto de reformado del muro izquierdo del río de la Miel y de instalación de la vía férrea de enlace con el Puerto, que fue aprobado por la Junta el 18 de marzo de 1918.

Las vías del tren en el muelle de Madera de la Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras entre 1893 y 1913, y de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces entre 1913 y 1925 (Fotografía tomada en 1912)

El ferrocarril llega al muelle de la Galera

El proyecto citado, de noviembre de 1917, proponía el diseño del tendido, con un estudio de las curvas que iba a tener el trazado con el fin de lograr radios suficientes, el aumento de los tramos rectos, la supresión de pendientes, adecuación de la cota a la rasante del muelle, etc. Se hacía hincapié en que las vías estuvieran cerca de la línea de atraque y apartaderos para poder efectuar las operaciones de carga y descarga directamente desde los barcos a los vagones.

El 22 de noviembre de 1922 se presentó el Proyecto de reformado de la vía férrea de enlace de la Estación del Ferrocarril con el muelle de la Galera, corriendo a cargo de la Junta, a través de las Subvenciones del Estado, la ejecución de las obras del tendido de la línea. En febrero de 1923, estando muy avanzados los trámites de aprobación del proyecto por la Superioridad, según informe remitido por el diputado José Luis de Torres, la Junta acordó iniciar las gestiones con los propietarios de las fincas afectadas para acelerar el proceso de expropiación de los terrenos y poder dar comienzo a las obras. En la sesión del 6 de agosto, el Ingeniero dio cuenta de haber adquirido carriles, cambios de vías y otros materiales precisos para el tendido de la vía; y en la del 9 de octubre se aprobó la adquisición de traviesas para las vías a la empresa de don Ramón Gil que ofrecía madera de quejigo garantizando el plazo de entrega.

En el mes de marzo de 1924 la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces comunicó a la Junta, por medio de don Enrique Riquelme, que esperaba respuesta a la propuesta que le había cursado sobre las condiciones que estaba dispuesta a aceptar para proceder al traslado al muelle de la Galera de los servicios que tenía establecidos en la margen derecha del río de la Miel, en la terminal ferroviaria del muelle de Madera. A finales del año 1925 estaba concluido el trazado de la línea de enlace que discurría junto al muro sur del muelle de la Galera contando, tan sólo, con una vía y un apartadero. Pero entendiendo la Junta de Obras que una única vía era insuficiente para dar respuesta a la continua llegada y salida de viajeros y de mercancías por el puerto, encargó en el verano de 1926 un proyecto de ampliación de vías para dotar al muelle de otra, situada más lejos de la zona de atraque. El proyecto fue redactado y firmado por el Ingeniero Director el 17 de noviembre de 1927. En él se proponía que, una vez establecida la vía para viajeros en el muelle de la Galera, y trasladado el atraque de los vapores de Gibraltar al citado muelle, se podría suprimir el muelle de Madera, donde, hasta esa fecha, embarcaban y desembarcaban los viajeros de Gibraltar sin contar con las mínimas condiciones de comodidad, por no disponer la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces de local apropiado para efectuar la facturación de baúles y equipajes.

Tren en el muelle de la Galera esperando cargar corcho. Año 1926.

El tendido de la segunda vía destinada en exclusiva a los viajeros precipitó el necesario acuerdo entre la Junta y la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces para que ésta trasladara en su totalidad los servicios que prestaba en el muelle de Madera a la nueva terminal ferroviaria situada en el muelle de la Galera. En el citado proyecto de ampliación de vías, de 17 de noviembre de 1926, el Ingeniero Director decía que "mejor sería obligar a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces, en virtud del Artículo 49 de la Ley de Ferrocarriles y Tranvías, a que siga prestando en el muelle de la Galera el servicio que hoy presta en la margen derecha del río".

Aunque el ramal de enlace entre la Estación de Algeciras y el Puerto estuvo terminado, con una sola vía, a finales del año 1925, no pudo entrar en funcionamiento por falta de acuerdo entre la Junta y la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces hasta que se firmó el contrato que obligaba a ambas partes, aunque es probable que la línea se utilizara con anterioridad a dicha firma, pues consta que entre marzo y octubre de 1926 entraron y salieron por el puerto noventa y dos vagones-cisterna de la Sociedad Española de Comercio Exterior, cuyo representante en Algeciras era Pascual Cervera y Jácome, embarcando y desembarcando un total de 1.186 toneladas de gas-oil.

Dos trenes de mercancías estacionados en el muelle de la Galera en el año 1935 (Archivo de la A.P.B.A.).

En el Archivo de la A.P.B.A. se conserva una copia con fecha de 1926, del contrato redactado en Málaga por la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y la Junta de Obras del Puerto de Algeciras por el que ambas se comprometían a posibilitar el servicio ferroviario entre la estación de la Avenida Agustín Bálsamo y la Estación Marítima según las siguientes estipulaciones: que la facturación y entrega de los equipajes se haría en la Estación Marítima por personal de la Compañía del Ferrocarril en los locales que gratuitamente le cedería la Junta; que el servicio de mercancías, carruajes, ganados y demás efectos en régimen de pequeña velocidad entre Algeciras-Estación y las vías del puerto se ejecutaría con máquinas y personal propio de la Junta; que la Compañía del Ferrocarril suministraría a la Junta los vagones que sean necesarios en la Estación Marítima; que las mercancías que se conduzcan entre las dos estaciones lo serán por personal de la Compañía del Ferrocarril, pero que estará en todo momento bajo la exclusiva responsabilidad de la Junta, la cual abonará el importe de los sueldos y demás retribuciones que deba percibir dicho personal; que los agentes de la Compañía del Ferrocarril atenderán las indicaciones que les haga el señor Ingeniero Director de la Junta por ser la autoridad encargada de armonizar las necesidades propias del servicio interior del Puerto; que de los precios acordados percibirá la Compañía del Ferrocarril la cantidad que por el concepto de peaje establece la citada tarifa general sobre el recorrido desde el punto de enlace con las vías del Puerto hasta la Estación de Algeciras (un kilómetro), quedando a favor de la Junta la parte correspondiente al transporte en dicho kilómetro. De las bases de este contrato se deduce que la Junta era la propietaria del ramal de vías que iba desde la Estación de la Avenida Agustín Bálsamo hasta la Estación Marítima.

Las locomotoras, aunque el citado contrato preveía que fueran adquiridas por la Junta, lo cierto es que las que estuvieron operativas en el ramal del puerto mientras que la red perteneció a la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces y, después, a R.E.N.F.E. cuando se creó en el año 1941, lo fueron por alquiler a las mencionadas compañías. En todo caso era el Ingeniero Director el encargado de supervisar las labores desarrolladas en las vías existentes desde la Estación de Algeciras hasta la Estación Marítima, así como de controlar, dirigir y pagar al personal de la Compañía del Ferrocarril que operaba en ese tramo de vías.

Barco mercante italiano y tren en el muelle de la Galera. Año 1927

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