Los propietarios del edificio Escalinata de Algeciras negocian la venta a una promotora para que asuma la demolición

Algeciras/La comunidad de propietarios del edificio Escalinata de Murillo, el bloque de viviendas contiguo al ya demolido parking Escalinata de Algeciras, negocia con varias promotoras la venta del inmueble como solar para la construcción de un nuevo bloque residencial. Con esta operación, los vecinos pretenden que la nueva propiedad se haga cargo de la demolición y descuente los costes del precio de compraventa.

Las conversaciones llevan semanas desarrollándose con "varios interesados", según han explicado fuentes de la comunidad consultadas por Europa Sur. Los propietarios esperan alcanzar un acuerdo próximamente y defienden que el solar se encuentra en un lugar privilegiado de Algeciras, a apenas unos pasos de la céntrica Plaza Alta y con linderos que permitirían erigir un edificio que, como el actual, tenga vistas a tres fachadas y con resguardo de los vientos de levante. El actual Escalinata tiene seis plantas sobre el nivel de la calle, con un piso por planta de generosas dimensiones, más un local comercial (un antiguo restaurante).

El céntrico inmueble tuvo que ser desalojado en 2003 por los daños estructurales provocados durante la construcción del aparcamiento homónimo, que acabó siendo declarado ilegal en 2004. El Escalinata fue declarado en ruinas en 2007 y desde entonces se encuentra pendiente de ser derribado, con varios intentos infructusosos.

El Ayuntamiento de Algeciras concedió el pasado 29 de enero la licencia de obras para la demolición del inmueble con un plazo de solo dos meses para el inicio de los trabajos en contraste con los casi diez años que ha tardado el Ayuntamiento de Algeciras en ejecutar de manera efectiva la sentencia de demolición del parking que reclamaba la Justicia desde 2016.

Los propietarios del Escalinata llegaron a presentar un proyecto de demolición y solicitaron una licencia de obras en 2008. Esa actuación nunca llegó a ejecutarse y la cuestión no volvió a abordarse hasta 2017, cuando el Ayuntamiento emitió un decreto instando a los propietarios a "realizar las obras necesarias a fin de garantizar la seguridad de las personas y bienes, por el mal estado de conservación" del bloque.

La comunidad presentó entonces un escrito en el que declaraba su intención de derribarlo antes del 9 de febrero de 2018, pidiendo una ampliación del plazo establecido en ese decreto y anunciando que se seguiría el proyecto técnico ya presentado en 2008, además de ofrecerse a negociar una demolición conjunta con la del parking. Esta propuesta tampoco llegó a prosperar.

Ya en mayo de 2018, el Ayuntamiento y los vecinos desalojados alcanzaron un acuerdo para el pago de una indemnización pendiente y se volvía a incluir la necesidad de demoler el bloque.

La licencia municipal de obras prevé la demolición de una superficie construida de 1.204,07 metros cuadrados mediante medios manuales comenzando por las partes superiores y descendiendo progresivamente a lo largo de un proceso que ha sido dividido en seis fases.

El Ayuntamiento urge a los vecinos

El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, urgió hace ahora un mes a los propietarios del Escalinata a emprender el proyecto de demolición en aras a hacerlo coincidir con el proyecto de reconversión del antiguo aparcamiento en una plaza pública; proyecto para el que el Consistorio ha logrado una subvención de 2,3 millones de euros de fondos de la Unión Europea.

"Lo ideal sería que de una vez por todas se pongan de acuerdo para demoler el edificio de viviendas. Lo sensato y lo cómodo sería ir a la par, si bien nosotros los esperamos andando. El Ayuntamiento va a ir preparando sus obligaciones -para el proyecto de la plaza- si bien lo sensato y lo lógico sería demoler ya el edificio Escalinata para que cuando se actúe sea menos complejo", subrayó Landaluce.

La nueva plaza contará con juegos infantiles y un anfiteatro para espectáculos con capacidad para 300 personas sentadas.En la planta alta se dispondrán tres miradores donde se ubicarán plataformas para la realización de conciertos y otras actividades. Todos contarán con wi-fi, además de puntos de préstamo de monopatines y bicicletas eléctricas, carga y estacionamiento de vehículos eléctricos.

Todo el conjunto se comunicará a través de ascensor, rampa accesible y dos escaleras.