El puerto prevé un descenso máximo del 10% en el movimiento de mercancías frente al 22% nacional
Previsión 2020
Gerardo Landaluce confía en recuperar en el último trimestre el tráfico perdido en mayo y junio
El hundimiento de los graneles líquidos, especialmente el petróleo, lastran los resultados
La crisis de la Covid-19 prolongará sus efectos en el Puerto de Algeciras más allá del mes de mayo, cuyos datos acaban de ser publicados, con una caída del 4,8% en el movimiento de mercancías entre enero y mayo. El presente mes junio concluirá también con un retroceso significativo respecto al mismo periodo del año pasado, aunque las previsiones de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) indican que a medida que avance el año se irá recuperando la actividad hasta volver a cifras moderadamente en positivo en los meses finales. “Es lo que se conoce como efecto ola o látigo, cuando se produce un retroceso previo a la recuperación del mercado”, apunta a Europa Sur Gerardo Landaluce, presidente de la APBA.
El diagnóstico del equipo que dirige Landaluce indica que, "en el peor de los escenarios para 2020", el Puerto de Algeciras prevé experimentar un descenso del 10% en el tráfico de mercancías respecto a 2019. El dato es malo, pero solo relativamente si tenemos en cuenta que el cálculo a nivel nacional indica que la caída será de entre el 10%, en el mejor de los supuestos, y el 22% en el peor.
De hecho, Algeciras, con sus 44,4 millones de toneladas movidas hasta mayo, destacó muy por delante de las cifras de sus competidores nacionales: Valencia perdió un 7,91% de tráfico total (con 31 millones de toneladas) y Barcelona un 17,2%, con 23,7 millones de toneladas en cinco meses.
De momento, "el fantasma del blank sailing se ha difuminado", apunta Landaluce, de tal manera que las dos terminales de contenedores algecireñas indican que en los meses finales del año la normalidad se habrá restablecido: no hay cancelaciones, ni de las líneas regulares de las que Algeciras forma parte ni de escalas de los barcos que operan en ellas.
Graneles, pasajeros y ro-ro
Los principales problemas para Algeciras vienen derivados del hundimiento del tráfico de pasajeros desde marzo, tanto a causa del cierre de fronteras de Marruecos para las personas como del cese durante varias semanas de la actividad de los ferris que conectan Algeciras y Ceuta. Solo durante la Operación Paso del Estecho (OPE) de cada verano, los muelles de Algeciras y Tarifa ven pasar a cerca de 3 millones de personas en sus trayectos de ida y vuelta hacia y desde Marruecos.
Landaluce también apunta a que los resultados del Puerto también se han visto afectados por la caída brusca del transporte de graneles líquidos, especialmente el petróleo, debido al desplome de la demanda y la bajada de precios de los combustibles.
La ralentización de la actividad en las fábricas del sector textil y de automoción de Marruecos por la Covid-19 ha repercutido igualmente en el negocio del llamado tráfico ro-ro, ya que gran parte de su producción entra en el mercado europeo en camiones.
Algeciras tuvo buenos resultados enero y febrero, aguantó el tipo en marzo y resistió en abril, un mes en el que la importación y exportación de productos en Valencia y Barcelona ya cayó de forma notable. El arranque optimista del año, con crecimientos superiores al 10% en los dos primeros meses, hizo que el movimiento de contenedores superase los dos millones de unidades hasta mayo, tan solo un -0,8% respecto a los mismos cinco meses de 2019. Este mismo porcentaje en Valencia fue del -8,78% (2,1 millones de unidades) y del -20% en Barcelona (1,1 millones).
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