El Puerto defiende que su expansión preservará las playas de Algeciras
Versión inicial del plan director de infraestructuras
La alternativa elegida por la APBA no afectaría a las aguas de baño ni a la línea de costa del Chinarral y de Getares
La ampliación hacia el norte significaría el fin del Rinconcillo
La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) garantiza que la alternativa que ha elegido para aumentar sus instalaciones a partir de 2030 -que implicaría la construcción de un muelle de 650 metros y una explanada de casi 50 hectáreas al sur de Isla Verde Exterior- no afectaría a las aguas de baño ni a la línea de costa en las playas del Chinarral y de Getares. En contra de lo que critican colectivos vecinales como Fapacsa, algunos partidos políticos -como Vox y Podemos- y las asociaciones ecologistas, esta opción es la que propone como más "contenida, razonable y necesaria" la versión inicial del Plan Director de Infraestructuras de la APBA, que ha presentado este jueves el director general del Puerto, José Luis Hormaechea.
El plan contempla seis opciones de crecimiento. La elegida es la llamada alternativa 4, presupuestada en 300 millones de euros, que también recoge la ampliación del Dique de Abrigo Exento y añade como solución medioambiental un canal para conservar la patella ferruginea -una lapa que, recordó Hormaechea, cuenta con el mismo nivel de protección que el lince ibérico- lo que permitirá además una mayor circulación de las aguas en la dársena del Saladillo. La APBA afirma que, a raíz de este proyecto, se dará solución de forma definitiva al saneamiento en la zona sur -para lo que colaborará con el Ayuntamiento- y minimizará el efecto de embolsamiento o menor circulación de las aguas en la dársena del Saladillo y la playa del Chinarral, para la que los estudios de dinámica litoral realizados por la Universidad de Cantabria arrojan que no habrá afección alguna.
La versión inicial del Plan Director descarta la llamada alternativa 0, que es la que reclaman las asociaciones ecologistas, y que en la práctica significa que las instalaciones portuarias permanezcan como en la actualidad. "Quedarnos como estamos es el declive del Puerto. El crecimiento es necesario para poder seguir estando en el mercado", ha explicado Hormaechea, quien afirma que la automatización de la terminal de APMT que propone Fapacsa no solucionaría el problema de espacio que otea en el horizonte la Autoridad Portuaria porque supondría ocupar algunas zonas para dejar libres otras sin el resultado deseado.
La alternativa 1 consiste en la creación de una nueva explanada en la zona de Isla Verde Exterior para trasladar allí la Terminal Marítima, el tráfico Ro-Pax y el tráfico Ro-Ro, así como el Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) y la zona de aduanas. Los espacios liberados con este traslado permitirían la ampliación del muelle Juan Carlos I este hacia el sur, sobre la actual zona de Galera. El principal problema es que implicaría construir circuitos de tráfico nuevos -los viales actuales no lo soportarían- o que se creara una circunvalación nueva de Algeciras para llevar el tráfico de la Operación Paso del Estrecho por el acceso sur a la Isla Verde Exterior sin atravesar el Puerto. Tiene un coste estimado de 490 millones. Una nota positiva es que redundaría en la posibilidad de recuperar el Llano Amarillo para la ciudad.
La alternativa 2 implica la construcción de una explanada en el extremo norte del muelle Juan Carlos I que daría prolongación a las actuales infraestructuras de la terminal de contenedores del mismo nombre que explota APMT. Sería necesario ampliar el dique de abrigo. Tendría, a juicio de de la APBA, una afección a la playa del Rinconcillo "brutal", ya que propiciaría su "desaparición a corto o medio plazo". "Tendrá efectos negativos en cuanto al paisaje, la calidad de las aguas de baño y el retroceso de la línea de costa en la playa del Rinconcillo. El uso intensivo de esta playa por parte de la ciudadanía ha generado una actividad económica en la zona, que también se vería muy afectada con la ejecución de esta ampliación", se lee en el Plan Director. Supondría una inversión de unos 253 millones de euros.
La alternativa 3 consiste en la generación de una explanada en el extremo norte del muelle Juan Carlos I que ampliaría las instalaciones hacia el interior de la Bahía (este). Tendría también una gran afección a la playa del Rinconcillo y el Paraje Natural de las Marismas del Palmones y supondría, según Hormaechea, "grandes volúmenes de inversión, plazos larguísimos de ejecución y necesidad de ampliar el dique exento en una zona en la que se hace técnicamente casi inviable". El coste de la obra rozaría los 800 millones de euros.
Las alternativas 5a y 5b no estaban contempladas inicialmente, pero fueron analizadas a raíz de la petición de los colectivos vecinales. Ambas suponen el crecimiento de la Isla Verde Exterior hacia el norte. requieren, según dijo el director general, "el doble de rellenos". Las dos arrojan un resultado inviable desde el punto de vista tanto técnico como económico, por su enorme riesgo e incertidumbre al apoyarse a gran profundidad sobre un paleocauce (un río fósil), así como por su afección importante a los operadores actuales y su mayor afección ambiental. La 5a plantea esta ampliación como un incremento de la longitud del muelle este de Isla Verde Exterior, lo que haría necesaria la demolición y reconstrucción del pantalán de Vopak. Provocaría una alteración de la dinámica marina, dando lugar a un retroceso de la línea de costa en la playa del Rinconcillo. Necesitaría una inversión de unos 587 millones de euros. La 5b plantea una ampliación similar, pero retrasada de modo que el muelle estaría situado frente al este del muelle Juan Carlos I. También afectaría al Rinconcillo y provocaría una gran alteración de la dinámica marina. El coste sería de unos 579 millones de euros.
Hormaechea entiende que las "algunas de las opiniones" sobre el Plan Director expuestas por colectivos y algunos partidos políticos "desinforman un poco". "He leído en prensa una asociación ecologista de renombre y otras que dicen que ya está bien, que el Puerto debe quedarse como está. Plantean soluciones de reordenar las instalaciones para que no haya necesidad de crecer. Eso se rebate muy fácil: se necesitan líneas de atraque. Lo que propugnan representa el declive del Puerto en el futuro. Hay asociaciones que no lo ven, que los beneficios del crecimiento se los lleven otros, Valencia, Sines o Tánger. Porque esto tiene un impacto en el empleo y socioeconómico que se minimiza muy fácilmente. No entiendo como se habla alegremente. Está estudiado y calculado con metodología ampliamente aceptadas en todo el mundo con estos temas".
El próximo viernes 4 de octubre la APBA continuará con la ronda de exposiciones de la versión inicial del PDI y su correspondiente Estudio Ambiental Estratégico con un encuentro abierto a los ciudadanos en el Auditorio Millán Picazo. El PDI estará en información pública hasta el 15 de octubre. Tras dicho periodo se elaborará la versión definitiva del Plan que sería desarrollado, en su caso y cuando la demanda lo exigiese, por proyectos específicos sometidos cada uno a su correspondiente declaración de impacto ambiental.
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