Un puerto con futuro, un alcalde acreedor y un mandato de sepultura
Historias de Algeciras: El Sexenio Democrático (1868-1874)
En contraposición con la preocupante situación de destrucción que se cierne sobre Europa, en nuestra provincia prosiguen los trabajos para mejorar las vías de comunicación de los distintos pueblos
Carruajes La Andaluza, un alcalde interesado y un mago despistado
Algeciras/Sin entrar en valorar las cualidades de la ciencia del alquimista y mago del que se hacía mención en la anterior entrega, pero sí su pésimo conocimiento de la geografía peninsular al ubicar a nuestra ciudad en el africano continente, proseguimos en el geográfico conocimiento para dar una imagen de la importancia del trasiego marítimo en el algecireño puerto; siendo su fondeadero punto de referencia para importantes navieras, como por ejemplo y entre otras, la denominada: “Segovia, Cuadra y Compañía, empresa de Navegación por Vapor entre Sevilla y Marsella. Servicio nacional con escalas en Cádiz, Algeciras, Málaga, Almería, Cartagena, Alicante, Valencia, Barcelona y Marsella. Vapores de hierro y hélice: Conil, Betis, Darro, Guadalete, Guadaira y Guadiana. Salidas de Algeciras los viernes”. Estas empresas supieron ver las grandes posibilidades del puerto algecireño.
De regreso a la política nacional, arrecian las críticas hacia el Gobierno: “Han pasado 12 meses. ¿Qué es lo que habéis hecho? La revolución puso en vuestras manos una palanca con que se podía levantar un mundo: ¿qué es lo que habéis levantado [...] En cuanto al pueblo, sobre todo, no se puede quejar: ¿abolimos las quintas que seguirá sufriendo?; ¿les quitamos los consumos que le devolvemos?; pero conservaremos sobre su cabeza una sombra de corona...Alégrese el pueblo y toque las palmas, podrá vender para pagar sus impuestos el mísero jergón en el que duerme sus penas...¿Para eso arrojasteis del trono a una infeliz señora?”.
Y así, mientras el pueblo sufre el tradicional desencanto político, se hace pública y oficial la luctuosa noticia del fallecimiento de un diputado provincial de nuestra comarca: “Dada cuenta de una comunicación de D. José Luís Dacarrete, en que manifiesta que el Sr. D. José Mª Fita, Doctor en medicina y diputado suplente por el distrito de San Roque, falleció á las doce de la noche del día 14 del actual, la Diputación acordó quedar enterada con sentimiento de dicha comunicación”. Recordemos que el fallecido había sido nombrado diputado junto al algecireño José Mellado y Estrada. El apellido Fita era toda una referencia liberal en la provincia desde el comienzo de la aventura constitucional de 1812, siendo uno de sus máximos defensores el posterior alcalde de Algeciras don Ventura Fita.
Al mismo tiempo que los liberales daban su adiós al galeno y diputado, varios alcaldes de la provincia indican: “La necesidad de variar los días de entrega de quintos, dejando para los últimos los de los pueblos más importantes por razón de que estos procuran redimir, y para este caso es bueno dejarles el tiempo necesario para que procuren los medios de lograr el objeto. Se acepta la propuesta y de conformidad con el Gobernador Civil interino, se acordó la variación, elaborándose el siguiente calendario: Día...1[...]...Día 4: Ubrique, Jimena y Algeciras. De un modo más directo sobre nuestro municipio, también se adoptó por parte de los representantes constitucionales de la provincia el siguiente acuerdo: Habiendo tenido efecto el remate de los productos leñosos del monte Argamasilla y de las Majadas 3ª y 4ª de Comares de los propios de Algeciras á favor de D. José Riveriego por la cantidad de 3.110 escudos, cubriendo con exceso el tipo señalado de 2.257 escudos, se acordó aprobar el referido acto, previniendo al Alcalde dé posesión al rematante del citado aprovechamiento previas las formalidades prevenidas y dándose conocimiento de lo acordado al Yngeniero gefe del ramo”.
En la privada gestión patrimonial, el liberal y alcalde, Manuel Juliá, procedió a: “Dar carta de pago al que fuera su deudor desde 1868, el labrador de 54 años, Francisco Lozano Vázquez, quién se obligó á pagar en aquella fecha y hasta el de Santa María de Agosto este año (1870), la cantidad de 460 escudos ó sean 4.600 reales de vellón que le prestó aquel para una deuda que tenía el Lozano Vázquez contraída y cuyo préstamo se verificó con el interés del 10% anual, ó bien 46 escudos en cada uno de los años que habrá de durar el préstamo, constituyendo hipoteca sobre las fincas siguientes: Media suerte de tierras en la dehesa de Las Abiertas, partido del Laurel de este término, marcada con el número 27 y compuesta de 6 fanegas, lindando por Levante con tierras de Manuel Juliá; Poniente con la de Joaquín Tourné; Norte con Juan Sánchez; y Sur con otras del Lozano Vázquez. Otra media suerte de tierras en la misma dehesa y partido, número 20 y compuesta de 5 y media fanegas de labor; linda por Levante con suerte de Esteban Baglietto; Poniente con Ambrosio Muñoz; Norte con Manuel Juliá; y Sur con Joaquín Tourné. Otra misma suerte en la misma dehesa y partido de Atabacal de éste término, compuesta de 8 fanegas; lindando al Sur con José Custodio; Norte, Levante y Poniente con Esteban Baglietto”.
“Mitad de una hacienda de Viña, situada en la Dehesa de la Punta de este término de 44 fanegas de tierras; lindera por el Norte con Francisco Lozano; Sur, herederos de Eugenio Morales; Poniente con Juan de Flores y Juana Manent; y Levante con Antonio Raggio. Hacienda de Viñas, situada en la Dehesa de la Punta, con 2 fanegas de tierras sembradas de cepas y árboles, y 6 de labor unidas á aquellas con casa de mampostería y tejas; linda por Levante con Vicente Vives; Poniente con arroyo del Lobo; Norte con herederos de José Aragón; y Sur con tierras de Francisco Rodríguez. Y por último, también es dueño de una viña conocida por la de Aragón, en la Dehesa de la Punta de 12 fanegas; linda por Levante con Eugenio Morales; Poniente con Lozano Vázquez; Sur con Antonio Raggio; y Norte con Arroyo del Lobo. Señalándose a cada una las cantidades que siguen: a la primera 70 escudos; 70 escudos la segunda; la tercera 90 escudos; otros 90 escudos la media viña en la Dehesa de la Punta; 70 escudos la viña señalada en quinto lugar; y otros 70 escudos por la Viña conocida de Aragón [...] Satisfaciéndose los repetidos 460 escudos del préstamo con más los intereses hasta hoy devengados”.
Por aquellos días de préstamos y cartas de pago también en nuestra ciudad se produjo el siguiente traspaso patrimonial, acontecido tras el fallecimiento de Catalina Romero Jiménez, quién era propietaria de: “Dos viviendas en la calle de las Huertas, una casilla ó Cajón en la Plaza de la Palma o del Mercado público. Otra en la calle Soria (Emilio Castelar), esquina a la Nueva conocida por la del Matadero. Dos suertes de tierras, una en el Algarrobo y otra en el Novillero, y por último los muebles de su casa y ropas de uso”. La difunta, según hizo constar: “En el año de 1820 había contraído matrimonio con Jacinto Estrada, el cual falleció en 1848”, de dicho matrimonio tuvieron y procrearon 3 hijos, de los cuales, y según propia declaración: “Dos fallecieron sin sucesión, y la otra llamada María Estrada y Romero, murió dejando un hijo llamado Ramón Serafín Estrada, que también falleció antes que su referido esposo á los 32 años de edad, sin dejar tampoco descendientes de ninguna clase; y porque mis padres también fallecieron tampoco tengo herederos [...] nombro como mi heredero de las suertes del Algarrobo y Novillero al menor Juan Romero Jurado, hijo de Josefa Jurado Malleu, de estado viuda. La casa de mi morada y casilla o cajón que poseo en la Plaza del Mercado, a mis cuatro sobrinos carnales residentes en Alcalá de Los Gazules, de nombre: Antonio, Fernando, Ángeles y Rosario Romero Jiménez; la casa que poseo en la calle de las Huertas, por partes iguales, a mis dos sobrinas de mi difunto esposo, María y Catalina González Malleu. Casa en calle de Soria a mi sobrina Ángela Moreno Romero, hija de mi hermano Francisco y de Juana, además de los muebles, ropas de casa y cuanto exista de puertas adentro”.
Desde el archivo parroquial de la Palma se extendió la siguiente certificación: “Dn José María Bocio, Arcipreste y Cura Ecónomo de las Iglesias de esta Ciudad y Examinador Sinodal de este Obispado, Certifico: Que en el libro corriente de Defunciones de la Parroquia se halla la partida siguiente: Cómo Cura Ecónomo de la Parroquia de N. Sra. De la Palma de la Ciudad de Algeciras, Provª de Cádiz, mandé dar sepultura en el día de la fecha con Oficio de Medias Honras por la Cofradía del Rosario, al cadáver de Catalina Romero, natural de Jimena, y vecina de esta de ochenta años de edad, viuda de Jacinto Estrada, hija de Antonio, natural de Estepona, Provª de Málaga y de Ángela Jiménez, natural de Jimena, falleció de pulmonía según Certifdo Facultativo; Recibió los Santos Sacramentos [...]. Y para que conste [...] José María Bocio. Arcipreste y Cura Ecónomo y Examinador Sinodal de este Obispado”.
Al mismo tiempo que la difunta vecina de Algeciras procuró y preocupó de poner orden en su patrimonio para tras su marcha de este valle de lágrimas, en la capital del reino sin rey, el jefe del Ejecutivo, el general Prim, también procura y preocupa en poner orden en la sucesión (¡absténganse borbones!), de la corona de España. Es así que por aquellos finales días del feriado mes algecireño, los lectores locales, y con el retraso que genera la distancia con el centro de poder, tienen conocimiento de la intervención ante las Cortes Generales del afamado general, asegurando entre otras que: “El Gobierno continuará sus gestiones de la manera prudente que debe hacerlo” -en referencia a un cuarto candidato-, después de mencionar los esfuerzos realizados anteriormente con Fernando de Portugal y los príncipes Amadeo y Tomás de Saboya. Hohenzollern estaba en la mente del general y el llegó a aceptar las propuestas española, según informó Ruiz Zorrilla; la gran crisis internacional entre Francia y Alemania ya estaba en marcha y quedando con ella en aguas de borrajas, como se ha expresado en entregas anteriores, la prusiana opción.
En contraposición con la preocupante situación de destrucción que se cierne sobre Europa, en nuestra provincia y para el bien general de las comunicaciones entre los pueblos que la conforman, prosiguen los trabajos para mejorar sus vías de comunicación: “Según oficio del Yngeniero Director de Carreteras, enviado a la Comisión provincial competente, dando conocimiento de que al abrir las cajas de cimientos de la alcantarilla que ha de construirse en el arroyo de Troyano atravesado por el trozo que se construye de la Carretera provincial de Medina á los Barrios, se han encontrado manantiales abundantes de agua potable, proponiendo se abra un pozo en sitio conveniente para el abastecimiento de los vecinos de dicha villa, y en su vista se acordó autorizar á dicho Yngeniero para que en el paraje más á propósito y cómodo de á uno de los pozos que han de abrirse con motivo de las construcciones de alcantarillas, las condiciones más ventajosas, cubriéndole además y facilitándole profundidad y diámetro que ofrezca una circunferencia propia para el abastecimiento público con cuyo objeto se autoriza también para gastar en esta obra 400 escudos por cuenta de los fondos de la Carretera”. Los nuevos tiempos imponen nuevas formas de proceder con el presupuesto público, y así el sentido práctico va imponiéndose en la gestión de la nueva clase política.
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