El renacimiento de la Escuela de Arte
El histórico edificio recupera la normalidad tras someterse a una reforma integral en la que la Junta ha invertido 1,4 millones de euros
Un grupo de jóvenes escucha con atención al profesor José Juan Yborra en un instituto que parece que lleve dos semanas inaugurado. Al visitante le es difícil visualizar que a escasos metros hay unos servicios a los que los alumnos llamaban hace nada el pasaje del terror. Que los techos se caían, que había que clausurar clases por el peligro que entrañaban y que un poco más abajo, un mal día hace poco más de un año, se desprendió un cascote de unos 50 kilos que se estampó contra el suelo junto a la sala de exposiciones, a la que aquí llaman la Sala Oblicua.
Estamos en la Escuela de Artes y Oficios de Algeciras, un edificio de un gran valor arquitectónico que debería ser un orgullo de la ciudad, pero al que durante años -desde febrero de 2013- se había abandonado por parte de las administraciones hasta alcanzar un estado de degradación que hizo temer incluso por su cierre. Desde hace unos días, el lugar es otro. Ha renacido después de someterse a una reforma integral que ha supuesto una inversión de casi un millón y medio de euros por parte de la Junta de Andalucía.
El edificio, incluido en el Catalogo General del Patrimonio Histórico Andaluz y premiado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1968, recobra el lustre después de que durante el curso pasado y lo que va de éste los alumnos y profesores hayan tenido que convivir con el trasiego de albañiles y operarios, con el ruido de la maquinaría y de las grúas, que a ellos les pareció música celestial por lo que significaba.
Ahora un grupo de personas de mantenimiento da los últimos retoques a algunas dependencias, mientras en las aulas situadas en la característica escalera en espiral reina el silencio. Es la calma tras el temporal. Como aquel que hace unos meses arrojaba al suelo trozos de los techos y desguazaba ventanales.
Con este renacimiento físico llegará el académico. Diego Martín, su director, no puede evitar esbozar una sonrisa cuando explica que va a incluir un ciclo nuevo de Gráfica Audiovisual -ya ofrece Recubrimiento Cerámico, Fotografía, Diseño de Interiores y Gráfica Publicitaria- y los grupos de bachillerato van a pasar de dos a tres. El antiguo salón de actos se va a convertir en un espacio multidisciplinar para el desarrollo de artes escénicas y de actividades relaciones con el diseño gráfico. Los horarios, que tuvieron que adaptarse primero por el cierre de aulas y luego por los trabajos, volverán a la normalidad.
El laboratorio de fotografía ya no es ese espacio tétrico que solía. También los talleres lucen de otra forma, con vestigios del pasado como una escalera metálica que no conduce a ningún sitio o una vieja caldera que parece sacada de una película de terror pero que ahora, en un espacio moderno e iluminado, sirve de recuerdo del pasado.
Otro dato importante: durante los trabajos se ha adaptado el edificio para que los alumnos y alumnas con movilidad reducida puedan acceder con comodidad a las clases de la planta baja. También se han habilitado nuevas entradas desde fuera para poder acceder con los materiales sin necesidad de operaciones estrambóticas. Hasta el famoso Quijote en Vespa que es su símbolo va a cambiar de sitio, unos metros hacia la calle Fray Tomás del Valle, para que sea más visible desde el exterior.
El primer plan de actuación, con un importe cercano a lo 460.000 euros, consistió en la reconstrucción del muro exterior y en la reforma de las cubiertas. Se extendió hasta finales de septiembre del año pasado. El segundo, que acaba de concluir con un presupuesto final de 936.000 euros, ha supuesto la sustitución de las carpinterías exteriores, intentando respetar el diseño original, por otras nuevas de aluminio con vidrios con cámara adaptadas a la normativa vigente. Respecto al cerramiento exterior afectado, se ha reemplazado el existente de ladrillo por un nuevo muro de hormigón armado. También se llevó a cabo la sustitución completa de partes del forjado de cubierta y su acabado de tejas. En las galerías se han reparado cuatro tramos de escalera, manteniendo el pavimento de chino lavado existente como terminación. Asimismo, se han renovarado las barandillas exteriores de las escaleras, se han repuesto las luminarias y la instalación eléctrica, se han adecuado acabados y se han arreglado las fisuras de los cerramientos exteriores.
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