Un roble plantado por Iñaki Gabilondo recuerda a Gregorio Ordóñez en Algeciras
Árboles y plantas con historia
El árbol fue sembrado el 27 de enero de 1995, cuatro días después de que ETA asesinara al señalado militante del Partido Popular
Radio Algeciras recibió la Medalla de Oro de la ciudad el mismo día
Iñaki Gabilondo: "En Algeciras tenía en carne viva la muerte de Gregorio Ordóñez"

Algeciras/Un roble crece en el Parque María Cristina de Algeciras desde hace treinta años a semejanza del que es el símbolo del pueblo vasco en la ciudad de Guernika. Lo plantó el periodista Iñaki Gabilondo en recuerdo de Gregorio Ordóñez, diputado en el Parlamento vasco y concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de San Sebastián, asesinado por la banda terrorista ETA pocos días antes de que el entonces presentador del Hoy por Hoy de la Cadena SER hiciera su programa en la ciudad algecireña con motivo de la concesión a Radio Algeciras de la Medalla de Oro de la ciudad.
Fue el 27 de enero de 1995 cuando Gabilondo, con sus auriculares rodeándole el cuello y acompañado del entonces alcalde algecireño por el Partido Andalucista, Patricio González, y otros dirigentes políticos, amigos y compañeros de profesión, colocó una placa en recuerdo de aquel momento. En una de las fotografías tomadas aquel día se observa el plantón a pie de tierra, rodeado de personalidades, con un operario de la delegación de Parques y Jardines junto al famoso periodista.
Hoy, cuando han transcurrido treinta años y algunas semanas, el roble crece en un parterre situado cerca de una de las puertas del principal parque algecireño, una de las dos por las que se accede al tramo de la calle Capitán Ontañón ya peatonalizada, entre la noria de época medieval y la zona de aseos. Sus ramas apenas muestran hojas en estos días porque su mejor momento a la vista de quienes lo observan llegará entre los meses de abril y mayo, su época de esplendor.
"Iñaki es, además de muy vasco, muy español, y fue un gesto de solidaridad. Él decidió dejar plantado en el sur el árbol típico del País Vasco, después de la muerte de Gregorio Ordóñez. Fue un mensaje de extremo a extremo de España", afirma Sergio González Otal, director de Radio Algeciras entre 1966 y 1983 y que en aquel 1995 era el director de Expansión de toda la cadena. Otal es y será hijo adoptivo de Algeciras, ciudad a la que ha demostrado su amor en innumerables ocasiones.
En aquella edición del programa matutino de la Cadena SER, coincidente también con el Día del Árbol en Andalucía, se habló de otros árboles con historia. Invitados por el director del programa entraron en directo oyentes de diferentes partes de España, quienes comentaron sus experiencias y cercanía con "dragos milenarios y robles desmesurados", según reseñó el periodista Anselmo F. Caballero en la crónica que redactó para Europa Sur.
El equipo del Hoy por Hoy se desplazó a Algeciras en avión, vía Málaga, y desde la capital costasoleña viajó a Algeciras a bordo de un microbús. En el programa en directo, emitido desde la entonces denominada como Escuela Politécnica, Iñaki Gabilondo entrevistó a Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA en 1958 y que era miembro de Herri Batasuna hasta ese momento. Quien después sería miembro del partido Aralar y de la organización pacifista Elkarri, declaró ese 27 de enero, pasados cuatro días del asesinato de Ordóñez, que si ETA revindicaba esa muerte él abandonaría Herri Batasuna, lo que finalmente hizo porque la organización se negó a condenar la muerte del militante del Partido Popular y porque consideraba que la vía armada había fracasado en sus objetivos.
Gregorio Ordóñez era un concejal muy apreciado en San Sebastián. Su muerte, recogida en una de las escenas de la película El Infiltrado, que comparte Goya 2025 con El 47, fue muy sonada y sentida por su persona y por el lugar donde ocurrió, en pleno centro de la ciudad donostiarra.
Gabilondo tuvo que interrumpir su presencia en Algeciras esa mañana al frente del micrófono de Hoy por Hoy durante un corto periodo para acudir a plantar el roble. Familiares y compañeros de Manuel Yélamo, fallecido en febrero de 2005, el director de Radio Algeciras en aquel momento, recuerdan entre sonrisas que el periodista vasco preguntó a su entrañable colega andaluz cuánto iba a tardar entre ir al parque y volver a la Politécnica para despedir el programa. La respuesta de Yélamo fue "entre cinco y diez minutos", y Gabilondo le repreguntó qué significaba eso de entre cinco y diez minutos, demandando más precisión. Yélamo replicó con su ingenio espontáneo: "Pues siete y medio".
El roble no es árbol propio de la geografía algecireña. Como dice el biólogo algecireño Pablo Pichaco, "más propio nuestro es un alcornoque, y por eso el roble requiere más mimos y es menos habitual verlo por esta zona". Lo rodean otros árboles en el Parque María Cristina, algunos de ellos en recuerdo de otras personas señaladas en la historia de la ciudad.
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