Roca Rey, torero: "Cuando dejas de sentir, todo se jode"

Entrevista

La primera figura del escalafón abre la puerta grande de Santander, donde hace exactamente un año casi pierde la vida cuando un toro le estrelló contra las tablas

El peruano reconoce que se encuentra feliz tras atravesar etapas en las que "no le veía mucho sentido a la vida ni al toreo"

"Muchas veces hasta he pensado en retirarme"

Agua y aceite: Roca Rey triunfa y Pablo Aguado marca la diferencia en el colofón taurino de La Línea

Andrés Roca Rey torea una vaca de La Palmosilla en las playas de Tarifa. / Joserra Lozano

Desde uno de los últimos pisos del lujoso hotel Palacio del Mar, Andrés Roca Rey Valdez (Lima, 1996), contempla la siempre alegre playa del Sardinero y su fondeadero cristalino. Es festivo, Día de Santiago Apóstol, y el paseo marítimo es una colmena. Hace justamente un año, el 25 de julio de 2023, y también en Santander, la gran figura peruana volvió a nacer después de que un toro lo aprisionara contras las tablas escarlatas del coso de Cuatro Caminos. La entrevista se realiza horas antes de que el peruano abra la puerta grande de la plaza de toros cántabra al cortar dos orejas en la sexta de abono de la Feria de Santiago. 

Pregunta.Imagino que esta plaza le traerá recuerdos, tal vez trágicos. Estuvo a punto de morir y, si no fue así, se debió a un milagroso quite que le hizo, a cuerpo limpio, Cayetano Ordóñez. ¿Regresar a Cuatro Caminos revive en usted fantasmas del pasado?

Respuesta.Más que fantasmas, estoy agradecido. No sé si a mi ángel de la guarda, a la vida o al toro que me cogió. Podría haber sido muchísimo peor, algo muy desagradable y, gracias a Dios, solo quedó en golpes. Por ello vivo agradecido por esos golpes, por esos percances. También por esos momentos que el toreo me permite vivir, pues me hacen luego estar más, no sé si tranquilo, pero sí viviendo mucho más en gratitud y valorando cada instante que nos regala la vida.

P.¿Cree en Dios?

R.Pues sí, yo creo en un ser superior que le llamo Dios y creo en Jesús, en la Virgen y sí: me gusta creer porque me gusta también agradecer. Una persona que cree está más llena.

Los percances me hacen vivir más en gratitud con la vida

P.Le ha tocado, entonces, una mala época para vivir. Usted, que casi parece sacado de una epopeya homérica, ¿encuentra hueco en la sociedad actual?

R.Considero que el toreo ha estado un poco apartado de lo que viene a ser la sociedad de hoy en día o de estos años atrás. También es cierto que, poco a poco, la juventud se está acercando muchísimo más a la tauromaquia, ya sea por ciclos que tiene la vida o también por el hecho de que cada vez salimos más toreros jóvenes. En algunos tiempos yo mismo he estado un poco apartado, pero me siento muy motivado por toda esa gente joven que va a la plaza a verme.

Roca Rey, con sus picadores de fondo, y una vaca de La Palmosilla, toreando frente al Estrecho de Gibraltar. / Joserra Lozano

P.No ha cumplido ni 30 años y ya es el líder absoluto del escalafón. Eso tiene un precio. Los héroes clásicos realizaban sus gestas por reconquistar una patria perdida, por riquezas o por amor. ¿Por qué torea usted y, sobre todo, por qué torea así, arriesgando hasta el extremo?

R.Toreo por muchas cosas. Creo que la más importante, y la que más destacaría, es por intentar expresarme. Desde niño fui muy tímido. Casi no hablaba, me costaba expresarse. Y toreando los becerros, los primeros becerros, me di cuenta de que el toreo me llevaba a ese estado de expresión que me sacaba todo de dentro. Todo mi interior salía y se reflejaba en una faena. Me sentía feliz, me sentía lleno. Y todo lo que no podía decir con palabras, lo decía con la muleta y la espada. Eso fue lo que más me llamó la atención de esto.

De niño, casi no hablaba y logré expresarme toreando mis primeros becerros

P.¿Se considera una persona perfeccionista al extremo, tal vez obsesiva? ¿Ha llegado a convertirse en su peor enemigo?

R.Yo siempre he visto la vida, no sé si por el lugar donde he nacido, por mi familia, por mis hermanos o por las circunstancias que me han tocado, de una forma en la que había que entregarse mucho, para lo que fuera, para conseguir mis cosas. No solo para conseguir mis cosas en el trabajo, sino también en el amor: entregarme a todo lo que da, apasionarme en cada segundo que me regala la vida. Y en el toreo encontré la verdad más absoluta. No encuentro ninguna otra profesión, ninguna otra actividad, en la que me sienta tan entregado y donde pueda llegar a experimentar emociones tan fuertes como el toreo: el triunfo, los fracasos, las cornadas, el miedo a morir. Creo que, cuando uno supera eso, y cuando uno está viviendo en constante compañía con estos factores que le he enumerado, vive una vida totalmente intensa. Le digo la verdad del corazón: me gusta vivir, me gusta apasionarme en cada momento y no dejar escapar ni un segundo. Por eso soy torero.

Me gusta apasionarme en cada momento y no dejar escapar ni un segundo

P.“¿Hasta dónde llegarías por tu pasión? El límite es solo el principio”. Es el lema con el que anuncia sus compromisos taurinos este verano, en plazas como Huelva o El Puerto de Santa María, en las que está anunciado el 3 y 4 de agosto. ¿Dónde se encuentra su techo?

R.El límite siempre está donde uno se lo quiera poner y donde se lo permita el alma de cada cual. En mi caso, cuanto más tranquilo estoy, cuanto más en paz me siento, tengo menos límites porque mi alma es libre. Y así todo fluye. Es verdad que la técnica a veces se mejora y otras se empeora, pero lo más importante es el sentimiento, que no debe dejar de brotar nunca. Una vez que dejas de sentir es cuando llegan los límites y todo se jode.

P.A causa de ser el número uno, ¿siente que los empresarios taurinos le exigen que llene las plazas, que cuelgue a diario el 'no hay billetes' o que salve incluso un abono? ¿Le han asignado una responsabilidad que, quizá, no le corresponde gestionarla en solitario?

R.Es una responsabilidad bastante grande que llevo en mi interior y le doy muchas vueltas, aunque bendita responsabilidad: es lo que he soñado toda mi vida, por lo que he luchado y ahora tengo la suerte de vivirlo. Sería una pena no sentirlo, no disfrutarlo, no aprovecharlo, dejar pasar el tiempo y no ver las cosas positivas. Como todo en la vida, hay momentos duros, momentos en los que sufro, en los que lloro, en los que lo paso muy mal como artista, como persona, como profesional, pero eso es normal, y más en un oficio como este. Luego vienen momentos en los que no me cambio por nadie.

Hay momentos en los que sufro, en los que lloro y en los que lo paso muy mal como artista

P.Hace dos años le entrevisté, también para Europa Sur, y me respondió que, a veces, pensaba en retirarse. ¿Sigue esa idea en su cabeza?

R.Siempre he sido un chico de impulsos, pero reflexionando las cosas. ¿Sabe lo que pienso? Que para que el torero funcione, primero tiene que estar bien el hombre. Ahora mismo estoy pasando por un momento en el que me encuentro muy feliz. He tenido etapas muy duras en las que no me encontraba bien, en las que no le encontraba mucho sentido ni a la vida ni al toreo. Son momentos durísimos, pero tengo la suerte de haberlo superado y poder ser feliz con mi profesión y con lo que hago. A causa de ello, no se me pasa ahora por la cabeza retirarme. Sé que en algún momento tendrá que llegar ese día, pero de momento, no. De momento quiero torear, ser feliz y disfrutar con la gente que me quiere.

Roca Rey, la vaca de La Palmosilla y un 'kitesurfista', con África al fondo. / Joserra Lozano

P.Decía el mítico personaje de Juncal, interpretado por Paco Rabal, que había dos clases de toreros: los de arte y los de bragueta. “Los de bragueta, a cobrar. Los de arte, a acompañar”, aseguraba. ¿Le gustaría ser, de cuando en cuando, de los de arte?

R.Yo creo que los de bragueta, aparte de bragueta, también tienen mucho sentimiento, que es lo que transmite al público.

P.¿Cuál es su rutina los días de corrida? (La entrevista se realiza la víspera de hacer el paseíllo en la capital cántabra).

R.Mire, acabo de llegar a Santander. Hoy supongo que estaré tranquilo, quizá más tarde torearé de salón. No sé: lo que me provoque porque ya uno viene entrenado, ¿no? Entonces ya lo que me diga mi mente y mi cuerpo. Estoy viendo desde la habitación el mar y la verdad que me ha provocado ir a caminar un poquito por ahí. A la playa, ¿no? Meterme en el agua. Se ve caliente, pero creo que este mar, el Cantábrico, es muy frío. Me estaré equivocando. Lo que pasa es que se ve como celestito desde aquí y parece caliente y me apetece mucho. Pero lo estoy dudando. Y luego pues me gusta relajarme: comer rico y descansar. Mañana, cuando me despierte, comeré y no saldré de la habitación hasta la hora de la corrida. Es lo que normalmente hago.

P.Usted nació en Lima y vivió allí hasta la adolescencia. ¿Qué es lo más extraña de su tierra?

R.La familia siempre se echa en falta. A la mamá, al papá, a los hermanos. Hoy justo es cumpleaños de un hermano mío y están todos juntos. Eso es lo que más se extraña. También estas experiencias te hacen fuerte y, a la misma vez, más sensible. Cuando te reencuentras con ellos lo aprovechas todavía más y le das mucho valor a la familia. Una de las cosas que agradezco a la profesión, fíjese lo que le digo, es haberme separado de mi familia porque le empecé a dar más valor. A los 15 años es difícil que un chico le dé valor a su familia, a los ratos con ellos, con sus padres. Pues yo, a esa edad, cuando me vine a España, me di cuenta de la importancia que tenía y lo aprovecho mucho cuando estoy con ellos ahora, o lo intento.

Roca Rey se cala la montera en la plaza de toros del Arenal, de La Línea de la Concepción, el pasado fin de semana. / Vanessa Pérez

P.¿Dónde vive actualmente, cuál es su cuartel general?

R.Vivo a veinte minutos de Sevilla capital, a dos kilómetros de Gerena, en el campo. Es el pueblo donde empecé a vivir a los 15 años, cuando me vine a España. Los Campuzano me presentaron a una señora y me quedé en su casa, María Jesús Quinta, que es la madre de mi picador justamente ahora. Vivo tranquilo ahí, me gusta la zona. La gente es buena y me siento bien acompañado y en familia.

Separarme de mi familia a los 15 años me sirvió para valorar más los ratos juntos

P.¿Se ve formando su propia familia dentro de unos años?

R.Cuando me provoque tener una familia y se den las circunstancias, nadie me lo va a negar ni nada me va a quitar eso de la cabeza, ni siquiera mi profesión. Creo que para ser feliz y poder transmitir cosas buenas en el mundo del toro, hay que ser feliz como persona y hay que tener la libertad de hacer lo que uno quiera.

P.Hace escasos días estuvo toreando en La Línea de la Concepción, a escasos metros de Gibraltar, coincidiendo con la polémica después de que algunos jugadores cantaran “Gibraltar, español” durante la celebración de la Eurocopa. Usted, que es un hombre de mundo, ¿qué opina sobre todo esto?

R.A mí lo que más me gusta de Gibraltar, aparte de su escenario, que es bonito, ¿no?, son los monos. Son increíbles.

Sus próximos compromisos

Tras Santander, Roca Rey toreará en Tudela (27 de julio), Huelva (3 de agosto), El Puerto de Santa María (4 de agosto), Palma de Mallorca (8 de agosto), Pontevedra (10 de agosto), Huesca (13 de agosto), Dax (16 de agosto), San Sebastián (17 de agosto), Gijón (18 de agosto), Málaga (20 de agosto), Almería (21 de agosto) y Bilbao (22 y 23 de agosto).

"Me apetece mucho torear en El puerto y en Huelva. Son plazas en las que uno se siente torero. En Huelva me acuerdo de mis inicios y El Puerto ha sido un lugar en el que he pasado muchos momentos bonitos en los últimos años, en los veranos con mis amigos", declara el diestro.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

Real Balompédica Linense

Balona: arriba el telón