Rosario Montoya reina con su piano en una noche de voces y sonidos flamencos
X Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía
Su guiño a Paco de Lucía lo hizo a la entrada, con 'A volar'
Las melodías se sucedieron entre el flamenco tradicional y las composiciones aflamencadas
Un concierto con muchos, variados y ricos ingredientes, como los de Felipa del Moreno y Manolo Monje
Algeciras/Rosario Montoya, la Reina Gitana, abrió con su piano el tramo final del X Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía, organizado por el Ayuntamiento algecireño. Lo hizo, tal como prometió, bien arropada por un grupo de voces e instrumentos puestos al servicio de su sonido flamenco, con rigor de conservatorio musical, que se permite licencias y guiños, y entre estos, en Algeciras, más de uno a Paco de Lucía.
Empezando por la bulería Solo quiero volar, de Cositas Buenas. "Volar, volar,volar, volar, volar, volar, Ay volar, solo quiero volar. Volar, solo quiero volar yo quiero vivir a mi aire, ay que volar, volar, volar. Volar, solo quiero volar, y no me reproche naide. Los gitanos, los gitanos, se compran un vestido, mañana van a empeñarlo". Lo cantaron Gema Carrasco, de la familia de los Moneos, e Isa Fernández -esta última bien en candelero por la sevillana del Guachi dedicada a Algeciras-, y le acompañaron la guitarra de Rubén Martínez, la flauta de Delia Peña y la percusión de Rafael Fernández.
El piano, puesto al servicio del flamenco, cuenta con una atractiva e interesante lista de artistas que fueron concertistas -por eso se podrá entender la ausencia en la relación de Manuel Pareja Obregón-. En la época contemporánea, la primera piedra la puso Felipe Campuzano -todavía existen quienes recuerdan un concierto a piano en la plaza de toros Las Palomas, mientras lidiaban toros los hermanos Campuzano-, y luego llegaron Alfonso Aroca, Chano Domínguez, Diego Amador -con el que Rosario Montoya actuará en octubre en la bienal de flamenco de San Roque-, Rubén Maldonado, María Toledo, Dorante -reconocidísimo por Orobroy, pero que en el encuentro 'paquero' de Algeciras ya dejó muestras de mucho más- Miriam Méndez, Manolo Carrasco, Michel Camilo -hay que verlo con Tomatito-, y Alex Conde.
Rosario Montoya mostró temas de su último disco, música aflamencada, como Quebranto y A mi mare, ambos dedicados a la mujer, a la mujer gitana personificada en su madre. El piano dominó el escenario, y por encima los coros, el guitarrista, la flautista y la percusión. El flamenco más puro lo puso luego un jovencito de doce años, el jerezano Manuel Monje, que se dio a conocer en el programa televisivo de Tierra de Talentos, que cantó la famosa zambra de Manolo Caracol, La Salvaora. Siguió por Entre quebrantos y penas, la bulería de Juan Moneo El Torta.
Rosario Montoya está educada en las partituras clásicas de conservatorio y en el sentir flamenco jerezano, empapada como muchos por Camarón y Paco de Lucía, lo que bien mezclado da un resultado artístico que pudo disfrutar el público reunido en la noche del viernes en el parque María Cristina. Turina, Falla o Albéniz ya pusieron en piano la música flamenca, y a partir de ahí es una historia rica, interpretada en un instrumento que, según los entendidos, da más posibilidades que la guitarra.
El piano sonó por nana, que Rosario Montoya dedicó a su hija, piano en solitario en el que la concertista ofreció su momento más íntimo, más recogido y sentimental, después de haber interpretado antes su mejor melodía, la del embarazo y el parto de niña Rosario.
Fue un concierto en toda regla, ordenado, salpicado de pellizcos, con los ingredientes seleccionados y preparados para la ocasión, como la aparición de Felipa del Moreno, con una bulería por tangos de José Carlos Pozo. y con su balada Dime que me quieres, cantada con mucho gusto y un rajo gitano indisimulable.
Como buena jerezana terminó con un bloque de bulerías, a modo de fin de fiesta. El último guiño de la noche para Paco de Lucía y Camarón.
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