Por el sendero del río Hozgarganta
El patrimonio cultural y gastronómico de Jimena sirve de reclamo a familias asiduas a Los Alcornocalesl dificultad baja Hay dos puntos de inicio para recorrer este sendero, o la Cruz Blanca o la Fábrica de Bombas al sur del municipio
En el Campo de Gibraltar con dos parques naturales, Los Alcornocales y El Estrecho, no es difícil encontrar una amplia y diversa oferta de senderos. Es invierno y si el buen tiempo lo permite muchas familias optan por recorrer la comarca y conocer de fondo un patrimonio natural que mucha gente de fuera conoce mejor incluso que los campogibraltareños.
Como nunca es tarde, uno de estos senderos que además es sencillo y apto para todos es el que discurre por los alrededores del río Hozgarganta y muy cerca del pueblo de Jimena. El mismo permite reconocer una forma de energía limpia y tradicional para nuestros antepasados, los molinos. Asimismo, los que lo recorran encontrarán un enorme canal de agua, más conocido como el Cao. Éste fue construido a finales del siglo XVIII para hacer funcionar una fundición de hierro conocida como la Fábrica de Bombas, que sirvió para asediar Gibraltar y posteriormente fue reconvertido para la muela de trigo.
Este sendero recorre una distancia de ida de 2,8 kilómetros y la duración es de una hora. La dificultad es baja y no se sale del municipio de Jimena. Según la guía de senderos de la Junta de Andalucía existen dos puntos de partida para recorrerlo. Uno desde la Cruz Blanca, en la entrada norte de Jimena descendiendo hasta el río. O desde la Fábrica de Bombas, en la zona sur del pueblo, próximo a la Pasada de Alcalá, sobre el mismo río.
Suelo, humedad y aprovechamiento tradicional han sido los factores determinantes para mantener la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la Península Ibérica, el Parque Natural Los Alcornocales.
El principal responsable de esta riqueza es el agua, presente en numerosos ríos, arroyos y embalses que, además de abastecer a la zona, son aptos para la pesca y actividades recreativas. Pero sobre todo destaca la humedad proveniente de la costa, que se acumula formando bosques de niebla en valles estrechos y profundos denominados canutos. En estas condiciones se conserva una flora muy singular, perteneciente a la Era Terciaria, la Laurisilva. Se caracteriza por hojas lisas y brillantes, que aprovechan la humedad y escasa luz que dejan pasar los alisos que bordean los canutos. Así, se caminará por esta especie de selva, en compañía de los sonidos del mirlo acuático, el hábil martín pescador y las currucas o pinzones, que se esconden entre los helechos.
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