Veinte sensores y ochenta pantallas de hormigón y acero velan por la seguridad durante el derribo del parking Escalinata

Durante los tres meses que durará la demolición, la empresa monitorizará cualquier movimiento anómalo en los edificios colindantes

Los técnicos afirman que el garaje del edificio Plaza Alta no tendrá que cerrar

Así será la nueva plaza de la Escalinata en Algeciras, en vídeo

Gráfico con las mediciones del movimiento de los edificios colindantes al parking Escalinata.
Gráfico con las mediciones del movimiento de los edificios colindantes al parking Escalinata. / E.S.

Algeciras/Veinte sensores inalámbricos de última generación monitorizarán el estado de los cuatro edificios habitados colindantes (Atlántida, Plaza Alta, Getares y Virgen del Carmen) y del propio al parking Escalinata para detectar a tiempo posibles daños estructurales y garantizar la seguridad durante los tres meses que durará el derribo parcial del aparcamiento situado en el centro de Algeciras y declarado ilegal desde 2004. Dentro del estacionamiento se han instalado además ochenta pantallas, la mayoría de hormigón armado y algunas de acero, para sostenerlo durante las obras. Así se lo han comunicado este miércoles a los vecinos la teniente de alcalde delegada de Urbanismo, Yéssica Rodríguez, acompañada de Concha López, coordinadora de Urbanismo y Pedro Lechuga, director técnico, así como José Luis Pérez e Ignacio Albarracín, del estudio de arquitectura T10, que realiza la asistencia técnica.

El parking Escalinata fue construido en altura, sin licencia de urbanismo, por un acuerdo municipal de 2001, si bien en 2004 fue declarado ilegal por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). En su proceso de obras, el aparcamiento provocó la ruina del colindante edificio de viviendas Escalinata, cuyos inquilinos tuvieron que ser desalojados por riesgo de derrumbe. El derribo de este edificio, que corre a cargo de los propietarios, está pendiente de comenzar tras un cambio de última hora en el arquitecto encargado del proyecto. El derribo del aparcamiento tiene un coste aproximado de un millón de euros. 

El derribo ha comenzado esta semana con la retirada de las estructuras que estaba en la plaza superior que daba a la calle muro. El aparcamiento en sí comenzará a demolerse no antes del próximo viernes, cuando llega una máquina especial que empezará a trabajar escalonadamente, piso por piso, hasta conseguir eliminar toda la construcción ilegal por encima del rasante de Virgen del Carmen. La intención, según han explicado los técnicos es que provoque las menos vibraciones posibles. Además lleva incorporada una toma de agua para levantar menos polvo.

Los trabajos en la plaza Virgen de las Lágrimas.
Los trabajos en la plaza Virgen de las Lágrimas. / Q. L.

Hace semanas se levantó un acta notarial de todas las viviendas colindantes para reflejar el estado en el que se encontraban previamente al comienzo de los trabajos. "El objetivo claro es conseguir minimizar riesgos y garantizar la seguridad en todo momento. Para ello hay que mantener las condiciones de estabilidad en que se encuentra el parking y todos los edificios colindantes. Al demoler parte del aparcamiento le vamos a restar de alguna manera solidez e inercia y por eso en los últimos tres meses le hemos conferido una resistencia extra a la estructura", ha manifestado el director facultativo, que afirma que las ochenta pantallas "dan una rigidez excepcional al edificio". "El objetivo es que cuando quitemos parte de la edificación existente tengamos la misma firmeza, o algo más, de la que existe en la actualidad y que en algunos momentos sirva de contención de la estructura".

Pérez explica que los técnicos han auscultado toda la construcción para determinar su estado. "Todos los edificios se mueven por efecto de temperatura. Si mides un edificio a las diez de la mañana y a las ocho de la tarde se comprueba que las fachadas tienden a abrirse en ambas direcciones", subraya. A instancias de la empresa constructora se han colocado veinte sensores, quince en las fachadas de los edificios colindantes y cinco en las pantallas interiores del parking, que cada cuarto de hora dan una lectura de los giros en las dos direcciones. "Llevan dos meses tomando datos para que por comparación seamos capaces de determinar si hay algún movimiento preocupante, que sería aproximadamente por encima de los tres milímetros y que haría saltar una alarma preparada. Eso significaría que hay un daño importante, lo que nos permitiría reaccionar a tiempo", manifiesta el responsable de T10.

Yéssica Rodriguez ha explicado que, en principio, el garaje del edificio Plaza Alta no tendrá que ser desalojado ni se interrumpirá el tránsito de vehículos más que de manera puntual cuando la máquina trabaje en esa zona. "La obra estará sometida a una vigilancia constante para el paso de entrada u salida para que pare la obra o el coche en cuestión pero el garaje no se va a tener que cerrar", ha dicho.

De forma paralela, el Ayuntamiento ha trabajado en la captación de financiación de fondos europeos para la construcción de la Plaza Escalinata una vez concluya el derribo. Esta obra, según ha fijado Rodríguez, deberá estar concluida para finales de 2025 o principios de 2026. “Vamos en la dirección correcta, trabajando con todos y escuchando a todos, con las mejores empresas y especialistas, y vamos a dar cumplimiento a la sentencia de la mano de un gran proyecto de ciudad que va a modernizar Algeciras y que cuenta con todos los beneplácitos tanto técnicos, como jurídicos y judiciales”, ha concluido.

La coordinadora de Urbanismo, Concha López, ha especificado que “esta demolición tiene su causa en una resolución judicial que obligaba a restituir a la situación anterior el antiguo parking Escalinata, por lo que desde el Ayuntamiento se ha estado trabajando concienzudamente en un proyecto como el actual, el que se dan cumplimiento a los requerimientos de la propia sentencia, aunando seguridad y restitución al estado anterior de la zona. El técnico de Urbanismo Pedro Lechuga añadió que han sido necesarios "muchos trámites burocráticos y de gestiones ante la sala judicial competente" que han conseguido que el juez acepte "una demolición parcial usando parte de la estructura del antiguo parking para un nuevo proyecto de zona verde que conjugará otras zonas de esparcimiento, elevador, mirador y plaza pública, entre otros”. 

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