El Sexenio Revolucionario (1868-1874): Un alcalde generoso y un depositario cuestionado

Algeciras/El asunto Godoy, tratado en la entrega anterior, se resolvería meses después con llamada de atención a la algecireña corporación: "Vista la solicitud de D. Pedro A. Godoy, vecino de Algeciras reclamando contra la validez del acuerdo de la Municipalidad, por el cual fue destituido del cargo de secretario, y considerando las razones aducidas por la misma Corporación y por su presidente, y que para la destitución hecha por diez votos de los quince que forman el total de Concejales de aquel Ayuntamiento, se ha obrado con sujeción al artículo veinticuatro de la ley Municipal [...] se acuerda declarar válido dicho acuerdo; pero previniendo á dicha Corporación que en lo sucesivo dé cuenta de actos semejantes, tanto á esta superioridad como al Sr. Gobernador de la provincia conforme al referido artículo".

Siguiendo con la alusión a la figura del Gobernador Civil, desde su capitalino despacho se remite un escrito valido para todos los pueblos de su jurisdicción, haciéndoles saber: "Manuel Somoza, como nuevo Gobernador Civil de la provincia de Cádiz, quiere manifestar en un sentido discurso que viene dispuesto á contribuir eficazmente al sostenimiento del órden público calmando las pasiones exaltadas por sucesos deplorables, poner de relieve y al alcance de todos y especialmente del Gobierno [...] así como del patriotismo, rectitud é interés por el bien público. Que siempre que se tratasen de asuntos arduos y de cuantos pudieran interesar á los pueblos oiría el autorizado consejo [...] rogando á cada uno de sus individuos que cuando notarán en él una marcha equivocada en la gestión de los negocios, deseaba le hicieran comprender su error con entera franqueza, pues no tenía otro norte que el bien público y el sostén del Gobierno fiel, representante de los intereses sociales y de la revolución de septiembre". Son tiempos ideales para modernizar viejas actitudes.

Y siguiendo con las noticias emanadas por el consistorio local, ya metidos en la primavera constitucional de aquel 1869, el Ayuntamiento liderado por De Juliá vuelve a emitir el siguiente edicto: "Por término de treinta días á contar desde que se inserte el presente en el Boletín oficial de la provincia, se anuncia la subasta del suministro á los presos de la cárcel de este partido para el año económico venidero de 1869 á 70, bajo el presupuesto de 48 maravedís por cada preso estante y 60 maravedís por los transeúntes, y condiciones que, están de manifiesto en la Secretaría de este Ayuntamiento. El acto se verificará en estas salas Capitulares á las doce del día en que venza dicho plazo, en un solo juicio, haciéndose las proposiciones en pliegos cerrados que se entregarán á esta Alcaldía, y si hubiese dos proposiciones iguales se abrirá juicio público por media hora siguientes entre los que las hubiesen hecho. Algeciras 6 de Abril de 1869. El Alcalde, Manuel de Juliá. El Secretario, José Díaz y Ramírez".

La firma del secretario Díaz y Ramírez ratifica la desestimación del recurso presentado por Godoy; por lo tanto y según comunicación del Alcalde 1º de Algeciras, "en que manifiesta que el Ayuntamiento previos los requisitos prevenidos en la ley municipal vigente ha nombrado Secretario del mismo á Don José Díaz y Ramírez". El algecireño y ex secretario municipal Pedro A. Godoy perdió la batalla administrativa.

Siguiendo en el contexto municipal, el ayuntamiento local, junto a otros consistorios, recibirá un tirón de orejas por parte de instancias provinciales superiores, cuando "habiendo cumplido con espeso los dos plazos que se concedieron á los Ayuntamientos de la provincia para que remitieran los presupuestos extraordinarios del presente año económico sin que hayan llevado este servicio las municipalidades de Algeciras, Bornos, Setenil, Ceuta, Paterna, Prado del Rey y Olvera [...] se acuerda se les comunique orden para que remitan inmediatamente sus respectivos presupuestos á fin de que esta institución provincial no se vea en el sensible caso de obrar con arreglo á lo prevenido en el título 4º de la Ley municipal".

También y en cuanto a la impartición de justicia se refiere, nuevos cambios se producen entre los que justicia reparten, cuando se publica oficialmente: "Algeciras. Juez de primera instancia, D. Melchor Ballesta. Promotor Fiscal, D. José Martín y Lara". En el militar estamento también se observan nuevos destinos: "Algeciras, Teniente Coronel graduado, Comandante, D. Julián Rozas y Latorre. En cuanto al llamado Cuadro Orgánico de las Matrículas de Mar. Jefes y Oficiales que desempeñan los destinos del Cuadro. Se hace público: Provincia de Algeciras. De segunda clase. Comandante, D. Antonio de Mora y Cincunegui, Capitán de Navío en comisión".

También, en momentos tan trascendentales para el país como lo eran aquellos meses de negociación y consenso para la aprobación de la nueva constitución, otros temas de menor importancia política pero de gran calado social tienen a nuestra ciudad como protagonista: "Llamemos la atención del Ilmo. Sr. D. Venancio González, director general de comunicaciones, para que, si puede, ponga remedio á fin de que lleguen á su destino los paquetes de listas de loterías que remitimos en los días de sorteo. En el celebrado el día 3 del corriente han desaparecido dos que fueron á Algeciras y otro á Cartagena; y en el verificado el día 13, el paquete dirigido á Alicante llegó á este punto con veinticuatro horas de retraso, es decir, cuando ya no servía".

Y hablando de comunicaciones, en aquellos primeros meses del 69, por las nuevas y revolucionarias autoridades provinciales se toma una decisión muy importante para los pueblos de la comarca: "A propuesta del Presidente se acordó comuniquen orden al Yngeniero Director de carreteras á fin de que proceda á ejecutar los estudios para la construcción de la carretera de Medina á Los Barrios, librándose las cantidades que fueren necesarias para atender á este servicio. No habiendo más asuntos de que tratar, el Sr. Presidente levantó la Sesión, de todo lo cual yo el Secretario certifico. González de la Vega. Manuel Barrocal. Con referencia al vecino municipio y desde el Consistorio de la calle Imperial se informa: Ynstruidas las debidas formalidades las diligencias preliminares acordadas por el Ayuntamiento de Algeciras y el de Los Barrios para proceder á la subasta del derecho de pasage (sic) de la Barca del río de Palmones, durante el año económico de mil ochocientos sesenta y nueve y setenta [...] se resuelve devuelvan al Ayuntamiento para la celebración del remate en primer juicio".

De regreso a la actividad política del Gobierno surgido de las elecciones del pasado enero, sus integrantes elaboraron y aprobaron dos importantes leyes; la primera, de apoyo a la enseñanza pública: "Libertad a diputaciones y ayuntamientos para crear escuelas públicas". La segunda, aprobada el anterior mes de marzo, concretamente el día 16, hace referencia entre otras, al tan controvertido e impopular tema de las Quintas: "Se reclutarán 25.000 hombres que serán llamados a filas para acabar con todo tipo de levantamientos y restablecer el orden público incluyéndose los territorios de Ultramar. La única novedad que presenta es la reducción económica del sistema de redención que pasaría de 6.000 a 4.000 reales a pagar en varias anualidades. Por aquellos primaverales días preconstitucionales la actividad parlamentaria era frenética y los enfrentamientos entre facciones continuos: Ya indicamos que el único modo de formular con acierto un proyecto constitucional era el de abrir paso en la comisión á todos los elementos vivos del país en proporción numérica que el sufragio universal ha reunido en la Constitución; si la mayoría, prevaliéndose de la fuerza que le da el número monopolizaba estas funciones, los proyectos que produjera estarían sellados con ese carácter exclusivo que ha comenzado por falsear en su origen el espíritu de la Revolución y del sufragio".

Y mientras en las altas esferas del Estado intentan llegar a un acuerdo de convivencia, en nuestra ciudad los líderes políticos progresistas como De Juliá deben atender a las obligaciones que le impone la administración municipal para el progreso de la ciudad: "Edicto. En la Casa Capitular de Algeciras, ante el Sr. Alcalde constitucional de ella, Administrador subalterno de Propiedades del Estado del Partido de Algeciras [...] la doble subasta del arriendo por tres años de la suerte de tierra nombrada El Lazareto, término de dicha ciudad, en la renta anual de 48 escudos, que fue de los propios de dicha ciudad". Con tal denominación era conocida una suerte de tierras de 18 fanegas, situada al sur de la playa de Getares, en el partido de la Dehesa de la Punta. Dentro de su cabida se localizaba una cantera del mismo nombre. Las losas de Getares fueron muy demandadas en el pasado y dieron de comer a muchas familias algecireñas, siendo sustituidas en el último cuarto del siglo por el mas económico cemento proveniente de Gibraltar. El ex alcalde Emilio Santacana publicaría años después: "Las canteras ya no valen lo de antes".

Siguiendo en el tema de la construcción, en aquellos primeros meses de 1869 otro ex alcalde intentaría recuperar su dinero invertido en obras públicas, cuando: "Dada cuenta de la instancia presentada por D. Vicente Castillo, Alcalde que fue de Algeciras por consecuencia del Alzamiento nacional hasta 31 de Diciembre último solicitando se le abonen en cuentas por el Ayuntamiento de aquella Ciudad 339 escudos 719 milésimas invertidos en la obra de una madrona ó cloaca que se construyó en la Calle de San Pedro del mismo pueblo con objeto de dar ocupación á los jornaleros faltos de trabajo [...] en vista de todos los antecedentes de este asunto se acuerda prevenir á la Municipalidad se expida libramiento á favor del Depositario por valor del total de dicho gasto con cargo á los artículos cloacas y empedrados y si no hubiere remanente en este Capítulo con cargo al de imprevistos del presupuesto provincialW. Recordemos que Castillo había ocupado la Alcaldía algecireña de modo interino, hasta la celebración de las elecciones democráticas que fueron ganadas por Manuel de Juliá.

En otro orden de asuntos relacionados con el gobierno municipal, se informó: "Dada cuenta de un oficio del Alcalde de Algeciras, fecha 17 de Marzo último en el que informa que los nichos para el Cementerio público cuya obra remató D. Diego Peña en Mayo de 1864, fueron construidos y se satisfizo su importe en 30 de Setiembre de dicho año".

Siguiendo en la municipal temática, comentar que por aquellos días un turbio asunto fue objeto de debate en las altas y liberales instancias provinciales: "Las reclamaciones presentadas por D. Joaquín Miciano y Jiménez, Depositario que ha sido del Ayuntamiento de Algeciras, en queja del Alcalde de aquella Ciudad que le apremia para que reintegre la cantidad invertida en una cloaca, exigiéndole además los libros de la Depositaría en los 24 años que ha desempeñado el cargo -recordemos que Miciano estuvo como depositario del Ayuntamiento de Algeciras desde 1844 hasta 1868-, y las cuentas de la Cárcel [...] se acordó que pase al Depositario saliente la documentación que ha remitido el Alcalde saliente anterior, la cual deberá desglosarse para que le sirvan estos documentos de datos de cuyo importe se harán las convenientes anotaciones en los libros sin que pueda establecerse procedimiento alguno contra el ex depositario. Y en cuanto á los libramientos por gastos de cárcel así como respecto de los libros de Depositaría que se dicen reclamados por el Alcalde, se acordó que el Ayuntamiento informe cuanto se le ofrezca y parezca para determinar lo que corresponda". Recordando tal situación, la frase expresada por uno de los personajes de Silverio Lanza en su relato titulado Medicina Rústica (1918), defendiendo: "Para que todo se haga con honradez, hacen falta hombres que la tengan".